Decía Raúl del Pozo que la mejor columna es la que se escribe en quince minutos. Ese tiempo basta para decir verdades como puños. El problema es que los medios, sobre todo los periódicos, vuelven a censurar sin contemplaciones (excepciones como las de PROPRONews son muy pocas) y a vetar tu colaboración si esta les molesta a algunos de esos grandes buitres que administran a tanto rotativo en horas bajas.
Villanueva de la Serena, Extremadura.-
Decía Raúl del Pozo que la mejor columna es la que se escribe en quince minutos, aunque a veces cueste horas. Poseer oficio y una vida repleta de escritura en géneros diversos ayuda mucho ―además de tener siempre como referencia lo que pasa en la calle― sin que el protagonismo de los relatos sea el del propio periodista. Después, la gracia, el humor y la mala leche se las da la vida a quien ella quiere…
Lo de cobrar siempre y no trabajar gratis es un consejo difícil de cumplir en estos tiempos en los que “las redes” lo han trastocado todo ―también han traído cosas buenas―. Y es que aquellos tiempos en los que El País te enviaba el talón a los pocos días de tu entrega pasaron a la historia. Este diario está en quiebra absoluta desde hace tiempo, y ha tenido que venir “el armenio” en nombre de los grandes fondos económicos ―esos que compran la tierra a fin de poner olivos superintensivos― para hacerse cargo de un gran periódico en ruinas, que es lo que a ellos les interesa.
Aquellos tiempos en los que El País te enviaba el talón a los pocos días de tu entrega pasaron a la historia.
De manera que ahora ya no se cobra el cheque a los pocos días de haber escrito. Y los medios, sobre todo los periódicos, vuelven a censurar sin contemplaciones (excepciones como las de PROPRONews, donde jamás te censuran nada, son muy pocas) y a vetar tu colaboración si esta les molesta a algunos de estos grandes buitres que administran a tanto rotativo en horas bajas, de igual manera que hacen los jeques árabes con los clubes de fútbol y hasta con el Mundial: untando a gobiernos y a presidentes de los clubes más mafiosos, y arrastrando tras ellos a toda una afición mundial analfabeta.
José María García tendría hoy muy poco que hacer con sus denuncias (“ojo al dato”) ante un Florentino o un Laporta que presiden dos grandes equipos al tiempo que comercian como auténticos corleones y se lo llevan limpio, elegante y legalmente.
Para que Ronaldo gane cada año doscientos millones del Alá limpios, los diarios en ruinas precisan malpagar a sus colaboradores y tener a algunos periodistas mendigando y obedeciendo lo que haga falta, porque los señores del dinero se encargan de indicar lo que hay que pagar y a quién y cómo se controla ese negocio.
Con este panorama no es fácil seguir el consejo de cobrar dignamente una columna. A los armenios o los árabes de turno les da una higa la calidad de ese periodismo. Estos buitres están más atentos a la compra de tierras raras, de minas a cielo abierto o cerrado y de tierras para la agricultura o la urbanización intensiva, que al ingenio o la calidad de unos profesionales que no dejan de ser plumillas a los que solo habrá que remunerar cuando adquieran cierto renombre. Después, el sistema ya sabrá cómo neutralizarlos.
(Juan Serna Martín, exconsejero de la Junta de Extremadura, es un destacado intelectual y activista medioambiental, escritor y columnista, Premio Nacional de Medio Ambiente 2022).
SOBRE EL AUTOR
Juan Serna, un intelectual de la ruralidad y el ecologismo
Juan Serna y un premio muy merecido
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