jueves, 25 abril, 2024
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Los vaivenes de la amistad

Amigos que huyen de ti o vuelven, según sean tu posición y las circunstancias

Tras mi esperado cese en el gobierno extremeño, los amigos huyeron de mí como de la peste. Y no solo los más fieles a su disciplina política, sino también otros con los que había compartido muchas luchas y proyectos. Asimismo, los que militaban en las filas del ecologismo pusieron una prudente distancia conmigo e incluso con sus organizaciones defensoras de la naturaleza al advertir que hacer estudios de impacto ambiental para proyectos altamente contaminantes les era mucho más rentable. De modo que han tenido que pasar muchos años para que hayan buscado entablar de nuevo la relación conmigo, pero solo cuando se han dado cuenta de que el nuevo gobierno extremeño me valora algo más que el anterior y no ejerce represión alguna contra mí, a pesar de que discrepemos abiertamente sobre algunos asuntos.

Juan Serna Martín.
Juan Serna Martín.

Villanueva de la Serena, Extremadura.-

Doy rienda suelta a mis recuerdos y me centro en el tema de aquellos amigos que se esfumaron en tiempos difíciles y que vuelven en el momento en que consideran que ya no hay riesgo para ellos.

Cuando te has enfrentado al gobierno de tu comunidad autónoma y has estado presente en dos Consejos de Ministros del Gobierno central (el de UCD y el del PSOE) en donde alguno de sus miembros más destacados pide tu dimisión… el desenlace era de esperar. Yo contaba con él desde el momento en que acepté unas responsabilidades que, sabía, harían corta mi experiencia política. Pero de todo ello ha pasado tanto tiempo…


Cuando te has enfrentado al gobierno de tu comunidad autónoma y has estado presente en dos Consejos de Ministros del Gobierno central (el de UCD y el del PSOE) en donde alguno de sus miembros más destacados pide tu dimisión…, el desenlace era de esperar.


Ahora me pongo a cavilar sobre la amistad y los amigos, y me sumerjo en este tema para no hablar de política en este artículo, aunque la política practicada con independencia haya estado presente a lo largo de toda mi vida.

Tras mi esperado cese en el gobierno extremeño, los amigos huyeron de mí como de la peste. Y no solo los más fieles a su disciplina política, sino también otros con los que había compartido muchas luchas y proyectos. Asimismo, los que militaban en las filas del ecologismo pusieron una prudente distancia conmigo e incluso con sus organizaciones defensoras de la naturaleza al advertir que hacer estudios de impacto ambiental para proyectos altamente contaminantes les era mucho más rentable. De modo que han tenido que pasar muchos años para que hayan buscado entablar de nuevo la relación conmigo, pero solo cuando se han dado cuenta de que el nuevo gobierno extremeño me valora algo más que el anterior y no ejerce represión alguna contra mí, a pesar de que discrepemos abiertamente sobre algunos asuntos. Actualmente, preferimos hacernos los distraídos y hasta colaboramos en algunos proyectos. Sin embargo, están aquellos otros “amigos” cuya amistad ya es imposible.

LECCIONES DE LA VIDA

Estas lecciones que te da la vida ―y que son imposibles de olvidar― están muy presentes en los proyectos que abordo hoy, aunque ya esté jubilado. Como saben, la condición humana cambia más despacio que las circunstancias políticas. En política los errores permanecen, pese a que el escenario y los actores no sean ya los mismos. No obstante, la amistad se fragua más despacio sabiendo cuáles son las condiciones para que esta prevalezca.

No deja de ser un misterio el hecho de que amigos con los que he compartido proyectos y acciones de gran envergadura ―además de años de una gran amistad― huyan de pronto de mí y, ante el poder, hagan como si no me conocieran. Y aún más inexplicable es que, más recientemente, otros hayan huido sin haber mediado conflicto o discrepancia alguna entre nosotros y sin dar la menor explicación. Afortunadamente son excepciones, pues hoy día el ramillete de amigos ha crecido de manera considerable y los proyectos que compartimos son tan atractivos como interesantes. De todas formas, siempre nos quedará el enigma de que los caminos de la amistad son, muchas veces, inescrutables…


No deja de ser un misterio que encuentres en la vida a amigos de diferente ideología con los que llegas a un buen grado de afecto y, en cambio, haya otros con los que, estando en el “mismo frente”, el diálogo y el acuerdo sean mucho más complicados.


No deja de ser un misterio que encuentres en la vida a amigos de diferente ideología con los que llegas a un buen grado de afecto y, en cambio, haya otros con los que, estando en el “mismo frente”, el diálogo y el acuerdo sean mucho más complicados. Y esto sí que es difícil de desvelar. Quizás por eso la “unión de la izquierda” ―sobre todo en momentos en que sería absolutamente necesaria― es tan ardua de conseguir. Siempre digo que para traer la república hacen falta republicanos, y si no los hay, lo mejor sea esperar a que llegue el momento oportuno y graduar los objetivos para no acabar a hostias, como tantas veces ha sucedido en la historia española.

En definitiva, creo que con la amistad pasa algo parecido: hay que elegir bien a los amigos antes de embarcarnos juntos en proyectos ambiciosos y en acciones comunes. Siempre correremos el riesgo de equivocarnos, pero ponernos a prueba es un ejercicio que puede ahorrarnos muchas frustraciones y, sobre todo, hará posible que dichos proyectos lleguen a buen fin. Así pues, lo que está claro es que la amistad es lo más importante de la vida, y que para conservarla hay que cultivarla con paciencia y lealtad, puesto que es uno de los grandes placeres que podremos llevarnos de este mundo. Quien no tiene amigos, aunque algunos se queden por el camino, no sabe lo que se pierde.

(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).

SOBRE EL AUTOR

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