Don Jesús:
Usted no me conoce y por tanto ignora que conmigo las amenazas surten justamente el efecto contrario del pretendido, es decir, me reafirman en mi labor y refuerzan aun más mi ánimo. Le digo esto porque a través de diversas vías me ha llegado la información al parecer fidedigna –el rumor ya circula por Madrid y por el mundillo teatral español- de que ha dado usted la orden, creo que al abogado de una de las asociaciones que preside -¿ni siquiera va a pagar usted el coste de su letrado?-, para que prepare una querella contra mí por las informaciones que vengo publicando en relación con el Festival de Mérida, el negocio que tiene usted montado con el mismo tanto de manera directa como indirecta y el concurso convocado para el próximo bienio/cuatrienio, que contiene cláusulas que le benefician exclusivamente a usted y que ha sido recurrido por las otras dos empresas concurrentes, lo que ha motivado la suspensión de la Mesa de Contratación correspondiente.
YO NO ME ASUSTO
Mire, don Jesús, yo no soy hombre que se asuste fácilmente y, en cambio, sí soy de los que llegan hasta el final. Lo que estoy haciendo ahora, que es informar sobre lo que sucede, destapar los casos en los que veo, al menos, irregularidades, defender la limpieza de los concursos públicos, y colaborar –como periodista y como ciudadano- a que el dinero público siga un curso de ejecución lo más honrado posible y evitando su derroche –y me parece un dispendio inasumible en una región como Extremadura un gasto de más de 30 millones de euros en cuatro años por un Festival que puede hacerse mejor y por bastante menos, a juicio de expertos cualificados, pues, entre otras cosas, se ha cargado usted la esencia grecolatina del mismo, bajándolo a un nivel populachero en el que, si lo más importante es la afluencia de público, yo que usted incluía partidos de tenis y combates de boxeo, ya que a la lucha grecorromana tampoco estaría usted dispuesto, visto lo visto-, llevo haciéndolo desde finales de los años 60 del siglo pasado en pleno franquismo, cuando esto era mucho más difícil y peligroso que ahora.
A lo largo de mi vida profesional -52 años ya- he publicado infinidad de informaciones sobre casos de irregularidades, corruptelas y corrupciones, tanto relativos al mundo de la empresa como al de la política, he ahorrado millones a las arcas públicas como consecuencia de la forzada corrección de irregularidades manifiestas obligada por mis informaciones –por no decir algo peor-, he recibido amenazas de todo tipo, me han llegado anónimos con amenazas de muerte, he sufrido atentado –un 18 de julio de los 80 la ultraderecha quemó mi coche-, fui represaliado con una larga mili en el Sáhara estando ya casado y con empleo de periodista en la Península y con hijos, con derecho por tanto a hacer el servicio militar en mi región, y hasta vine en la lista de los 100 primeros periodistas españoles que iban a ser fusilados el 24-F según publicó la prensa de la época. Quiero decirle con esto –y solo es un pequeño resumen de lo que he tenido que aguantar- que estoy más que curtido como objeto de intimidación que, en mi caso, no solo no surte jamás efecto sino que, por el contrario, me reafirma en mi trabajo y acrecienta mi resolución de seguir adelante.
Por todo ello, le invito formalmente a que presente cuanto antes la querella que me dicen prepara usted, pero le ruego que la fundamente de manera inapelable porque, de lo contrario, no solo va a perderla, sino que le corresponderé con otra por falsa denuncia. Así que, sea valiente y queréllese, por favor, porque estoy deseando exponer este asunto –todo lo sucedido desde 2012 hasta ahora, que es mucho- ante un tribunal, con las numerosas irregularidades que hay en él.
NUNCA ME HAN RESPONDIDO
Como recordará usted, desde hace ocho años, es decir, desde que José Antonio Monago le concedió a usted a dedo el Festival de Mérida y los premios Ceres –dispendios millonarios y absolutamente injustificables y menos en una región como Extremadura- he venido solicitando a la Junta de Extremadura, a usted y al Consorcio del Festival de Mérida, tanto por correo electrónico –de lo que guardo constancia en mi archivo- como telefónicamente, información sobre las cuestiones citadas y siempre me la han denegado ustedes. Es posible que en las informaciones que publico se deslice algún error que, en todo caso, sería involuntario. Caso de ser así, le rogaría me lo indicase para corregirlo. Pero la esencia de mis informaciones es absolutamente exacta y fidedigna y no solo me reafirmo en lo publicado sino que seguiré informando al respecto todo lo que sea necesario.
Mi decisión de publicar lo que considere oportuno en relación con la verdad de lo que sucede –en su caso y en todos cuantos lleguen a mi conocimiento- y la defensa de los derechos, míos y de la ciudadanía, a la libre información, la libre expresión y la buena administración de los recursos públicos se fundamenta en tres aspectos de mi persona: 1.- como periodista tengo la obligación de hacerlo; 2.- como ciudadano estoy obligado también a velar por el correcto manejo del dinero público, 3.- y como persona de izquierdas y votante socialista, estoy comprometido en esta lucha por la limpieza de los procedimientos y la escrupulosidad en la gestión de las arcas públicas, y todavía más cuando esa administración se llama socialista y de izquierdas, es decir, cuando son “los míos”, aunque a veces, como en este caso y en otros, no me reconozca en ellos.
Repito, si en informaciones relativas a usted y al Festival de Mérida me he equivocado en algo, le ruego me lo diga y, si me demuestra usted que es así, estoy plenamente dispuesto a rectificar, dado que, desde el primer día, les he pedido a usted, a su oficina, a la Junta y al Consorcio, las informaciones pertinentes con su versión de los hechos y siempre he recibido el silencio por respuesta.
EL PORQUÉ DE PROPRONews
A lo largo de mi vida profesional, como le decía, he sido objeto de numerosas presiones y amenazas, y de instancias mucho más altas que usted, para que no hiciera lo que debía y puedo garantizarle que nunca lo consiguieron. Al final incluso llegaron a censurarme en medios regionales y nacionales con los que colaboraba –gratuitamente, por cierto- obligándome a abandonar esas tribunas y creyendo que con ello iban a silenciarme. Por eso fundé PROPRONews, humilde publicación que, por cierto, en su caso como en otros, se ha revelado como absolutamente imprescindible pues, sin nuestro concurso, estos asuntos –el suyo y otros- no saldrían a la luz. Y mire que ahora, cuando todo esto trasciende a la esfera pública, me llegan a diario nuevos datos, quejas e informaciones de personas del mundo teatral y de otros, que se ofrecen espontáneamente a colaborar con nosotros para arrojar todavía más luz sobre estos asuntos y sobre otros más. Por algo será, ¿no cree?
Tengo como testigos de la veracidad de lo que publico a mis fuentes y le garantizo que son muy solventes y ya me han confirmado que están dispuestas a venir a juicio a requerimiento de esta parte si llega el caso, que lo dudo. También llamaré como testigos, una vez se sustancie su querella, al personal que anteriormente trabajó para el Festival de Mérida, al personal actual del Consorcio, incluido su director-gerente, D. Pedro Blanco Vivas, a los cargos de las consejerías que tienen que ver con el asunto y, por supuesto, a D. José Antonio Monago Terraza y a D. Guillermo Fernández Vara, para que expliquen, entre otras cosas que merecen meridianas explicaciones, por qué le concedieron a usted a dedo contratos millonarios que requerían un procedimiento de concurso público.
Al cabo de 71 años de vida y 52 de profesión, lo único que tengo es una pequeña pensión y una casa, que pongo a su disposición para indemnizarle si pierdo la querella, pero mi verdadero patrimonio es mucho más importante que cualquier capital o bien material, porque se fundamenta en la honestidad como periodista, el activismo solidario como ciudadano y la lucha por la igualdad y la justicia como socialista. Le aseguro que no tengo nada personal contra usted, pero estoy obligado a defender la verdad y el dinero público y más el dinero público de mi tierra extremeña, tan necesitada de tantas cosas.
Fundé PROPRONews hace ahora dos años, después de tener que abandonar otros medios convencionales en los que colaboraba a causa de la censura que sus directivos querían ejercer sobre mí. Nuestro periódico, en el que trabajamos numerosos periodistas jubilados y profesionales, jóvenes y mayores –entre los 19 años del menor y los 85 del mayor-, de otros sectores diversos, no admite publicidad ni subvenciones públicas ni privadas y nadie de los que lo hacemos –periodistas, redactores, licenciados en otras materias, colaboradores literarios, fotógrafos, diseñadores e informáticos- percibe un céntimo por su labor. Nuestro trabajo es totalmente altruista y filantrópico y con él solo buscamos contribuir a divulgar la verdad de lo que sucede –contrastándola al máximo y buscando siempre la versión de cada parte, como la que ustedes nos han negado siempre-, y a hacer mejor esta sociedad lamentablemente basada muchas veces solo en el dinero, el interés personal y el lucro a toda costa.
No queremos –ni, por supuesto, podemos- medirnos con alguien tan brillante y extraordinario como usted, que es uno de los 100 mejores cerebros según Forbes, que es un empresario de postín con un saneado patrimonio y un pujante negocio, que preside un sinfín de organizaciones y es perejil de muchas salsas que, a la postre, sazonan platos que usted comparte y come con otros –desde luego, no cuente conmigo para ese banquete-, que es un reconocido profesional de su ramo y que tiene además la virtud de ganar –o de que le den a dedo otras veces- concursos millonarios que contribuyen al éxito de su economía y prestigio. Pero siendo todo lo que es y teniendo todo lo que tiene, solamente le deseo, para poner la guinda a su pastel, que pueda dormir de bien como duermo yo cada noche.
Bueno, don Jesús, aquí lo dejo, que creo que me he pasado en extensión y confidencias. Pero, eso sí, entre sus muchas ocupaciones diarias –no sé cómo le da tiempo a tanto-, no olvide sustanciar cuanto antes la querella de la que me han hablado. La espero con enorme regocijo. No sería la primera vez, ni mucho menos, que me veo ante un juez a consecuencia de mi trabajo y por decisión de terceros, pero he de informarle que no he perdido ni una sola vez un pleito de este tipo. (Por cierto, si no conoce mi dirección particular para la comunicación de la querella, envíeme un mail a propronews.web@gmail.com y se la facilitaré con muchísimo gusto).
Suyo,
José Mª Pagador Otero/Periodista y ciudadano extremeño y español.
(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son 74 sonetos (poesía, Fundación Academia Europea de Yuste), Los pecados increíbles (novela, De la Luna Libros), Susana y los hombres (relatos, Editora Regional de Extremadura) y El Viaje del Tiburón (novela, Caligrama Penguin Random House).
SOBRE EL AUTOR
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