En 2012, con la llegada de José Antonio Monago a la presidencia de la Junta de Extremadura, y contradiciendo la política de austeridad y rectitud que proclamaba, se iniciaron una serie de hechos que desmintieron de inmediato tales intenciones. Concebidas para el autobombo, Monago encargó a dedo al empresario teatral madrileño la realización de cuatro galas Ceres (con la excusa de unos absurdos e innecesarios Premio Ceres de Teatro) y, también a dedo, la explotación del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Tal conducta impidió la obligada competencia de ofertas, discriminó a otros empresarios teatrales que tenían derecho a concurrir, dio lugar a un despilfarro mayúsculo y, lo que es peor, permitió un presunto sobrecoste de las galas de más del 50%. Hasta fechas recientes no hemos podido culminar nuestra investigación, cuyas conclusiones hemos querido contrastar antes con numerosos expertos del sector teatral español. Sus testimonios son demoledores. A partir de hoy, y en capítulos sucesivos, publicaremos el desglose pormenorizado de las cuentas de las galas Ceres y la comparativa con el dictamen de expertos del sector.
Mérida.-
En septiembre de 2012, en las fechas en que tenía lugar la primera edición de los llamados Premios Ceres de Teatro, que dieron lugar a una gala anual de coste millonario, este periodista solicitó al entonces presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza, primero de manera directa, por teléfono y correo electrónico y, después, ante su negativa, a través de mi abogado, diversa información relativa al coste de dichas galas y su desglose, entre otros asuntos (ver el texto original junto a esta información).
El dinero público dilapidado en dichas galas -entre 3 y 4 millones de euros, aunque oficialmente sólo constan 2,6 millones, según la información que se nos hizo llegar hace algo más de un año desde la Presidencia de la Junta de Extremadura- se quitó de otras partidas presupuestarias, en unos momentos de grave crisis económica y de grandes recortes perpetrados por Monago a servicios e infraestructuras esenciales, como transporte escolar, guardias médicas nocturnas, ambulancias, dependencia, etc. En lo que respecta al derroche de las galas Ceres y, paralelamente, a los hachazos contra el transporte escolar, Monago contó con la colaboración entusiasta de su entonces consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales Basarrate, que, desde su llegada al cargo, no dejó de denunciar las irregularidades y presuntos delitos de la anterior etapa socialista en la gestión del Festival de Mérida -que están siendo juzgados-, al tiempo que ella defendía el nuevo despilfarro sin ningún escrúpulo.
Casi 17 millones de euros fueron adjudicados a dedo a la empresa de Cimarro, eludiendo el obligado concurso público.
Al mismo tiempo, el presidente Monago y su consejera Nogales daban cobertura política a dos hechos gravísimos totalmente irregulares que también rozan lo punible: la adjudicación a dedo, al empresario Jesús Cimarro, de la explotación de las galas Ceres, y la adjudicación igualmente a dedo de la explotación de las cuatro ediciones del Festival de Mérida durante el mandato de ambos, en total cerca de 17 millones de euros de dinero público. No hubo posibilidad alguna de que dichas galas -totalmente innecesarias- y de que esas cuatro ediciones del Festival hubiesen sido realizadas a un coste menor y con la posibilidad de mayor calidad, porque, infringiendo la normativa vigente en materia de contratos del sector público, tales conductas impidieron la libre concurrencia y la necesaria competencia de las otras empresas del sector.
El presunto sobrecoste de las galas Ceres es de más del 50%.
En relación con las cuatro galas Ceres -en total cuatro noches de espectáculo a dos horas por noche- ese dedazo y esa elusión de la libre concurrencia y la competencia de otras empresas -y la falta de control político-, hizo que el “coste” de las mismas se disparase hasta un total cercano a los tres millones de euros. Tales procedimientos condujeron, naturalmente, a una serie de irregularidades y acciones faltas de transparencia, que derivaron en un presunto sobrecoste de más del 50% sobre el coste real de las mismas.
5 CONDUCTAS MUY GRAVES
Es decir, en este asunto hallamos, pues, cinco conductas muy graves, como son:
1).- El destino irregular de fondos millonarios que se hurtaron de otras partidas presupuestarias para dedicarlos a cuatro espectáculos de autobombo.
2).- El despilfarro de millones de euros en una región pobre en la que, los propios dirigentes que lo perpetraban daban al mismo tiempo hachazos a servicios e infraestructuras esenciales de la comunidad.
3).- La adjudicación a dedo de las galas Ceres a Cimarro, obviando el obligado concurso público.
4).- El presunto sobrecoste de las galas Ceres, que, según el análisis de diversos expertos en la materia, supera en un 50% el coste real.
5).- La adjudicación a dedo de las cuatro ediciones del Festival de Mérida a Cimarro, obviando el obligado concurso público. La captura de pantalla de la web de Pentación que publicamos, en la que Cimarro reconoce públicamente que “Desde el año 2012, el Gobierno de Extremadura externalizó la gestión de esta cita anual encargándosela a la empresa Pentación Espectáculos con su director, Jesús Cimarro, al frente”, no deja lugar a dudas.
Todo ello, como decimos, representa un monto cercano a los 17 millones de euros, que fueron adjudicados a una sola persona, impidiendo la concurrencia y la competencia de otras empresas.
OCHO AÑOS DE INVESTIGACIÓN
Hemos tardado ocho años en poner en pie toda esta escandalosa información que pone de manifiesto el modo caciquil y arbitrario de actuar de unos gobernantes sin escrúpulos. Reunir los documentos necesarios, recabar los testimonios oportunos y contar con el análisis de los numerosos expertos que hemos consultado -cuya coincidencia en sus conclusiones es absoluta-, no ha sido tarea fácil, por la resistencia de las persona, instituciones y empresas concernidas a facilitarnos ninguna información.
Hemos querido contrastar repetidas veces nuestra información con los responsables, y su respuesta ha sido siempre el silencio.
A partir de hoy vamos a ir publicando, en sucesivos capítulos -a fin de desentrañar a fondo unos números escandalosos que la opinión pública y, sobre todo, los contribuyentes extremeños deben conocer- el resultado de nuestra investigación y nuestro análisis. Y si hemos tardado más en hacerlo ello se debe también a que, desde hace muchos meses, hemos venido solicitando al Partido Popular de Extremadura, al expresidente Monago, al Patronato del Festival de Mérida, a la empresa Pentación Espectáculos, a su titular Jesús Cimarro, y al que parece ser que fue el director de las galas Ceres, señor Palacios, su versión de los hechos, sus cuentas y sus cifras. Nos hemos dirigido a todos ellos en numerosas ocasiones tanto por teléfono, como por correo electrónico y WhatsApp, sin que hayamos tenido respuesta en ningún momento.
(Próximo capítulo: Cimarro cobró por la dirección de una gala de dos horas lo mismo que el sueldo anual del presidente del Gobierno).
(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son 74 sonetos (poesía, Fundación Academia Europea de Yuste), Los pecados increíbles (novela, De la Luna Libros), Susana y los hombres (relatos, Editora Regional de Extremadura) y El Viaje del Tiburón (novela, Caligrama Penguin Random House).
SOBRE EL AUTOR
José Mª Pagador y Rosa Puch, casi 100 años de periodismo
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