El Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales es un asunto polémico y muy conflictivo. En España hay más de 700.000 licencias de caza y se trata de un colectivo importante, como importante es el colectivo de los que defienden a los animales. Escuchar a ambos sectores es un ejercicio obligado en el que debe basarse una de las leyes más polémicas que está abordando el Parlamento. Las tensiones están resultando mayores de lo que cabía imaginar. Entretanto hay que poner el foco en el trato, muchas veces cruel e inhumano, que reciben los perros por parte de algunos cazadores.
Villanueva de la Serena, Extremadura.-
Hace poco me tocó dialogar con amigos muy diversos sobre un tema polémico y enormemente conflictivo, como es el Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales.
En mi grupo de amigos los había desde los que tienen las más altas responsabilidades políticas, hasta alcaldes de algún pueblo pequeño, desde los que dirigen asociaciones defensoras de los animales, hasta los que defienden que no se toque en la ley a los perros de caza… Y entre todos ellos, aun estando en el mismo sector político, había posturas discrepantes.
Siempre he defendido que, practicada de forma civilizada, la caza es necesaria para controlar las poblaciones de algunas especies y el ejercicio de una actividad deportiva tradicional.
Es cierto que en España hay más de 700.000 licencias de caza y que se trata de un colectivo importante, como importante es el colectivo de los que defienden a los animales. Escuchar a ambos sectores es un ejercicio obligado en el que debe basarse una de las leyes más polémicas que está abordando el Parlamento. Las tensiones están resultando mayores de lo que cabía imaginar y, posiblemente, van a tener su reflejo en la calle a no mucho tardar, e incluso eco electoral si no hay unos acuerdos mínimos sobre ella.
No sé cuál de estos dos grupos sociales es hoy más numeroso ni cuál es capaz de hacer más ruido en la calle, pero ambos tienen una enorme capacidad para ello.
EL TRATO A LOS PERROS
El debate no es sobre la caza. Siempre he defendido que, practicada de forma civilizada, es necesaria para controlar las poblaciones de algunas especies y para el ejercicio de una actividad deportiva tradicional. La cuestión es que, al haber crecido enormemente el número de cazadores en el marco de lo que hoy es un gran negocio, cuántos de ellos (que ni siquiera conocen las especies protegidas o les dan igual) tienen la preparación suficiente para practicarla con mesura y cuántos no deberían salir con una escopeta al campo.
Este tema también deberán encararlo las Administraciones cuanto antes. Sin embargo, el objeto de este artículo no es la caza, sino el trato que reciben los perros de algunos cazadores.
Con respecto a este tema, sucede lo mismo que hemos dicho anteriormente. Hay cazadores que cuidan y dan un trato adecuado a sus perros y los hay que los maltratan, abandonan o incluso los matan acudiendo a aquello de “no me gusta cómo caza la perrilla”. Presenciar el espectáculo de cómo transportan a algunas realas no es nada agradable (aunque haya quienes las tratan mejor). Y ver a un cazador ir al veterinario de una protectora a ver si pueden quedarse con su perrilla (que “ha sido una gran cazadora, pero que ya está vieja…”) amenazando con que, si no se la quedan, la mata, es más habitual de lo que se pueda creer. Asimismo, encontrar galgos y perros abandonados por todas partes es algo que puede observarse todos los días, aparte de la malnutrición y el maltrato que les dan en casi todas partes.
Esta situación real que acontece en nuestro país y en nuestra tierra tiene que ser abordada en las leyes mediante el diálogo con todos, pero sin dejarse intimidar por las amenazas de aquellos que se creen con más fuerza para presionar a los poderes públicos.
Quienes hacen cálculos de los votos que pueden ganar mirando hacia otro lado deben pensar también que el número de personas sensibles al maltrato animal ha crecido y crece cada día más, y que los votos que puedan ganar por un lado los pueden perder por otro (el de las personas y entidades que quieren acabar cuanto antes con esta situación).
Mientras sigo hablando con personas y amigos que debaten sobre el decreto de bienestar animal, encargaremos a algunos expertos autorizados que nos escriban algún artículo de fondo sobre esta cuestión con la finalidad de publicarlo en el Cuaderno extremeño para el debate y la acción.
(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).
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