Pensar en España, ¡no es tan difícil!

Los acuerdos PP-PSOE en País Vasco, Cataluña y Navarra para apartar a los separatistas y los populistas de los ayuntamientos son oxígeno para la ciudadanía y para la nación

Por José María Pagador

18 junio, 2023

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El apretón de manos entre Sirera, PP, y Collboni, PSOE, prueba que los acuerdos son posibles cuando se piensa en España. EFE

Si en Cataluña, en el País Vasco y en Navarra, a pesar de todas las dificultades, vetos y líneas rojas previas, ha sido tan fácil al final, los ciudadanos no podemos explicarnos por qué esas mismas soluciones no son posibles en otros territorios mucho menos conflictivos. Los acuerdos entre PSOE, PP y PNV para apartar a Junts, ERC, Bildu y populistas de ayuntamientos catalanes, vascos y navarros clave, son la prueba palpable de que cuando ocurre lo contrario es porque los partidos mayoritarios no quieren. Al final está muy claro que no es tan difícil pensar en España y en la gobernabilidad general.

El éxito democrático de Barcelona, rescatando la alcaldía para las fuerzas constitucionalistas, tiene una importancia enorme para Cataluña y para España, tanto por las ventajas de fondo del acuerdo -apartar a Junts/Puigdemont, a ERC y al populismo de la gobernación del consistorio-, como por el impacto de su ejecución formal. El apretón de manos por el que el popular Sirera felicita al socialista Collboni, después de conseguir éste la alcaldía gracias al apoyo del primero y sus cuatro concejales, es la imagen clara de que si se quiere, se puede, y de que los dos grandes partidos tienen una responsabilidad añadida para eludir prejuicios y vetos entre ellos y, cuando es necesario, actuar conjuntamente, pensando en España y en el Estado.

Lo mismo puede decirse de lo ocurrido en El País Vasco y Navarra. En Vitoria, la ciudad más simbólica de Euskadi desde el punto de vista del constitucionalismo y el autonomismo, los seis concejales del PP han dado la alcaldía a la socialista Maider Etxebarria. Y en Pamplona, corazón político de Navarra, Cristina Ibarrola, de UPN, ha logrado la alcaldía gracias a los votos del PP y a la abstención del PSOE.

Estos positivos movimientos de las fuerzas constitucionalistas demuestran que cuando se quiere, se puede.

En los tres casos, la actuación de los partidos constitucionalistas ha evitado que los separatismos y los populismos -tan tóxicos siempre- se hiciesen con alcaldías fundamentales para la gobernabilidad de los tres territorios y para el país. Esto representa un magnífico paso adelante para la normalización de la vida política y de la convivencia en ellos, pero no hay que bajar la guardia, porque los enemigos internos de España van a seguir con su matraca de siempre.

HAY ADMIRABLES PRECEDENTES

Esta generosidad de políticos con visión de Estado no es nueva, aunque, lamentablemente, hasta ahora ha sido excepcional y puntual en nuestra historia democrática, aunque lo sucedido ayer en Cataluña, Euskadi y Navarra puede representar un antes y un después, sobre todo porque los ciudadanos que esperan soluciones a sus problemas podrán ver que los nuevos regidores se dedican a lo que se tienen que dedicar -administrar con eficiencia sus ciudades y territorios-, en lugar de perder tiempo, recursos y energías ciudadanas en esos trasnochados soberanismos que tanto cuestan en salud democrática, en paz y en dinero.

Hay que recordar que el PP ya dio la presidencia del País Vasco a Patxi López, de modo parecido a como el PSOE facilitó en su día, con su abstención, la presidencia del Gobierno de España a Mariano Rajoy.

Si lo de ahora y lo de entonces ha sido posible, ¿alguien me puede explicar por qué el PSOE no ha facilitado la gobernación del PP en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, cortándole de ese modo el paso a Vox? Lo mismo puede decirse de Extremadura donde, ya que PSOE y PP están empatados a escaños -aunque el primero ganó las elecciones con una ligera ventaja en votos- ¿por qué no se abstiene María Guardiola para que Fernández Vara pueda gobernar sin depender del populismo podemita? ¿O por qué no buscan ambos una fórmula tal vez más equitativa y, desde luego, más imaginativa, llegando a un acuerdo de legislatura, con dos años de gobierno de Guillermo Fernández Vara y dos años de gobierno de María Guardiola, y un trabajo conjunto de equipos y objetivos? Guardiola será la primera presidenta en una región gobernada por hombres desde los inicios de la autonomía, ¡que ya va siendo hora de ver a una mujer al frente! Y Fernández Vara podría gobernar los dos años finales de la legislatura y retirarse desde el poder y no desde la “derrota” que significa perder el gobierno.

Un puñado de políticos catalanes, vascos y navarros de diferente signo han demostrado que “sí se puede”, pero no a la manera de Podemos -partido por el que toda España entona ya un hastiado réquiem-, sino a la manera del constitucionalismo democrático.

Entretanto, como español, como ciudadano, como contribuyente y como periodista, manifiesto mi alivio por lo que acaba de pasar en las tres comunidades y ciudades citadas, y les agradezco de veras a sus responsables la dosis de alivio y tranquilidad que me han hecho llegar, al pensar ellos, por fin, en España, abriendo camino para futuros acuerdos de ese tenor. Tampoco es tan difícil.

(José María Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son AbeceImagindario (fotolibro, Fundación Caja de Badajoz), Lencero, el hombre que no se encontró a sí mismo (biografía, Fundación Caja Badajoz), y Susana Leroy (novela, Fundación José Manuel Lara/Grupo Planeta).