sábado, 27 abril, 2024
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Sobre Sumar y Yolanda Díaz en la sociedad española

Podemos se ha convertido en un partido de comportamiento parecido al de los partidos tradicionales

Yolanda Díaz ha llevado a cabo una política pragmática al buscar siempre un entendimiento razonable con el Gobierno de coalición. De hecho, ha llegado a un nivel de reconocimiento y popularidad tan alto que le ha llevado a la creación de un movimiento, SUMAR, con el que ha terminado por presentarse a las próximas elecciones generales apoyada por la mayoría de las fuerza políticas de izquierda y por muchos colectivos y ciudadanos que secundan esta opción, con la excepción, por ahora, de PODEMOS, que sigue maniobrando en su contra con pretextos poco entendibles aún a riesgo de seguir perdiendo votos en las próximas elecciones locales y autonómicas.

Juan Serna Martín.
Juan Serna Martín.

Villanueva de la Serena, Extremadura.-

Sobre Podemos se ha dicho ya casi todo. Mi opinión es que, habiendo nacido de un movimiento del que se apoderó y convirtió en partido político que iba a “conquistar el cielo”, pasó a convertirse poco a poco en un partido cuyo comportamiento era cada día más parecido al de los partidos tradicionales, es decir, con el poder concentrado en unas cuantas personas, sobre todo en Pablo Iglesias, quien, poco a poco, se ha iba deshaciendo de todo aquel que le estorbaba y que, conforme llegaba a las cotas más altas de gobierno, iba perdiendo votos y generando conflictos. Esta situación le llevó a tener que salir del Gobierno y abandonar la política, pese a seguir dirigiendo el partido desde la sombra…


El poder de los morados está concentrado en unas pocas personas, sobre todo en Pablo Iglesias.


Mientras tanto, Yolanda Díaz ha llevado a cabo una política pragmática al buscar siempre un entendimiento razonable con el Gobierno de coalición. De hecho, ha llegado a un nivel de reconocimiento y popularidad tan alto que le ha llevado a la creación de un movimiento, SUMAR, con el que ha terminado por presentarse a las próximas elecciones generales apoyada por la mayoría de las fuerza políticas de izquierda y por muchos colectivos y ciudadanos que secundan esta opción, con la excepción, por ahora, de PODEMOS, que sigue maniobrando en su contra con pretextos poco entendibles aún a riesgo de seguir perdiendo votos en las próximas elecciones locales y autonómicas. En el fondo, se trata de una lucha de poder que han desatado sus tres principales dirigentes, ya que hay gente dentro de ese partido que manifiesta el deseo de unirse a SUMAR bajo el liderazgo de Yolanda Díaz, a la que su pragmatismo no le impide mantener las ideas básicas de la izquierda, tal y como ha hecho a lo largo de toda su actividad política.

DIVISIÓN Y APOYOS

Sobre la división cainita de la izquierda ya he escrito en varias ocasiones (El instinto cainita de la izquierda española, Un enfrentamiento que puede ser suicida). Solo que en esta ocasión se da la circunstancia de que casi todas las fuerzas de izquierdas apoyan este frente único electoral y reconocen el liderazgo de la vicepresidenta segunda, lo que convierte a SUMAR en un movimiento político extraordinario. Y más, en un momento en el que la derecha y la extrema derecha, claramente coaligadas, tienen unas expectativas de voto que podrían llevarlas a conseguir el gobierno de España, para, desde él, deshacer todas las políticas económicas, sociales y ambientales que se están haciendo por parte del gobierno progresista actual.


Puede que esta sea la última oportunidad de la izquierda para mantener después el pacto de gobierno con el PSOE y las políticas progresistas.


Por todo ello, la responsabilidad de la izquierda en su conjunto es fundamental, y no hay manera de entender que un partido como PODEMOS se enroque en busca de un poder que ha ido perdiendo últimamente y que, creo, seguirá perdiendo cada vez más.

Me pregunto si una parte importante de sus bases serán capaces de forzar ese entendimiento con el bloque progresista. Es evidente que sería lo único que a sus pocos dirigentes nacionales con poder les haría caer del burro y sumarse a una iniciativa que puede que sea la última oportunidad de la izquierda española por ahora para mantener después el pacto de gobierno con el PSOE y seguir con la política de reformas emprendida en una situación de especial dificultad nacional e internacional como la que tenemos. Una situación que las derechas no están dispuestas a asumir, como ya vienen demostrando con sus votaciones y declaraciones al aprovecharse de las especiales dificultades que han creado la pandemia, la guerra criminal y oportunista de Rusia contra Ucrania y la crisis económica y ambiental que acompaña a todo este panorama.

(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).

SOBRE EL AUTOR

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