martes, 19 marzo, 2024
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“Lugar seguro”, el retrato premonitorio y cabal de una sociedad enferma

La nueva novela de Isaac Rosa, uno de los hitos literarios del año, abre también una ventana a la esperanza

Vladímir Putin ha puesto un terrible contexto real a la nueva “ficción” de Isaac Rosa, el gran escritor sevillano que viene deleitándonos año tras año con una narrativa de gran altura, cada una de cuyas nuevas entregas supera a las anteriores, si es que eso es posible. “Lugar seguro” es, sin duda, uno de los hitos literarios del año 2022 de la narrativa en castellano, una premonición asombrosa en su coincidencia con la grave crisis bélica y social que vive el mundo, y un retrato cabal de una sociedad enferma y doliente, cuya única solución es la conciencia, la justicia, la igualdad y la solidaridad.

Sevilla.-

Cuando Isaac Rosa (Sevilla, 1974, aunque tiene raíces extremeñas) terminó de escribir Lugar seguro, no podía saber que Putin invadiría brutalmente Ucrania tiempo después, que volverían a darse las condiciones en Europa para un nuevo conflicto mundial de incalculables consecuencias y que los habitantes de este planeta nos asomaríamos de nuevo al abismo de un holocausto nuclear.


Cuando Isaac Rosa escribió “Lugar seguro” no podía saber que Putin invadiría Ucrania y amenazaría al mundo con un ataque nuclear.


La cronología del recorrido literario de Lugar seguro -ganadora del prestigioso premio Biblioteca Breve 2022- es elocuente. El día 1 de octubre de 2021 se cerró el plazo de recepción de originales y no fue hasta un mes después cuando el presidente ruso empezó a concentrar tropas en la frontera con Ucrania. Es decir, Isaac Rosa escribió su obra muchos meses antes, tal vez uno o dos años antes, del inicio de esta guerra, pero en sus páginas ya latía la amenaza, el temor a la amenaza, del apocalipsis atómico.

No es este el tema de la obra, por supuesto, pero su trasfondo dibuja el panorama psicológico de nuestras sociedades en relación con los peligros que acechan al mundo, incluyendo, desde luego, el de la destrucción nuclear, pero también el del conflicto social y el de la hecatombe medioambiental. El hallazgo del autor es haber puesto todo eso ante los ojos del lector, en un alarde de agudeza y capacidad premonitoria envuelto en la sugestiva forma de la mejor literatura.

Isaac Rosa. IVÁN GIMÉNEZ-SEIX BARRAL
Isaac Rosa. IVÁN GIMÉNEZ-SEIX BARRAL

Lugar seguro se devora de un tirón, aunque muchas veces hemos de detenernos en la lectura para reflexionar sobre las claves que el autor desliza en la narración, claves que contienen innumerables preguntas que invitan a la introspección, pero sin abandonar jamás el absorbente hilo narrativo, puramente ficcional, es decir, distinto al ensayo social, aunque no ajeno a él. Porque en la sencilla trama de la novela -más mental que fáctica-, se rozan inspiradores territorios de la filosofía y de la sociología, con imprescindibles digresiones que iluminan muchos de los lugares oscuros de nuestro tiempo y nuestras sociedades.

BÚNKERES PARA TODOS

Una de las genialidades de la obra -la raíz temática de donde arranca después toda la trama- es la introducción, en la narrativa actual, del búnker antiatómico individual o familiar como un elemento “natural” más del pack burgués del chalecito, la bodega en el sótano, la piscina privada y el club de campo, aunque en este caso puesto también al alcance de los menos pudientes; un hallazgo literario de primer orden, una idea que, sin duda, fue la arrolladora semilla inicial de la que brotó luego todo el texto. Isaac Rosa crea un personaje sensacional en el Segismundo García hijo y padre de otros dos Segismundos García igual de pícaros, un ilusorio comercial, un “emprendedor” fracasado -como su progenitor- al que se le ocurre la peregrina idea de proporcionar búnkeres low cost a las clases más desfavorecidas, un vendedor de humo que se aprovecha del temor universal a la catástrofe, un temor que los asustados clientes formulan -y tratan de conjurar- en la terrible pregunta de “¿qué puede pasar?”, una pregunta que -admítalo el lector- nos venimos haciendo todos desde hace muchos años.

Si la novela hubiese sido escrita después de la invasión de Ucrania, aunque seguiría siendo igual de válida, alguien la habría tachado de oportunista. Pero lo asombroso es que Isaac Rosa la escribe mucho antes de que nadie pudiera sospechar siquiera que Putin se atrevería a invadir a su vecino y a amenazar al mundo con un ataque nuclear. Por eso decimos que es tan premonitoria de lo porvenir como exacta en su adecuación al tiempo presente, y este es uno de los rasgos geniales de la obra.

ALTA ESCRITURA

Igual de destacable es la factura, la calidad de la escritura, la resolución, con tan alta dosis de interés, de una trama lineal aparentemente sencilla, en la que el Segismundo García vendedor de búnkeres habla todo el tiempo con su padre senil, que se ha perdido, y se hace acompañar por su hijo, que también deja mucho que desear, tanto como dejan de desear él y el abuelo, como en una lamentación de que las generaciones son tristemente iguales en su difícil, por no decir imposible, redención. Esta es la parte pesimista -y real- de la novela.

Pero también hay una ventana a la esperanza no solo en el atisbo de amor entre padres e hijos que se vislumbra al final, sino también en la figura de la cuidadora del anciano, Yuliana, la inmigrante bella y abnegada que es capaz de sacrificarse hasta el extremo, con una dedicación que no paga el mísero salario que recibe -tenemos tanto que admirar y agradecer a los cientos de miles de inmigrantes que se ocupan de nuestros mayores-; y, desde luego, entre las filas de los “botijeros”, los “buenistas” que Segismundo desprecia, esas personas que se dedican ayudar a los más débiles, a concienciar a los demás sobre las injusticias del mundo y a procurar los cuidados que necesita la salud de nuestro cada vez más enfermo planeta.

Tan letal como la amenaza nuclear y la hecatombe medioambiental implícitas en la pregunta clave -“¿qué puede pasar?”-, es la situación de injusticia y desigualdad social que retrata Lugar seguro, una situación que puede provocar igualmente estallidos y muerte masiva.

No habrá búnker que nos salve, no habrá lugar seguro en el que cobijarnos y sobrevivir si llega a suceder lo peor. Y esto es también lo que Isaac Rosa trata de ayudar a prevenir con su magnífica novela, que recomendamos a todos, con la que el autor entra en la prestigiosa nómina de anteriores escritores que ganaron el “Biblioteca Breve” como los Luis Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Juan Marsé, Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante, y tantos otros escritores de primera fila.

OBRAS DE ISAAC ROSAPortada de 'Lugar Seguro'

* El vano ayer (2004), Premio Rómulo Gallegos, Premio Ojo Crítico, Premio Andalucía de la Crítica.
* ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil” (2007), reelaboración de su obra La malamemoria (1999).
* El país del miedo (2008), Premio Fundación José Manuel Lara.
* La mano invisible (2011).
* La habitación oscura (2013), Premio Cálamo.
* Feliz final (2018).
* Tiza roja (2020)
* Lugar seguro (2022), Premio Biblioteca Breve.

Además, Isaac Rosa es autor o coautor de novela juvenil, cómic, teatro y ensayo. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y llevada al cine en tres ocasiones.

(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son 74 sonetos (poesía, Fundación Academia Europea de Yuste), Los pecados increíbles (novela, De la Luna Libros), Susana y los hombres (relatos, Editora Regional de Extremadura) y El Viaje del Tiburón (novela, Caligrama, autoedición).

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