El resultado de las elecciones autonómicas madrileñas, que puede haber sorprendido a muchos, pero a este periódico no, han tenido, de entrada, dos consecuencias esenciales previstas y publicadas desde hace días por nuestro medio. PROPRONews, que tiene en Madrid decenas de millares de lectores, propugnó que se votase a cualquier partido menos a Vox y a Podemos, los dos peligrosos extremos del espectro. Y así ha ocurrido. Igualmente, pronosticamos la caída fulminante de Pablo Iglesias, y también se ha cumplido el vaticinio. Todo eso es magnífico para España.
Madrid.-
El 26 de abril, nuestro director publicó una de sus Cartas titulada No podemos permitir que los dos extremos totalitarios destruyan nuestra democracia, defendiendo, desde nuestra independencia, que los electores madrileños votasen cualquier opción salvo a la extrema izquierda de Podemos y a la extrema derecha de Vox, dos partidos que envenenan la convivencia nacional y que han introducido en la política de una democracia avanzada como España, tácticas y discursos guerracivilistas que mueven al odio y a la confrontación, y que no pueden tener recorrido en una sociedad evolucionada del siglo XXI.
Se han cumplido los vaticinios de nuestro director y de nuestra redactora Elia de Ros, para tranquilidad de España.
Pues bien, hoy, celebradas ya las elecciones autonómicas madrileñas, en las que han votado los ciudadanos y las ciudadanas de forma masiva, y guste el resultado más a unos o disguste más a otros, hay un hecho de primera magnitud que conviene resaltar, en línea con lo preconizado por nuestro periódico: los dos extremos de la discordia han quedado reducidos a una olímpica irrelevancia.
Isabel Díaz Ayuso, la indiscutible triunfadora, podrá gobernar sin someter sus decisiones al apoyo de Vox, lo cual constituye un elemento formidable de futuro para las perspectivas electorales de Pablo Casado, que rompió públicamente con Vox en el Congreso de los Diputados, y que acaba de resucitar para la vida política española después de que tantos le diésemos por muerto.
Y Podemos, cuyo fracasado líder pasa a lo peor de nuestra historia como el político más tóxico desde la muerte de Franco, queda en una irrelevancia todavía mayor, porque, a eso se le suma el descrédito de apenas haber arañado dos puntos porcentuales y solo tres diputados autonómicos sobre los pobrísimos resultados que ya tenía, cumpliéndose con ello, punto por punto, lo pronosticado a primera hora de ayer, a una jornada completa de conocerse los resultados, por nuestra perspicaz redactora Elia de Ros, que en su información De Podemos a Unidas Perdemos, historia de una caída, lo clavó también, como suele ser habitual en ella.
Por tanto, las dos ideas fuerza mantenidas por este periódico en los últimos días, se han cumplido al ciento por ciento en estas elecciones. La independencia permite analizar la realidad con desapego y distancia y eso siempre tiene buenas consecuencias para los lectores.
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