El anuncio efectuado hoy en Espejo Público por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de que el 2 de febrero se reunirá de nuevo con el Papa Francisco, ha vuelto a causar estupor entre muchos comunistas españoles, que no acaban de entender que una política de su ideología presuma de sus “buenas relaciones” con el jefe de la Iglesia Católica, una institución machista que margina a las mujeres (no hay ninguna mujer cura, ni obispo, ni cardenal, entre otras notorias discriminaciones) y que se declara enemiga del “comunismo ateo”, y muestre en público una pueril y “emocionante” sintonía con él.
Madrid.-
El Papa Francisco no solo es el jefe de la Iglesia Católica, también es el soberano de un Estado monárquico que mantiene relaciones diplomáticas con casi todos los países del mundo, incluida España. Sin embargo, parece que Mario Bergoglio le tiene ojeriza a nuestro país. En estos casi once años de reinado, Francisco ha visitado 60 países (algunos, dos o tres y más veces), realizando más de 90 viajes fuera de Italia, sin contar los 40 que ha hecho en suelo italiano, pero nunca se ha dignado a pisar suelo español, mostrando una incomprensible actitud de alejamiento y marginación de nuestro país en su labor no ya pastoral, sino diplomática y política a la que está obligado como autoridad estatal.
No podemos imaginar las cuestiones que Yolanda tratará con el Papa que tengan algún interés para España o para su declarado comunismo personal.
Actualmente, este periódico está en contacto con la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede -la embajada del Vaticano en España- para requerir información acerca de esta extraña actitud del Papa hacia un país católico que mantiene un muy ventajoso Concordato para el Estado pontificio (el más ventajoso del mundo entre los países), que aporta cada año casi 450 millones de euros a la iglesia, entre otros recursos, que mantiene una serie de privilegios y prebendas para los centros educativos católicos, y que, además, es autora y cuna de la cristianización y de la lengua del continente del que procede Mario Bergoglio, lo que hace todavía más sorprendente su proceder.
Hemos remitido hace casi dos semanas por correo electrónico un cuestionario a la Nunciatura (que hemos vuelto a reiterar) preguntando sobre las razones de que el Papa no quiera visitar España y hemos efectuado varias llamadas telefónicas, sin que hayamos recibido respuesta alguna, ni siquiera un cortés acuse de recibo a nuestro requerimiento informativo, cuya recepción hemos podido confirmar solo después de nuestras insistentes llamadas.
ÚNICO PAPA QUE NO VIENE
En estos once años de reinado de Francisco, y después de que todos los papas modernos anteriores hayan venido a España en repetidas ocasiones, el monarca del Vaticano estaba más que obligado, si no en atención religiosa a su grey católica española, sí al menos diplomática y políticamente, para cultivar las buenas relaciones de Estado con nuestro país y corresponder a las numerosas visitas que todos los jefes de estado, presidentes de gobierno y ministros españoles le han efectuado a él en dicho período.
Si a esto añadimos que, a pesar de las promesas con las que empezó su reinado en relación con el papel de la mujer en el seno de la iglesia, ésta sigue estando completamente marginada por el secular machismo eclesiástico imperante, de manera que ninguna mujer puede ser cura, obispo, cardenal y mucho menos papa, todavía es menos comprensible que una ministra comunista y autoproclamada feminista española, presuma de sus “relaciones” con un Papa que margina a España en sus viajes y que sigue marginando a la mujer en todos los ámbitos católicos de relevancia.
El día 2 de febrero veremos de nuevo la ridícula escena de una vicepresidenta comunista de un Gobierno de España rindiendo pleitesía a un monarca extranjero y jefe de una iglesia que abomina del comunismo (solo hay que recordar las diversas encíclicas papeles atacando al “comunismo ateo”), después de aquella grotesca imagen de diciembre de 2021 que ilustra esta información, en la que Yolanda coge la mano del Papa con las dos suyas, en un encuentro que ella calificó de “emocionante” y en el que solo le faltó pegarle uno de esos agarrones de los suyos, que más que abrazos son sacudidas, y plantarle dos besos en la cara a este “gran amigo” de España.
No podemos imaginar las cuestiones que Yolanda tratará con el Papa que tengan algún interés para España o para su declarado comunismo personal, ni qué pinta un viaje de este tipo en la agenda de una vicepresidenta y ministra de Trabajo que no tiene ninguna atribución en materia de asuntos exteriores, lo que sí es seguro es que no viajará por cuenta propia, que utilizará uno de los Falcon de Moncloa y que esta carísima, superflua y estéril excursión vaticana la pagaremos las españolas y los españoles.
(José María Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son AbeceImagindario (fotolibro, Fundación Caja de Badajoz), Lencero, el hombre que no se encontró a sí mismo (biografía, Fundación Caja Badajoz), y Susana Leroy (novela, Fundación José Manuel Lara/Grupo Planeta).
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