De Navidad a Fin de Año, Pedro Sánchez y el Estado

28 diciembre, 2022

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Entre Navidad y Año Nuevo, cada vez encuentro más razones para valorar la enorme pirueta que el Gobierno de Pedro Sánchez hace cada día para que España sea un país gobernable, de modo que no caiga en manos de una derecha cerril y de una extrema derecha analfabeta y fascista que, junto a un poder judicial que en su mayoría huele a naftalina, podrían llevarnos otra vez a escenarios de confrontación de muy triste recuerdo.

Villanueva de la Serena, Extremadura.-

Empecé el día de Navidad con mis bares cerrados. Apenas pude tomar un churro con chocolate y me vine a leer la prensa a casa. El País del sábado y el domingo dan para mucho. Si a ello le añaden lo digital y el intercambio con los amigos que tienen información y capacidad de análisis, ya tengo tema para todo el día y para reponerme de la cantidad de capulladas que me llegan por las redes, aunque me salte todas las que pueda… También me llegan algunas cosas graciosas e imaginativas que me alegran el día y me compensan de los vaticinios de tanto carca como pulula por los artilugios que tenemos como herramientas mediáticas.

A media mañana me fui a mi república a ver y echar de comer a los animales. Ver a las yeguas, la gallinería, los gatos y los perros y el castillo de Magacela es un rato liberador. Después, parada en el mesón de La Fama, donde caen la primera cerveza 0,0 (a todo se acostumbra uno, ¡qué remedio…!) y las primeras aceitunas machás de la mañana. Hablo con mi agente en Cataluña y me vengo sin vender una escoba. Tiempo habrá para todo.

El presidente está llamado a desempeñar un papel muy importante en España, Europa e incluso en el plano internacional.

Ya en casa de nuevo, y tras algunas tareas domésticas, leo el resumen de Cristina Narbona sobre el discurso del rey al que está obligada como presidenta del PSOE, cuya síntesis creo que es la mejor teniendo en cuenta las limitaciones institucionales a las que su cargo obliga. Posteriormente, escucho los desahogos izquierdistas de todo tipo de republicanos y hago mi propio juicio acerca de eso que llaman “el arte de lo posible”. Reconozco que he dicho algunas barbaridades sobre los republicanos de pacotilla; sin embargo, a medida que veo crecer la ola de derechización y hasta de fascismo en este país que tanto lo sufrió, y que asimismo observo cómo los desacuerdos en la izquierda se van transformando en acuerdos (a pesar de todos los vaivenes), encuentro más razones para valorar la enorme pirueta que el Gobierno de Pedro Sánchez hace cada día para que España sea un país gobernable de modo que no caiga en manos de una derecha cerril y de una extrema derecha analfabeta y fascista que, junto a un poder judicial que en su mayoría huele a naftalina, podrían llevarnos otra vez a escenarios de confrontación de muy triste recuerdo.

Llevo diciendo desde hace algún tiempo (a medida que voy reparando en el papel que está jugando el Gobierno de España en la Unión Europea) que Pedro Sánchez está llamado a desempeñar un papel muy importante en España, Europa e incluso en el plano internacional, contrariamente a lo que se creen aquellos que le atacan a todas horas, en particular algunas figuras del pasado de un PSOE decadente (que le han combatido sin piedad) a las que ahora se unen algunas más que, si tener en cuenta el especial momento histórico que estamos viviendo, creen que combatirle les va a proporcionar algunas rentas que solo la derecha estará dispuesta a reconocerles.

Sospecho que en el año que le queda a este Gobierno, y si se mantiene la cordura en el bloque de izquierda, son tantas las cosas que pueden hacerse en el plano económico, social y ecológico que podrán llevarse por delante toda esa falsa polémica creada tanto por la derecha rancia como por los medios de información que la jalean cada día. Las reformas que hay que adoptar son tan importantes que, pese a las dificultades, acabarán entendiéndolas los futuros beneficiarios y toda la sociedad española en general.

(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).