¿Pueden desaparecer las universidades tal como hoy las conocemos?

10 preguntas clave del “puede pero no debe” y 5 cuestiones sobre la importancia de la educación y la salud públicas

4 marzo, 2023

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La educación pública es clave para el futuro. RTVE

Vivimos en un mundo caracterizado por la incertidumbre y los cambios vertiginosos, unos para bien y otros para mal. Ejemplificaré la situación actual con preguntas y respuestas cortas pero cada lector o lectora puede responderlas según su criterio y visión. He aquí las 10 preguntas clave del “puede pero no debe” y la importancia de la educación y la sanidad públicas.

Uppsala, Suecia.-

¿Puede haber una guerra nuclear devastadora para la vida y para el planeta? Puede, pero no debe. Hay armas nucleares en la cantidad y capacidad de acabar con la vida en el planeta.
¿Puede el ser humano autodestruirse producto de la violencia? Puede, pero no debe. Hay más de 30 guerras en el mundo de seres humanos matando, hiriendo o mutilando seres humanos, sumado a las múltiples formas de violencia tales como: la originada la narcoactividad y el crimen organizado, las pandillas y grupos delincuenciales, la delincuencia común, la violencia intrafamiliar y la violencia de género, etc.
¿Pueden las armas convencionales ser sustituidas por otras más modernas y con mayor capacidad de destrucción? Pueden, pero no deben. Las armas modernas hacen eficiente, pero ilegítimo uso de las tecnologías disruptivas para elevar su capacidad de destrucción y muerte (aviones, barcos, misiles, drones, etc.).
¿Pueden acumularse grandes riquezas y desperdiciarse millones de toneladas alimentos mientras miles mueren diariamente de hambre y millones padecen de pobreza, hambre y mal nutrición? Se puede, pero no se debe.
¿Puede el planeta Tierra desaparecer por la colisión con un meteorito gigante? Puede, pero no debe.
¿Puede el cambio climático acabar con la vida en el mundo? Puede, pero no debe. Sobre este tema hay mucho dicho y escrito y lo más reciente fue lo discutido en la COP27 realizada en Sharm el Seij, Egipto en noviembre 2022.
¿Puede una pandemia afectar y paralizar el mundo? Puede, pero no debe. Ya el COVID 19 pudo.
¿Puede la inteligencia artificial sustituir o superar a la inteligencia humana? Puede, pero no debe. La tecnología debe ser para mejorar las condiciones y calidad de vida de los seres humanos, pero no para sustituirlos. Yo una infinita cantidad de bienes y servicios de uso cotidiano en el mundo hacen uso de las “nuevas” tecnologías. Escribo nuevas tecnologías entre comillas porque muchas tecnologías como la internet, la telefonía móvil, la inteligencia artificial, la biotecnología, la nanotecnología etc. ya no son nuevas, pero sus usos, capacidades y alcances son cada vez mayores por tanto son permanentemente nuevas.
¿Pueden la ciencia y la tecnología sustituir a los saberes ancestrales? Puede, pero no debe. Lo que se requiere es complementariedad y retroalimentación permanente, dinámica y sinérgica.
¿Pueden las capacidades, habilidades y destrezas sustituir a los valores? Pueden, pero no deben. Son los valores los que permiten usar la ciencia, tecnología, innovación, acción transformadora, capacidades, habilidades, destrezas y saberes ancestrales para bien y no para ensanchar las enormes brechas económicas, sociales y ambientales ya existentes.

Ni la educación debe ser un negocio ni el estudiante un mero cliente. RTVE

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Hoy más que nunca hay que ratificar la importancia y necesidad de la educación y la salud pública.
Las universidades públicas y privadas tienen que modernizarse y transformarse de manera permanente para elevar su inclusión, cobertura y calidad, pero sin perder la pertinencia sino por el contrario elevándola cada día, para elevar su eficiencia, pero sin perder el impacto social y humano, potenciando cada día de mejor forma la ciencia, tecnología. Innovación y acción transformadora, pero a su vez fortaleciendo los valores que permita modernizar el desarrollo no la pobreza.
Las universidades públicas y privadas (no mercantiles) no deben ser sustituidas por los brókeres tecnológicos que ven la educación con un negocio, y a cada estudiante como un cliente no como un ser humano con potencial, debilidades y fortalezas, necesidades (materiales y emocionales) personales, familiares, comunitarias y sociales.
Las universidades públicas que existen hoy no son las mismas que existían hace 100, 50, 20 ó 10 años en cuanto a su oferta académica de grado y postgrado (carreras, contenidos curriculares, enfoques pedagógicos y didácticos, etc.), en cuanto a la cantidad y calidad de la investigación e innovación que realizan, en cuanto a su trabajo de extensión, etc. El contenido de su trabajo se ha transformado, aunque la forma y tamaño de sus aulas siga siendo muy parecido. Ahora están obligadas a transformarse a una velocidad muchísimo mayor para elevar su cobertura, inclusión, calidad, pertinencia, eficiencia e impacto, pero teniendo a la persona, a la familia, a la comunidad y a la sociedad como centro en las que la ciencia, tecnología e innovación son y deben ser medios necesarios y a estas alturas del desarrollo imprescindibles, pero no fines para una vez más trabajar por modernizar el desarrollo no la pobreza. Universidades con firme e indeclinable compromiso con el desarrollo de capacidades y valores humanos requeridos para la construcción de una sociedad más justa, más equitativa, más solidaria, más sostenible, más humana en la que sea cierto que nadie se quede atrás.
Las universidades deben transformarse en cuanto a medios, eficiencia e impacto, pero no deformarse en cuanto a su fin último que son las personas, familias, comunidades y sociedad.

Las universidades son instituciones de insustituible valor e importancia, pero a su vez muy complejas. Es necesario transformarlas, pero mediante procesos participativos y democráticos (aunque tome más tiempo) de lo contrario: o bien los cambios no son legítimos y por ende no sostenibles o las cambiados son las personas que promueven el cambio y las instituciones siguen igual o peor.

Pretender cambiar una universidad en base a lo deseable, en base a lo ideal o en base a recetas, pero perdiendo la perspectiva de lo real en cuanto a su misión, pero también en cuanto a sus limitaciones y complejidad es como señalar todo lo que debe ser cambiado en un país desde la oposición pero que es diferente ya estando en el Gobierno.

Las autoridades institucionales y gremiales deben ser lideres (que no es sinónimo de jefes) del cambio y la transformación y no solo administradores de procesos rutinarios y defensores del statu quo.

Como decimos en el Tercer Contrato Social de la Educación promovido por KAIRÓS: “Asumamos el reto, que un mejor futuro solo puede ser construido en el presente, enfrentando las limitaciones y dificultades, haciendo uso de nuestras potencialidades y aprovechando las oportunidades.”

ADELANTE, NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR, UNIENDO LOS VIGORES DISPERSOS CON UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, POR EL BIEN COMÚN.

Nota: Lo sucedido recientemente en Estados Unidos con solo dos horas en que se cayó (por las razones que haya sido) el sistema informático nacional, evidencia la importancia de la tecnología, pero a su vez que las mismas no son la panacea ni son invulnerables. Diecisiete mil (17.000) aeropuertos paralizados, cinco mil vuelos retrasados y mil cancelados con todas las implicaciones económicas, sociales y humanas que eso tuvo.

(Telémaco Talavera es Doctor Ingeniero Agrónomo, Rector Emérito de las Universidades Nacional Agraria y Nacional Autónoma de León (Nicaragua), Doctor Honoris Causa por las Universidades de Ciencias Agrícolas (Suecia) y Dubna International University (Rusia), entre otras, investigador, escritor y articulista de prestigio internacional, y Coordinador General KAIRÓS : EQUIPO PARA LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA Y SOSTENIBLE – Kairós (kairos-educacion.com).