Al catastrófico resultado electoral de Madrid para el PSOE ha seguido la apertura de expediente de expulsión contra dos destacados socialdemócratas que han desempeñado relevantes papeles en el partido, Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros. Esta reacción furibunda del sanchismo contra ambos ha levantado ampollas en el ala socialdemócrata del PSOE, sin la que no es posible volver a ganar elecciones. De hecho, mientras más se aleja el sanchismo de la socialdemocracia, más se hunde, como demuestran los resultados de Madrid y las encuestas más recientes. Todo ello señala que los votantes socialistas han empezado a abrir expediente de expulsión a Pedro Sánchez, cuya posible derrota en las generales próximas es un horizonte cada vez más probable.
Madrid.-
El sanchismo -un barco a la deriva que tiene como capitán a un político que ha perdido el sentido de la realidad y como jefe de máquinas a un publicista desnortado- planeó la jugada maestra de hacerse con varias de las comunidades gobernadas por el PP, desde Murcia a Andalucía pasando por Castilla y León y Madrid, sin disparar un solo voto, solo urdiendo la traición de Cs. Los resultados de tan sabia estrategia están a la vista. El PSOE ha pasado, por primera vez en democracia, a ser la tercera fuerza en Madrid.
No puede abrir expediente a Leguina y Redondo por hacerse una foto con Ayuso el mismo que pacta con Otegui y Junqueras.
En las elecciones autonómicas de 2019 el PSOE obtuvo 884.218 votos. El pasado 4 de mayo bajó a 610.190, lo que quiere decir que 274.000 votantes socialistas, nada menos que el 31% de los que tenía en la comunidad, no le votaron esta vez. Las últimas encuestas publicadas después del desastre indican que el sanchismo pierde centenares de miles de votantes en toda España, de los cuales, medio millón de votantes socialistas votarían actualmente al PP, según una de estas recientes consultas.
OTRA GOTA EN EL VASO
El inicio de expediente de expulsión a Joaquín Leguina y a Nicolás Redondo es otra gota colmando el rebosante vaso de la paciencia socialdemócrata. Tal aviso de castigo obedece a que Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de la Comunidad de Madrid, visitó el día 22 de abril la Fundación Alma Tecnológica que preside Nicolás Redondo y de la que Leguina es patrono. En la foto institucional salieron los tres y esto enfureció a Moncloa. Ninguno de los dos expolíticos, que mantienen su militancia socialista, pidieron en ningún momento el voto para Ayuso ni participaron en acto alguno de la presidenta. Al contrario, ambos han reiterado su lealtad socialista, pero han publicado contundentes respuestas al expediente. Respuestas que prueban lo desacertado e injusto del anunciado castigo.
Muchos militantes, votantes y simpatizantes socialistas se preguntan -nos preguntamos- cómo puede ser motivo de expulsión una foto institucional con la presidenta de tu comunidad (sea del signo político que sea) que realiza una visita oficial a una entidad de la que eres el obligado anfitrión y, en cambio, no merezca reproche partidario alguno coaligarse con un político como Pablo Iglesias, que busca la destrucción de lo que él llama el “régimen del 78”, es decir, nuestra democracia constitucional, o negociar con Otegui/Bildu, herederos de los pistoleros que tuvieron amenazado de muerte a Nicolás Redondo Terreros, entonces secretario general de los socialistas vascos, y con Junqueras/ERC, condenados por sedición y cuya hoja de ruta consiste en romper España.
El PSOE perdió 275.000 votantes en la comunidad de Madrid, casi un tercio de los que le quedaban.
Si el 4M ha supuesto un determinante voto de castigo contra Pablo Iglesias y su expulsión de la política institucional, no lo ha sido menos para Pedro Sánchez, a quienes los votantes socialistas le están mostrando ya claramente la puerta de salida con el resultado de Madrid y las posteriores encuestas; y esto es tanto más así cuanto más proclama Moncloa que ese resultado no es extrapolable a España.
SANCHISMO O SOCIALDEMOCRACIA
Este horizonte tiene difícil arreglo para un sanchismo cada vez más alejado del espíritu socialdemócrata que dio los mayores triunfos al PSOE, y cada vez más en brazos de los extremismos populistas de Podemos y de los separatismos disgregadores de Bildu y ERC. El análisis de las cifras es bien elocuente. EL PSOE ha perdido el 4M el 31% de su electorado en Madrid (nada menos que 274.00 votos), pero si nos remontamos a 2003, año en que los socialistas lograron su mejor resultado en esa comunidad, con 1.225.390 papeletas, el descenso a día de hoy es de algo más del 50%.
Las encuestas empiezan a vaticinar la victoria del PP y el derrumbamiento del sanchismo en toda España.
Y en estas circunstancias, al sanchismo no se le ocurre otra cosa que abrir expediente de expulsión a Joaquín Leguina, el único presidente socialista que ha habido en Madrid hasta la fecha, y a Nicolás Redondo, el secretario general de los socialistas vascos y miembro del parlamento vasco durante los años de plomo de ETA. La respuesta de numerosos socialistas no se ha hecho esperar. El que fuera candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, ha dicho públicamente que la posible expulsión de Leguina y Redondo (al que hay que echar de Moncloa es al otro Redondo, al Iván autor de este desastre), “le costará al PSOE 20.000 militantes y un millón de votos”. Y se queda corto.
O hay un golpe de timón y el PSOE vuelve a la socialdemocracia, o seguirá el camino del PSF y del PASOK, que han desaparecido, o del laborismo británico, en caída libre.
Este periódico ha sondeado la opinión y las reacciones de una cincuentena de cargos, exdirigentes, militantes y votantes socialistas, y la opinión casi unánime es que el expediente de expulsión no solo es injusto sino, sobre todo, una torpeza más en este camino de torpezas y dislates que viene siguiendo el sanchismo desde su pacto con los enemigos de España y de la Constitución.
El peligro que acecha al PSOE a causa de la usurpación de estas siglas centenarias por un grupo de dirigentes y publicistas sin norte ni escrúpulos es el de la irrelevancia. La irrupción de Más Madrid como segunda fuerza política en la comunidad madrileña es un aviso de resonancia nacional. Aducir que el PSOE puede resistir una deriva tan nefasta es ignorar que partidos socialistas tan fuertes y mayoritarios como el francés o el griego, prácticamente han desaparecido en sus países. Hoy el PSF y el PASOK son dos espectros irreconocibles de lo que fueron dos partidos de gobierno en Francia y Grecia. Y lo mismo puede estar pasándole al laborismo inglés, que acaba de cosechar los peores resultados en décadas en las recientes elecciones municipales, en una deriva cada vez más alejada -como aquí- de los intereses nacionales. Tres avisos de que, por fuerte que un partido político haya sido en el pasado, su futuro es negro si no conecta no ya con la realidad social de su país, sino ni siquiera con su propio electorado.
(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son 74 sonetos (poesía, Fundación Academia Europea de Yuste), Los pecados increíbles (novela, De la Luna Libros), Susana y los hombres (relatos, Editora Regional de Extremadura) y El Viaje del Tiburón (novela, Caligrama Penguin Random House).
SOBRE EL AUTOR
José Mª Pagador y Rosa Puch, 100 años de periodismo
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