“Campo de sal”, otra lección plástica y ética de Fernando Pagador Otero

Nueva exposición del gran artista extremeño residente en el Levante que puede visitarse en Jesús Pobre (Alicante) hasta el 31 de marzo

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CAMPO DE SAL. Grafíto, tiza, lápiz color y acrílico sobre tabla. 60,5x125 cm.
CAMPO DE SAL. Grafíto, tiza, lápiz color y acrílico sobre tabla. 60,5x125 cm.

Fernando Pagador Otero no solo es un gran pintor, escultor y fotógrafo, con múltiples exposiciones y premios en España y en numerosos países, sino que también es un artista comprometido con la sociedad y con el medio ambiente. Si con su anterior exposición en la Comunidad Valenciana bajo el lema de “S.O.S. TENIBLE” hacía una defensa de la naturaleza y de la necesidad de su preservación, en la nueva, “CAMPO DE SAL”, ahonda en esta preocupación suya, estética y ética, por el medio ambiente, una exposición que podrá verse hasta final del mes de marzo en el restaurante La Tasca de Jesús Pobre.

Si el arte debe prestar también un servicio social y moral, además de estético y plástico, es algo sobre lo que se ha hablado mucho a lo largo del tiempo. Es la eterna historia y discusión sobre si el artista debe ser también un creador comprometido con su tiempo y con su gente. Fernando Pagador Otero parece no tener duda acerca de esta dimensión solidaria del creador y desde los inicios de su carrera, hace más de cuatro décadas, ha militado en esta concepción del arte como una actividad y un bien que debe servir a la sociedad y al mundo más allá de su faceta como depósito y transmisor de belleza.


“Aquel verano del 2000, en pleno bum del ladrillo, se acabó el agua potable en Jávea como consecuencia, principalmente, del esquilmamiento que el sector de la construcción practicó en los acuíferos de la Marina Alta”.


Sus últimas exposiciones atestiguan su cada vez mayor compromiso con esta dimensión de su arte al servicio de los seres humanos y del planeta que habitamos. La anterior, una magna colección de esculturas, pinturas e instalaciones, tuvo lugar el año pasado en el Centre d´Art Taller d´Ivars, en la bella localidad de Benissa (Alicante), un complejo cultural perteneciente al Ayuntamiento de dicha localidad. Ahora, y hasta final del mes de marzo, la nueva exposición titulada “CAMPO DE SAL”, puede verse en el restaurante LA TASCA, de la bella localidad de Jesús Pobre también en la provincia alicantina.

BECERRO DE ORO. Pan de oro, óleo y pasta acrílica sobre lienzo. 120x154
BECERRO DE ORO. Pan de oro, óleo y pasta acrílica sobre lienzo. 120×154

La nueva exposición se compone de una treintena de obras realizadas con diferentes técnicas, desde el pequeño hasta el gran formato, que revelan la maestría del artista y la proyección medioambiental de su pensamiento creativo. Él mismo –residente en Gata de Gorgos (Alicante) y víctima también, como tantos, de las consecuencias del deterioro y el abuso medioambiental- lo explica en el siguiente texto:


“Aquellos y otros sucesos por el estilo me llevaron a desarrollar esta serie de cuadros, donde abundan el oro y la sal como materiales simbólicos de lo que se estaba cociendo entre bastidores”.


CAMPO DE SAL

“Han pasado años desde aquel verano del 2000, en pleno bum del ladrillo, cuando se acabó el agua potable en Jávea como consecuencia, principalmente, del esquilmamiento que el sector de la construcción practicó en los acuíferos de la Marina Alta.

Recuerdo las idas y venidas casi a diario a los contenedores públicos con las garrafas, como todo hijo de vecino, para beber y lavarme. Aquello fue lamentable. Cuántas familias con niños pequeños o con enfermos  o ancianos sufrirían las consecuencias peor que yo.  Todo en aras de lo que hoy sabemos que fue un verdadero atropello, al tiempo que todo era legal. Por otro lado, también se vivía una verdadera fiebre del oro que, por cierto, cada vez iba a parar a menos manos, para luego volatilizarse hacia otro lugar, como pasaba con alguna gran constructora del norte, que incluso traía su propia mano de obra. Pero aquí quedaba lo que quedaba después…

El artista trabajando en su estudio de Gata de Gorgos.
El artista trabajando en su estudio de Gata de Gorgos.

El impacto medioambiental fue tan desbocado que el Consejo de Europa llamó seriamente la atención en esta zona, por sobrepasar con creces la línea de lo permitido por los protocolos vigentes sobre este asunto.   Mientras, las fiestas populares, los toros, los reálitis televisivos, los coches de alta gama, el fútbol, los festivales, el deseo irracional de enriquecerse de un día para otro, el culto al consumismo, los trapicheos, los cuentos de la lechera, castillos de naipes y demás que distraían las miradas hacia otro sitio, al tiempo que cuatro espabilados exprimían la vaca, dejando un buen “pastel” detrás. ¿Alguien lo duda? Aquello era como un mal presagio de lo que más tarde nos vino como consecuencia de ese modelo insostenible y perverso, donde otros sectores, que también sabemos, contribuyeron al fiasco, llevándose su tajada, sin el menor escrúpulo. ¡Que no se repita más, si es que hay algo de consciencia!

RECALIFICABLE. Técnica mixta sobre lienzo.120x154 cm.
RECALIFICABLE. Técnica mixta sobre lienzo.120×154 cm.

Se regó, por poner un ejemplo, con agua salada durante meses esta comarca maravillosa, llena de jardines y campos de cultivo, por agotamiento de los acuíferos, como hemos dicho. ¿Se puede hacer mayor daño a la tierra? ¡Y cuántas construcciones, de precios desorbitados, se habrán llevado a cabo con agua salada igualmente, sin importar su durabilidad en el futuro!

Aquella época fue una fábrica de sueños inviables, una quimera loca que nos hizo olvidarnos de lo verdaderamente fundamental. Aquel falso espejismo contribuyó en gran medida al posterior empobrecimiento y retroceso de las clases medias, tan necesarias para el equilibrio social y económico.  Es una lección más de la vida.

PLANETA AZUL. Técnica mixta y pasta acrílica sobre lienzo. 120x154 cm.
PLANETA AZUL. Técnica mixta y pasta acrílica sobre lienzo. 120×154 cm.

Al tiempo que el bum y la citada fiebre crecían, los bosques ardían, sobrevolados por la rapiña y las recalificaciones.  Fue un auténtico AGOTAMIENTO en todo el sentido de la palabra. Recuerdo el incendio de la Granadella, los del Montgó y otros muchos; con qué impotencia y angustia los vivimos, mientras sus instigadores, escondidos en el anonimato se frotarían las manos como Nerón mientras ardía Roma.

La especulación inmobiliaria arrasó como un huracán, al mismo tiempo que los bancos engrosaban sus beneficios de manera desorbitada en ese río revuelto, ofreciendo dinero fácil e hipotecando con un elevado margen de riesgo a gran parte de la ciudadanía, para después, en los incontables fallidos, quedarse ellos con los ladrillos en esta rueda absurda de despropósitos.   Se hablaba de las colas en las notarías para cerrar negocios entre jaurías de intermediarios, que sin producir ni haber hecho nada, se llevaban su pedazo de pastel, contribuyendo con ello a inflar los precios a costa de la consecución del dinero fácil y rápido, producto del compadreo y de prácticas mafiosas en muchos casos. El brillo del dinero cegaba por doquier, impidiendo atisbar tan siquiera las consecuencias que esa falsa quimera nos traería después a todos. ¡Cuántas familias, por poner un ejemplo, vendieron los bancales de los abuelos, liquidando para siempre su patrimonio, para luego conducir un coche de lujo! Para estos tal vez estuvo bien, pero ¿y qué hay de sus hijos? Así eran las cosas entonces, no hace tanto tiempo. Y de las obras públicas y de quienes las manejaban, mejor ni hablar.

Todos aquellos y otros sucesos por el estilo me llevaron a desarrollar esta serie de cuadros, donde abundan el oro y la sal (polvo de mármol en éste caso), como materiales simbólicos de lo que se estaba cociendo entre bastidores.

Ahora me alegro mucho de haber llevado a cabo esta tarea que al menos sirve como recordatorio de una época y actitud depredadora que no se puede olvidar ni repetir” Fernando Pagador Otero.

SOBRE EL ARTISTA

PAGADOR OTERO

correo electrónico:         pagadorotero@gmail.com

OTRAS EXPOSICIONES DEL ARTISTA

S.O.S.TENIBLE. La esperada exposición de Fernando Pagador en la Comunidad Valenciana