Ayuso arrasa… a Casado

“El Hormiguero” termina de entronizar a la presidenta madrileña como la estrella emergente del PP

10 noviembre, 2021

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Una estrella en ascenso y un PP en descenso. A3

Anoche, los clientes de los bares de Madrid con televisión y, por supuesto, los integrantes de incontables hogares de la Comunidad, estuvieron pegados al televisor para ver la intervención de Isabel Díaz Ayuso en “El Hormiguero”. Durante la media hora larga que duró el programa, la naturalidad, el desparpajo y el sentido común de la Ayuso fueron la comidilla de los madrileños. Los comentarios que pudimos escuchar en esos locales -y ver luego en las redes- fueron en su mayoría positivos para la presidenta y negativos para Pablo Casado, el líder del PP que, según la opinión general, está cometiendo el error de su vida. El éxito de Ayuso en el programa podría haber sido también el éxito de Pablo Casado. Pero la cerrazón de Génova ha logrado que Ayuso no solo arrase en la audiencia del día, sino que arrase a Casado.

Madrid.-

Un líder fuerte es aquel que es capaz de integrar en su organización a quien descuella y alcanza el éxito. Pero si el líder de un partido intenta eclipsar a quien dentro de la organización alcanza el favor de la ciudadanía -las urnas son las que miden ese favor-, no solo es un líder débil, sino que, lo peor, es un líder estulto.

La audiencia y la repercusión mediática que ha alcanzado Isabel Díaz Ayuso en el programa de Pablo Motos -donde se mostró, con toda naturalidad y desparpajo, como una política con las ideas claras y la determinación intacta- avalan la proyección que la presidenta madrileña ha alcanzado ya en toda España. Y cuanto más intenta relegarla el PP de la presidencia del partido en Madrid, más crece y se proyecta la figura de ella en el país, del mismo que, si Pablo Casado hubiera visto a tiempo lo que venía y la hubiera convertido en su aliada, ahora sería él el que se beneficiaría de esa proyección y ella, ungida con el cargo orgánico madrileño del partido, la que quedaría circunscrita al ámbito exclusivo de su comunidad autónoma.

La Comunidad de Madrid -en público y en privado- estuvo pendiente anoche de la entrevista a su presidenta.

Es inconcebible la ceguera y la torpeza de las que puede enfermar un político. Pedro Sánchez es un claro ejemplo de ello, con la primogenitura que entregó a un rasputín de tres al cuarto como Iván Redondo en detrimento del PSOE, y que tantos disgustos le ha costado. Otro ejemplo olímpico de torpeza y falta de visión es Pablo Iglesias, con la degradación a la que llevó nada menos que a una vicepresidencia del Gobierno de España y, luego, con su pirueta a encabezar la lista de Podemos por Madrid y el enorme fracaso que cosechó.

Lo más visto del día y de muchos días. A3

UN LÍDER BOBO

Y ahora, Pablo Casado vuelve a demostrarnos lo bobo que puede ser un líder, cuando, con un capital político inmenso en sus manos -la ola de unanimidades que ha concitado la Ayuso entre el electorado de Madrid, pasando de 30 a 65 escaños, robando centenares de miles de votos incluso al PSOE y sacando mejor resultado que la suma de las tres formaciones de izquierda juntas-, está no solo dilapidando ese capital, sino haciendo inviable su futuro político personal.

La torpeza del líder del PP con la presidenta madrileña impedirá su llegada a La Moncloa.

La excusa es su negativa a que Isabel Díaz Ayuso sea, al mismo tiempo, presidenta del PP de Madrid, una aspiración lógica de la presidenta, no solo porque sus homólogos varones de Galicia, Andalucía, Castilla León y Murcia, son también presidentes del partido en sus comunidades, sino también porque la líder que va a regir los destinos de Madrid durante, al menos, un par de legislaturas, tenga la libertad de organizar sus equipos orgánicos y políticos, por una mera cuestión de coherencia y confianza.

Estoy segura de que si fuese al revés, si Ayuso fuese la alcaldesa y Almeida fuera el presidente de la Comunidad y aspirase a la presidencia del PP madrileño, Casado no habría puesto ninguna objeción. Porque también hay en el fondo de esta absurda pugna un punto de machismo y de trasnochado patriarcalismo.

De haber integrado a Ayuso en sus aspiraciones, haber reconocido su éxito, y haberla aupado el propio Casado a la presidencia del PP de Madrid, hoy el viento de las encuestas soplaría mucho más a favor del líder y la fortaleza de ese tándem podría llevar al segundo en volandas a La Moncloa. Lo que está sucediendo, en cambio, abunda en el hoy por hoy certero diagnóstico que nuestro director hizo sobre él en 2018 y en 2020, al llamarlo Pablo Pasado: Pablo Pasado: regreso al futuro del aznarato, Pablo Pasado, el líder que no fue ni será.

La venganza sobre Iván Redondo fue hasta elegante. A3

“IDA”, LA INSIDIA DE REDONDO

Isabel Díaz Ayuso no solo ha logrado en Madrid un éxito similar al de Feijóo en Galicia, sino que, además, lo ha hecho con todo en contra, incluyendo el aparato manipulador de Moncloa en manos de Iván Redondo, de cuyo magín salió la insidia de utilizar las siglas de su nombre para llamarla IDA, evocando rastreramente la enfermedad mental que padeció el padre de la presidenta y lanzando la infame especie de que su política era el resultado de una persona que, con esos antecedentes familiares, no estaba en sus cabales. También en esto escenificó anoche Ayuso su venganza de pasada, sin darle la importancia de la que Iván Redondo carece, y al que nombró por su nombre una sola vez para evidenciar, subliminalmente, dónde está él y dónde está ella ahora.

Si Casado no rectifica y permite que Ayuso sea la presidenta del PP de Madrid, como lo son en sus comunidades todos sus homólogos masculinos -incluido, además, el fracasado Monago-, no creo que haya que ser una vidente para pronosticar que él nunca llegará a la Moncloa, cuando lo tenía todo a favor para lograrlo, después de la aplastante victoria que ella le dio a él y a su partido en Madrid.

¡Hombres! ¡Tontos hombres pequeñitos! Ya lo dijo Alfonsina Storni:

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes
ni me entenderás.

(Elia de Ros es periodista, con décadas de experiencia profesional en diferentes medios de prensa, radio y TV).