sábado, 27 abril, 2024
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En el carro de Arjuna

A escala planetaria se nos muestra esa doble confrontación militar y religiosa que estamos repasando

La guerra total en la que estamos inmersos avanza hoy por un bosque donde no es fácil distinguir unos árboles y malezas de otros. Y menos a quienes se agazapan entre sus sombras, por estos o aquellos cerros. Pero más que por las cifras sobre el aumento y pluralidad de los contendientes que se alinean en cada trinchera, con adhesiones o fugas, lo significativo es el abismo que abre el anuncio de que se están desempolvando los nichos que guardan las armas nucleares. Al mismo tiempo que en la cúpula vaticana aquella pelea que hace cinco siglos se entabló por la venta de indulgencias se agazapa hoy tras un desafío por la Sinodalidad.

Xavier Moreno Lara
Xavier Moreno Lara

Madrid.-

Por eso, aunque ocupe el primer plano, el avance de los Leopard no debe eclipsar la ola de revisionismo que sacude hoy la que podíamos llamar oferta transcendente del ser humano, la que configuran las diferentes formas que han adoptado las religiones y escuelas de sabiduría. Revisionismo que tiene poco que ver con el hecho de que algunos de sus líderes – el Papa Francisco o el Arzobispo ortodoxo Kirill- hayan tomado partido a favor o en contra de la invasión rusa de Ucrania.

Si miramos fijamente el abismo, como recomienda hacer Nietzsche si queremos que nos responda, vemos algo más que una pelea entre pueblos que no caben en sus territorios y que por motivos económicos o religiosos busquen manifestarse en el repunte de alguna de las Guerras de Religión que llenan la Historia. Hoy, como siempre, la guerra invade el corazón del hombre cuando éste, al elegir la destrucción, se aparta de esa corriente que hizo que los primates descendieran del árbol para conocer y aventurarse por una senda de hallazgos que ha llevado al hombre a pisar la Luna.

Esta dualidad de corrientes la sintetiza Arnold Toynbee con su visión de los retos y combates con los que Religiones y Culturas han mantenido una alianza simbiótica al mismo tiempo que una lucha por la preeminencia. En una obra de madurez, Civilization on Trial nos ofrece una clave que compendia el detallado análisis que anteriormente había hecho en Study of History sobre las mutaciones de las culturas. Observadas y valoradas en su conjunto las ve como ruedas de esa carroza que en cada momento ha proporcionado al hombre la transcendencia religiosa en sus diversas variantes: “Si un vehículo avanza en una carrera guiado por su conductor es porque marcha sobre ruedas que giran y giran monótonamente. La religión es una carroza y parece como si las ruedas sobre las que progresa hacia el cielo pudieran ser la periódica aparición y derrumbe de las civilizaciones que han intentado unificar el mundo mediante el dominio”.

GENIAL VISIÓN

Propuesta a mediados del siglo XX esa genial visión de Toynbee puede contar hoy con el apoyo de la teoría del Fractal que destaca la absoluta unidad que existe en el Universo entre sus partes y el todo. Uno de los fundadores de la Física Cuántica, Werner Heisenberg, escribió: “El mundo se muestra como un complicado tejido de sucesos en el cual alternan, se superponen o se combinan conexiones de diferentes clases que, al hacerlo así, determinan la textura del todo”. Adelantándose a él, el historiador británico, con esa genial intuición de la unidad de todo el proceso dialéctico entre Religiones y Culturas, conectaba con los avances que se estaban haciendo en el mundo científico, embarcado en las altas matemáticas necesarias para poner una nave en la Luna.

También la Historia, con los saltos que han dado forma a las sucesivas Galaxias, es un gran sistema de interacciones que se ordena de acuerdo con unos programas: el que desarrollan Religiones/Culturas sería uno de ellos, quizás el fundamental. Porque prosperan entre nosotros, los mensajes del fondo místico de Oriente, al mismo tiempo que la Física Cuántica y la Neurociencia nos ofrecen un avance cualitativo para entender e iluminar el misterio del hombre y del universo. Este nuevo conocimiento, que ha descubierto el salto cuántico de los electrones para comportarse como ondas, sí puede reseñarse como un cambio transcendental con resonancias crecientes en la sociedad que lo está viviendo.

Lo evidente es que el entramado de las dinámicas creadas por Religiones y Culturas, que nace con la revolución neolítica, ha llenado la Tierra de cadáveres y ahora se atreve con la Tierra misma, su geografía, sus mares, su bosques… Hazañas que, de una manera más o menos velada, han sido recogidas en las grandes epopeyas que nos desafían, desde la primera de ellas, el Mahabarata, de Viasa, al encararnos con ese momento crucial del comienzo de la batalla en que Arjuna, líder de los Pandavas, duda del sentido del combate porque va a ser a muerte contra los maestros y parientes que han modelado su vida.

SIGLO XXI

“El siglo XXI o es religioso o no será en absoluto” es una frase atribuida a André Malraux (1901-1976) a la que se ha recurrido con frecuencia, a veces con variantes que se refieren expresamente a una u otra opción religiosa. La frase hizo tanta fortuna que el propio Malraux, en una entrevista publicada en 1975, se refiere a ella, sin desmentirla, para matizar su verdadera posición: “Se me ha atribuido esta frase, pero jamás he dicho que el siglo XXI sería religioso o no sería en absoluto porque del siglo XXI yo no sé nada. Lo que yo digo es más incierto: no excluyo la posibilidad de un acontecimiento espiritual a escala planetaria”.

A escala planetaria se nos muestra esa doble confrontación militar y religiosa que estamos repasando. Y si resuena amenazadora al darse con el recurso a las armas de destrucción masiva, no lo es menos al ver que en la cúpula del Vaticano, tras la cortina de los movimientos sinodales, vuelve a repetirse la división de los purpurados. Repitiendo el fondo del gesto de Lutero al colocar en Wittenberg sus 95 tesis contra las indulgencias de Roma, los obispos alemanes no han recurrido a las armas. Estas no tardarían, por aquellas fechas, en ocupar un amplio y destructor espacio en las Guerras de Religión que dividieron Europa. Antes de que les llegue el turno, sus Eminencias pueden repasar el Mahabarata y ver que, aunque lleven a Dios en su carro de combate, no van a librar a Europa de apostasías que, al producirse entre hermanos, son la peor matanza.

(Xavier Moreno Lara es periodista, escritor y filósofo).

SOBRE EL AUTOR

El prestigioso periodista, filósofo y escritor Xavier Moreno Lara, nuevo colaborador de nuestro periódico

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