jueves, 18 abril, 2024
spot_img
InicioPolíticos¡Gracias, indecisos!

¡Gracias, indecisos!

Nos habéis devuelto la confianza en la cordura del pueblo

Desde vuestra voluntaria sombra habéis ocupado la primera plana de todos los medios durante las pasadas semanas y hasta el último momento de la campaña para las elecciones del 28A. El inconsciente colectivo de millones y millones de los llamados a votar os tenía muy presentes, estaba muy pendiente de vosotros. Les ofrecíais la mejor imagen de que había que pensárselo bien antes de meter en la urna un voto arrastrado por la marea de esta interminable y monótona campaña, que ahora se alarga hasta el 26 de mayo, cuando, ojalá, se repita lo visto el 28 de abril.

Xavier Moreno Lara
Xavier Moreno Lara

En esa misma proporción causabais desazón a los gurús del comentario político que, en el mus de las tertulias, no podían hacer su apuesta “a la grande” a la hora de enunciar ese “titular” que les pide quien gestiona la información para traducirla en poder. Comentaristas, y a su rebufo muchos candidatos, os veían como una sombra que contrariaba sus expectativas de lograr un triunfo espectacular en aquel extremo por el que apostaban. Porque vuestro buen criterio ha puesto en evidencia a los voceros y tertulianos que describían España como un país atrapado de nuevo en el mal sueño del Frente Popular.

En estas líneas de agradecimiento por habernos devuelto la confianza en la cordura del pueblo, quiero poner una cierta claridad y color a esa figura vuestra que veíamos borrosa, pero que nos ha transmitido un mandato muy claro. Me perdonareis que, al saludaros con un reconocimiento agradecido, asuma el reto de arriesgarme a poner en palabras ese gesto vuestro tan elocuente como multiforme, puesto que esos millones de votos, al dejar de ser indecisos, se han convertido en decisivos para frenar una campaña basada en la confrontación.

Habéis conseguido serenar la irrupción de los lenguajes extremos, el ya conocido de Podemos como sueño del paraíso comunista y el nuevo toque de clarín de Vox que había tomado sus Cerros de Úbeda como un reverdecer del Valle de los Caídos. Ambos extremos sueñan con resucitar luchas del pasado de las que aún quedan huellas hirientes en las cunetas y en tapias de cementerios. Esos lugares, cicatrices hirientes inexplicables, deben ser borrados con dignidad. Porque hemos aprendido -en buena parte con vuestra lección- que el verdadero terreno para lograr una felicidad más justa y mejor compartida es el corazón del hombre. Vosotros, como los más genuinos conocedores y testigos de las necesidades del pueblo, sois gente de corazón. Y habéis apoyado los gestos de aquellas propuestas políticas que daban prioridad a lo cercano, a lo propio, a la apuesta por proyectos que nos unan.


Vuestro buen criterio ha puesto en evidencia a los voceros y tertulianos que describían España como un país atrapado de nuevo en el mal sueño del Frente Popular.


Como los proyectos nacionalistas o regionalistas que se han visto reforzados y han justificado toda su pluralidad: la defensa de una pequeña región como Cantabria, las diferentes visiones nacionalistas del País Vasco, o la que en Cataluña ha crecido por la verdad de su reclamación cuando se hace a través de urnas avaladas por la Ley.

Habéis derrumbado al PP que, en su propuesta de campaña, lejos de remontarse aprovechando el lastre que le habían obligado a soltar tantas condenas por corrupción, buscaban como aliados a gente que han apostado por la confrontación para sembrar llamadas y toques de clarín que, al deshonrarles a ellos, oscurecen el brillo profundo y verdadero de la bandera que piensan que les arropa.

Al dar el triunfo al PSOE le habéis hecho saber que, igual que vosotros, debe apostar por el equilibrio, el pacto, la armonización de los diferentes y hasta de los contrarios, siempre y en la medida en que estos hayan conseguido apoyos de la ciudadanía. Por eso mismo, uno de los regalos más valiosos de vuestra toma del mando es la llamada a formar un Centro como espacio en el que tantos de nosotros podemos sentirnos cómodos. Ciudadanos apuesta por ocupar un lugar líder, con la garantía de que su proceso de crecimiento se ha debido precisamente a vuestra irrupción, como votantes que no se contentaban con una adscripción bipolar.

TRES LEMAS DE ACCIÓN POLÍTICA

Al daros presencia y dialogar con vosotros en estas líneas me viene el recuerdo de la rectificación que hacía Ortega y Gasset ante los diputados elegidos en las primeras Cortes de la República. Junto con Marañón y Pérez de Ayala había tomado partido por la República, contribuyendo así a la caída de Alfonso XIII. Y se implicó activamente en el nuevo régimen del que fue diputado, distinción a la que renuncia al ver que el nuevo horizonte se polarizaba en los enfrentamientos partidistas. Como resumen de su postura, defendida también en otros foros, publica su ensayo La rectificación de la República. Propone en ese ensayo tres lemas de acción política que no han perdido valor y merecen ser recordados. Los toma de momentos históricos del pasado que tienen relación con luchas por instaurar nuevas formas de organización política.


Habéis serenado los lenguajes extremos, el ya conocido de Podemos como sueño del paraíso comunista, y el nuevo toque de clarín de Vox, que había tomado sus Cerros de Úbeda como un reverdecer del Valle de los Caídos.


El primero, politikes pros tous kairous, es de Teofrasto, quien, analizando las complejas circunstancias de la Guerra del Peloponeso, defiende una Política de la oportunidad. En ella ve Ortega una apuesta por dar prioridad a lo que pervive como lección de triunfos y derrotas que deben ser lección para siempre, como escribió Tucídides analizando esos mismos combates.

El segundo es de Cromwell, que había conseguido sustituir la monarquía británica por un régimen democrático. Su lema es el propio de un guerrero: vestigia nulla retrorsum, “Ni un paso atrás”. Ortega comenta, al elegirlo, que, en su segunda intento de configurar la forma política del Estado en nuestra nación, la Segunda República no debía retroceder hacia el caos del Cantonalismo que había hundido a la Primera.

El tercero Italia fará da se, “Italia se hará de sí misma”, lo toma de Cavour, ministro del rey Víctor Manuel II, para quien consiguió, a mediados del siglo XIX, la unificación de Italia, dividida hasta entonces en reinos tan singulares y significativos como Venecia, la Roma de los Papas, Nápoles y Sicilia, sin olvidar Florencia y otras ciudades de larga y valiosa historia. Ver cómo ese país, unido a nosotros por tantos vínculos, se había mantenido en la nueva forma de configuración política, era un modelo de integración creativa y dinámica para España, que estrenaba nueva forma de Administración pública con un debate sobre los nacionalismos que no tardaría en mostrar sus luces y sus sombras.

Podía haberse hecho eco de otra gran propuesta, esta vez hecha en nuestra patria por los defensores del Regeneracionismo con el que Costa, hablando a una España sacudida por la pérdida de Cuba y Filipinas, proponía un lema que hoy también tiene valor como toque de atención: “Escuela, despensa y siete llaves al sepulcro del Cid”.

Este mismo horizonte ¿no latía en el inconsciente de esos millones de indecisos descontentos con las propuestas frentistas que ensombrecían la pasada campaña electoral y aún pueden ensombrecer la del 26 de mayo? Puede ser, en cualquier caso, un sólido punto de apoyo que permita al nuevo Gobierno desterrar los viejos fantasmas que nos dividen. Ojalá.

(Xavier Moreno Lara es periodista, escritor y filósofo).

SOBRE EL AUTOR

El prestigioso periodista, filósofo y escritor Xavier Moreno Lara, nuevo colaborador de nuestro periódico

OTROS ARTÍCULOS

Cuando arde algo más que un templo

La memoria de un indeciso

Indiferente al Régimen

Presidente Sánchez, “memento mori”

La Constitución como reto de conocimiento

Sun Tzu: viejas estrategias para un nuevo gobierno

Jubilados de la infelicidad del hombre-masa

Manifestaciones y movimientos sociales, los nuevos caballos de Pavía

La Galaxia Virtual, una aventura hacia el Conocimiento

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Últimas Noticias