Dándole vueltas a “lo de ayer”, me acordé de la figura de ese capataz que con tanta contundencia retrató María Guardiola; retrato del que, en una semana, ya se ha olvidado. Una mujer de palabra, pero dispuesta a sacrificarla por el bien de todos los extremeños. ¡Sin el menor sentido del ridículo! De todas formas, era lo que esperábamos los que conocemos el paño.

Villanueva de la Serena, Extremadura.-
El capataz es ese personaje siempre atento a lo que diga su dueño. En Extremadura conocemos bien a esta figura, al menos los que hemos trabajado bajo el mando de alguno. Y por ello nos parecía acertado el razonamiento de Guardiola sobre ese mequetrefe, enviado por el partido machista desde Madrid, que vino a joder su pacto. Lo que estaba por ver era cuánto iba a durarle su contundencia a sabiendas de que la pareja voladora (PP/VOX) se bebían los vientos por ver quién pactaba antes para acabar con el sanchismo.
Al final, claro está, pasó lo que tenía que pasar, y la nueva heroína se tragó este sapo vivo y sin rechistar. El gallego del yate con el narco tiene demasiados tiros pegados para que venga ahora una paleta extremeña a estropearle la fiesta y, en lugar de mandar a un capataz, se encargó él solito de decirle a esta moza que donde manda patrón no manda marinero, y que se agarre a la brocha porque, si no, él se lleva la escalera… Con esta firmeza se dispone la nueva presidenta de la Junta de Extremadura a empezar su tarea histórica.
Poner a VOX al mando de la “gestión forestal y del mundo rural” es meter al zorro en el gallinero, y pronto veremos el carajal que van a montar desde el principio. Pero… ande yo caliente, ríase la gente. Tiempo vamos a tener para seguir esta peripecia.
El gallego del yate con el narco tiene demasiados tiros pegados para que venga ahora una paleta extremeña a estropearle la fiesta.
Ciertamente, no son ellos los únicos culpables de esta alianza contra el sanchismo y contra la política de Vara, que habría que cambiar cuanto antes por el bien de Extremadura. Aunque en votos hayan quedado casi empatados (sin embargo, Vara ganó las elecciones), es preocupante que en nuestra tierra haya una mitad de votantes que apoya este engendro.
Tiempo habrá de analizar críticamente qué ha sucedido. Ahora lo importante es ver cómo arrancan estos morlacos y denunciar desde el minuto uno cómo improvisan unas políticas que ni ellos mismos saben cómo van a articular, puesto que ni han hablado sobre ellas ¡ni falta que les hace!
A la Extremadura que embiste poco hay que decirle. A la que es capaz de pensar y a la de los indecisos, sí: que tomen buena nota, porque el daño que pueden hacer a nuestra comunidad no va a ser pequeño. Espero que no imiten a aquel sector de votantes argentinos que decía aquello de “putero y ladrón, queremos a Perón”.
Ahora viene la batalla del 23-J, en la que Feijóo seguirá con lo del sanchismo, con el propósito de huir de la economía y de sus alianzas con esa fuerza bruta que ataca todos los avances de una sociedad civilizada. No obstante, aunque huya, no podrá evitar que España se entere de lo que está pasando.
Por encima de la ola de barbarie que nos acecha, los indecisos tienen la palabra. Y las diferencias entre ambas fuerzas a efectos electorales son mucho más pequeñas de lo que algunos creen. Lo comprobaremos.
(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).
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