El Festival de Teatro Clásico de Mérida reporta cada año a su director, el productor teatral Jesús Cimarro alrededor de un millón de euros, por lo que, al final del ciclo de ocho años que termina en 2019, y sin contar que le pueda ser prorrogado nuevamente el contrato en esa fecha, el empresario se habrá llevado de Extremadura cerca de nueve millones de euros (incluido el beneficio de los premios Ceres), un verdadero escándalo para una región tan pobre y para la escasa repercusión nacional e internacional del evento.
En 2012 el presidente del PP de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza, privatizó el principal evento cultural de la región, el Festival de Teatro Clásico de Mérida, y lo entregó al empresario teatral vasco-madrileño Jesús Cimarro (Pentación Espectáculos es el nombre de su empresa), un negocio redondo para este, si se tiene en cuenta, además, que Monago le concedió también a dedo la organización de las cuatro “galas” de los llamados premios Ceres de teatro, que costaron otros tres millones de euros según informa la Junta de Extremadura. Con buen criterio, el presidente que salió de las urnas en 2015, el socialista Guillermo Fernández Vara, canceló dichos premios, aunque luego ha seguido los pasos de su predecesor manteniendo la privatización del Festival y confirmando a Cimarro en la dirección.
El socialista Fernández Vara ha perpetuado la privatización del Festival que hizo Monago.
Durante los cuatro años de Monago, pues, el presupuesto total manejado por Cimarro, a razón de una media de 3,4 millones de euros por edición, más los tres millones de los premios Ceres, asciende a 16,6 millones de euros, sin contar el IVA.
En la actualidad, y ya en el nuevo mandato del socialista Guillermo Fernández Vara, que acaba de renovar el contrato al empresario hasta 2019 inclusive, Cimarro administra un presupuesto cuatrienal de 14.076.100 euros, a razón de 3.519.025 euros anuales, también sin contar el IVA. En total, pues, el empresario habrá manejado en estos ocho años un total de más de 30 millones y medio de euros, es decir, más de 5.100 millones de las antiguas pesetas. De ellos, 19 millones son dinero público, correspondientes a la aportación de tres millones de la Junta a los premios Ceres y los dos millones anuales de media de las subvenciones al Festival concedidas por diferentes instituciones durante estos ocho años.
Cada año, desde que se hizo cargo del “negocio” del Festival, el señor Cimarro afirma que el evento tiene superávit y hace una triunfalista entrega pública del correspondiente cheque al consejero de Cultura o el presidente de la Junta de turno, que lo dan por bueno sin ningún espíritu crítico –o tal vez a sabiendas y en beneficio del autobombo político/teatral-, lo mismo que los medios de comunicación que reciben publicidad del evento. A finales de noviembre de 2017, Jesús Cimarro y Fernández Vara anunciaron en rueda de prensa un superávit de 618.431 euros, una noticia completamente engañosa teniendo en cuenta que, en realidad, la última edición del Festival –al igual que las anteriores- ha tenido un déficit de casi millón y medio de euros, como informamos recientemente en PROPRONEWS (La interesada mentira de las cuentas del Festival de Teatro de Mérida), dado que los gastos totales ascendieron a 3.519.025 euros, según los propios presupuestos de la Junta de Extremadura, y los ingresos por taquilla, según lo declarado por el propio señor Cimarro, solo fueron de 2.090.149 euros.
PINGÜES BENEFICIOS
En nuestra información anterior explicamos de dónde puede provenir la “justificación” del falso superávit, según las hipótesis de solventes figuras de la cultura en Extremadura que prefieren permanecer en el anonimato. Por otro lado, dichas fuentes señalan que “si el señor Cimarro devuelve 618.431 euros es porque él se lleva el doble, y con esa maniobra de distracción trata de evitar que fijemos la atención en sus elevados beneficios”. Otra fuente conocedora de los entresijos del Festival dice: “Yo creo que el millón de euros por edición para Pentación es muy factible. Y probablemente más. Hay que tener en cuenta también los beneficios indirectos (anteriores) y posteriores, porque Cimarro lleva a Mérida montajes que luego coloca en sus teatros madrileños y en otras plazas. Incluso a veces los estrena primero en su teatro y luego los lleva al Festival. Y todo eso con dinero público. Escandaloso, pero cierto”.
En PROPRONEWS hemos querido conocer con exactitud los ingresos del señor Cimarro por cada edición del Festival y calcular el dinero que se va a llevar de Extremadura al término de los ocho años de vigencia de su contrato, habida cuenta de que estamos hablando de dinero público y de una de las regiones más pobres de España. Para ello hemos consultado a numerosas fuentes del mundo de la cultura y del teatro en Extremadura y en España, incluida, por supuesto, su empresa, Pentación Espectáculos, a la que ayer enviamos un correo electrónico solicitando dicha información, sin que a día de hoy hayamos recibido respuesta, como tampoco nos respondió el empresario a anteriores correos y llamadas telefónicas.
Dado el oscurantismo y la falta de transparencia que practica la actual Junta de Extremadura –todavía estamos esperando que el gobierno socialista extremeño nos informe de las irregularidades cometidas por el señor Monago en el reparto de la publicidad institucional durante sus cuatro años de mandato, asunto del que también informaremos con detalle próximamente- y el silencio de Pentación y de Cimarro, hemos tenido que recurrir a un cálculo basado, por un lado, en indicios económicos plausibles y, por otro, en el testimonio de las fuentes citadas. Y el resultado es el mismo: el señor Cimarro obtiene en torno al millón de euros por cada edición del Festival.
Según estos cálculos, si de los 3,5 millones de euros de coste de las ediciones actuales restamos un millón y medio que es, aproximadamente, el caché global de las compañías y los artistas intervinientes, y destinamos otro millón a los demás gastos y a la publicidad, sin contar el “superávit” queda un millón, que sería el beneficio del empresario. Eso, sin contar otros ingresos derivados de la explotación de los montajes de Mérida en los teatros o ciclos externos de Pentación. Una de nuestras fuentes lo subraya muy gráficamente: “A este caso se le puede aplicar la analogía del Lazarillo de Tormes. ¿Por qué el ciego supo que Lázaro comía las uvas de tres en tres? Porque él las comió de dos en dos y Lázaro no se quejó. Pues aquí puede ocurrir algo parecido. Cimarro devuelve un “superávit” de 600.000 euros para cerrar bocas y que no nos fijemos en que él se queda con mucho más que eso”.
Con las cifras que se manejan tendríamos, pues, que Cimarro y su empresa Pentación Espectáculos –adjudicatarios una veces a dedo y otras, bajo sospecha de amaño del concurso, según nuevas informaciones de fuentes fidedignas que haremos públicas en los próximos días- en estos ocho años de explotación del Festival de Teatro Clásico de Mérida se habrán llevado en torno a nueve millones de euros, es decir, 1.500 millones de las antiguas pesetas, o sea, el 29% del presupuesto total (ver cuadro adjunto). De confirmarse el dato, como creemos, sería totalmente inadmisible en una región que está a la cola de España en renta y cuyos eventos culturales incluido el Festival de Mérida, según la opinión generalizada del sector cultural extremeño, deben ser gestionados por profesionales propios –que los hay, muchos y experimentados-, desde la austeridad, con el máximo nivel artístico posible y huyendo de la falacia del “récord de espectadores” (lo que lleva a “popularizar en exceso los montajes”) –como ocurrió en recordadas y exitosas etapas anteriores al desastre de las últimas décadas-, en lugar de haberlo convertido en el negocio millonario de una empresa privada a costa del dinero público.
COSTE DEL FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE MÉRIDA 2012-2019
Importe en euros | |
Con Monago (2012-2015, incluidos premios Ceres) | 16.600.000 |
Con Vara (2016-2019) | 14.076.100 |
Total | 30.676.100 |
Aportaciones de dinero público (incluidos premios Ceres) | 19.000.000 |
Beneficio estimado de Cimarro | 9.000.000 |
(Próximamente: Sospechas de amaño en la adjudicación del Festival de Mérida).