La desazonada pirueta de Pablo Iglesias dimitiendo de la vicepresidencia segunda del Gobierno de España para postularse como candidato de toda la izquierda a la izquierda del PSOE para las elecciones del 4 de mayo, ha tenido la virtud de terminar de desdibujarle a él y de encumbrar a las dos mujeres que va a tener en contra de su candidatura, una Isabel Díaz Ayuso (PP) que sale reforzada del desafío de Iglesias, y una Mónica García Gómez (Más Madrid) que agiganta su figura en el contraste con el todavía vicepresidente del gobierno. Con un demoledor vídeo de tres minutos y medio y los seis torpedos que contiene, Mónica García ha terminado de desmontar la absurda maniobra de un político cada vez más desnortado.
Madrid.-
Las medias sonrisas que hemos visto hoy en la cúpula de Más Madrid, lo decían todo. Había llegado la hora de la revancha. Todas las humillaciones, desprecios, ninguneos y ceses perpetrados por Pablo Iglesias durante años contra sus más directos colaboradores y aliados, entre ellos y de manera destacada, contra Íñigo Errejón, el líder de Más Madrid, han sido cobrados de una vez.
La oferta del abrazo del oso de Pablo Iglesias a Más Madrid no tenía recorrido, porque Podemos Madrid es una fuerza residual y porque Íñigo Errejón triplica sus números.
El no de la formación a la oferta de Iglesias de una lista conjunta -se supone que encabezada por él, claro-, para competir en las próximas elecciones autonómicas de Madrid, es un sonoro bofetón en ambas mejillas del todavía vicepresidente del gobierno y todavía líder morado y, lo que es peor para él, la dinamitación de su presuntuosa estrategia electoral, convencido como estaba de que su “desembarco” en las fuerzas a la izquierda del PSOE iba a ser triunfal y sin contestación.
Por el contrario, el sonoro “no” de Más Madrid, pronunciado rotundamente por boca de su candidata, la coordinadora general de dicha formación, diputada en la Asamblea de Madrid y médico anestesista del Hospital 12 de Octubre, ha tenido el efecto no buscado por Iglesias de potenciar y hacer mucho más visible a Mónica García (47 años), del mismo modo que esta última pirueta -desesperada- del todavía vicepresidente le hace a Díaz Ayuso el inmenso favor de aglutinar en torno a ella el voto de la derecha y del centro madrileños, haciendo muy posible que la suma de las derechas termine ganando los comicios.
Isabel Díaz Ayuso y Mónica García Gómez salen potenciadas de la maniobra de Pablo Iglesias.
Para cualquier observador medianamente sensato, la oferta del abrazo del oso de Pablo Iglesias a Más Madrid no tenía recorrido, no solo porque en este caso Podemos Madrid es una fuerza residual (179.046 papeletas y 7 diputados, con un raspado 5,6 % de los votos en 2019) y porque Íñigo Errejón triplica sus números (471.538 votos, 20 diputados y 14,69%), sino porque tampoco el todavía vicepresidente es ya un oso temible que pueda abrazar nada. En todo caso, y por seguir con el símil castizo, a estas alturas Pablo queda tan sólo en ser un madroño agostado en un parterre de Galapagar, sin posibilidad ninguna de reflorecimiento.
ANDANADA DE TORPEDOS
Decimos que la negativa de Más Madrid es un bofetón a Iglesias y nos quedamos cortas. Porque lo que es, en realidad, es una andanada de torpedos dialécticos, administrados en ráfaga al todavía vicepresidente, y a cuál más duro y sonrojante.
El vídeo de tan solo 3 minutos y 22 segundos, que una más que creíble Mónica García ha colgado en las redes y que el lector puede ver y escuchar junto a estas líneas, lo dice todo de Iglesias sin nombrarle. Después de recordar los diez años que ella lleva “haciendo política en Madrid”, resaltando que consiguió frenar la privatización de la Sanidad, que en estos meses duros de la pandemia ha estado “en lo que considero mi segunda casa”, la UCI del Hospital 12 de Octubre, que lleva un año haciendo “una oposición férrea a todas las chapuzas de la señora Ayuso”, todo eso dicho en el primer medio minuto, la candidata de Más Madrid empieza de inmediato a lanzar una tremenda andanada de torpedos a la línea de flotación de Pablo Iglesias.
TORPEDO 1.- “Madrid no es una serie de Netflix que haya empezado el pasado miércoles con la convocatoria de elecciones”.
TORPEDO 2.- “Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio, para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos”.
TORPEDO 3.- “Las mujeres hemos demostrado con creces que somos capaces de frenar a la ultraderecha sin necesidad de que nadie nos tutele”.
TORPEDO 4.- “A la irresponsabilidad de la señora Ayuso de convocar unas elecciones en una pandemia, no podemos sumarle ni más frivolidad, ni más espectáculo, ni más testosterona”.
TORPEDO 5.- “No podemos perder ni un solo minuto (en) dedicarnos a mirarnos el ombligo, a hablar de nosotros mismos, a dar golpes de efecto”.
TORPEDO 6.- “Anteponemos los intereses de Madrid por delante de nuestros intereses personales y partidistas”.
Todo ello describe lo que Mónica García y, lo que es peor para él, lo que una inmensa mayoría de españolas y españoles piensan de Pablo Iglesias. Por si alguien no se había enterado, este breve discurso de la candidata de Más Madrid retrata a Pablo Iglesias. Y no lo hace una líder de la derecha, sino la de una formación que está a la izquierda del PSOE.
La respuesta de Pablo Iglesias en forma de tuit denota el bajo estado de ánimo en que le deja la negativa de Más Madrid, una negativa, además, que le pone en evidencia ante todo ese electorado de la periferia de Madrid que peor lo está pasando con la pandemia. Ese “creo que habríamos despertado mucha ilusión con una candidatura unitaria” que hoy mismo ha escrito en Twitter, es el canto del cisne de un político en el ocaso más precoz de la historia de la democracia española. Las cosas se le han torcido tanto al todavía vicepresidente, que es posible que la formación quede por debajo del 5% en votos el 4 de mayo, lo que le dejaría fuera de la Asamblea de Madrid. Porque las debacles electorales de Podemos a lo largo de los últimos años en Castilla La Mancha, Andalucía, Extremadura, Madrid, Galicia, País Vasco, Cataluña, etc., él sigue sin darse cuenta de que son un voto de castigo en primer lugar a su persona.
De cualquier modo, consiga superar el 4 de mayo en Madrid ese mísero 5 % o no, es evidente que ha empezado el final de Pablo Iglesias.
(Elia de Ros es periodista, con décadas de experiencia profesional en diferentes medios de prensa, radio y TV).
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