viernes, 4 octubre, 2024
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¿Podrá salvar Dios a España?

Aunque sean tiempos oscuros, o quizás por eso mismo, también es tiempo de rezos para los creyentes, que empiezan a impetrar del cielo una solución para nuestro país, por si Dios puede arreglar esto

Hace poco escuché una Oración por España dentro de la programación de una conocida emisora que destaca por la alta participación de oyentes y colaboradores en sus propuestas de temas religiosos, culturales y sociales. No fue casual. Esa oración se sigue recitando, incluso como cierre de un encuentro litúrgico tan relevante como la Misa, que hace así de marco a tan singular súplica: Guarda a España de todo peligro, fortalécela frente a toda adversidad y guía a los españoles al fulgor de tu luz… Ante la difícil situación que vive nuestro país, ¿era esta una forma original de abordar el debate político, invocando a la Inmaculada y a Santiago como Patronos de España? Ante el desasosiego y la rabia generalizados por la situación política y social -puestos ayer de manifiesto con la masiva protesta ciudadana-, muchos creyentes se preguntan: ¿podrá Dios arreglar España?

Xavier Moreno Lara
Xavier Moreno Lara

Collado Mediano, Madrid.-

A ellos, a la Inmaculada y a Santiago, les confiaba el oficiante de una misa seguida por miles de personas que “preserven la unidad de la nación”, objetivo que no reclama ninguna explicación en los tiempos que corren. Está claro que, al invocar figuras de una dimensión que solo tiene sentido para los creyentes, el sacerdote y los fieles que le hacen coro en este rezo muestran que no se alinean con ninguna opción política de las que se sientan en las Cortes.

Por su parte, esos Padres de la Patria, de hacer oración a otra divinidad que no sea el Dinero, rechazarían una plegaria que denuncia y se opone a sus objetivos expresamente cuando el sacerdote alude expresamente a la unidad del país, denunciando el mal camino que lleva esa partida de mus que inició Pedro Sánchez al auparse sobre las disidencias nacionalistas y al lanzar un “órdago a la grande” con malas cartas.

Por su parte, la oración que estoy comentando, en su remontarse a instancias tan elevadas, no deja de carecer de cierto valor en el aquí y ahora de nuestro momento político. Todo lo contrario. ¿Por qué no pensar que de alguna forma alienta en esa marea profunda que ha puesto de relieve el inesperado vuelco en el reparto de votos que vimos en las recientes elecciones de la Comunidad de Madrid?


Mal camino lleva esa partida de mus que inició Pedro Sánchez al auparse sobre las disidencias nacionalistas y lanzar un “órdago a la grande” con malas cartas.


Es evidente que algunos de los que rezan esta Oración por España apuestan claramente por opciones conservadoras. Tienen todo el derecho que da un estado democrático como el nuestro. Tan democrático que permite que una acción nacionalista que reclama su división sea tolerada incluso cuando cuestiona los límites mismos que marca la Constitución.

Ignacio de Loyola, soldado
Ignacio de Loyola, soldado.

500 AÑOS DE LA NAVARRA QUE NO FUE

Hace unos días se conmemoraba el recuerdo de una gesta de nuestra historia, la herida que hace quinientos años recibió Ignacio de Loyola en la defensa de Pamplona. Y es evidente que aquel fracaso militar propició, con el nacimiento de la Compañía de Jesús, una de las mayores creaciones del genio español. Combatían entonces dos formas de integrar el viejo reino en las dinámicas de una Europa que estaba afianzando nuevas fronteras. El rey Fernando había integrado Navarra en las fronteras de Aragón y los atacantes aprovecharon la debilidad de Carlos I, su heredero, para apoderarse de una ciudad mal defendida.

Recordar estos hechos y ver su encaje en un momento de nuestra actualidad más hiriente nos da un apoyo incuestionable a quienes apostamos por la unidad de la nación y por el valor de su poderosa historia. La derrota de los defensores del emperador en Pamplona podía haber sido un hecho histórico fugaz si fuéramos a valorarlo por su escaso relieve militar y nulo rendimiento político. Y sin embargo, hoy, cinco siglos después, aquel suceso de 1521 está siendo celebrado por el eco universal que uno de sus protagonistas consiguió, al mostrar en los Ejercicios Espirituales cómo apostar por la Bandera del rey al que vale la pena seguir…


No es un arriesgado ejercicio de prospectiva histórica alertar sobre los riegos que hacen correr a nuestra nación quienes apuestan por repartirla en trozos de tan falsas raíces históricas.


Me quiero tomar la libertad de sostener que esta metáfora de la disputa entre dos poderes, clave en el propósito formativo de Ignacio de Loyola, no deja de tener un encaje significativo hoy en el trasfondo de unos acontecimientos políticos que cada día se acercan más a una historia virtual. Reclaman, por eso, algo más que una Oración por España que, con todos mis respetos, pienso que no debe desvirtuar los peligros que corre este país. A mí, como comentarista de la actualidad me ha servido hoy para regresar, con un nuevo argumento de relieve, a denunciar el atropello histórico que ha propiciado el Gobierno de Sánchez en el caso de Navarra. Por ese camino, defendiendo las aspiraciones separatistas de los navarros euskaldunes del Bidasoa, no parece querer dejarnos otro destino que el de repetir el de los agotes, el pueblo misterioso que en la alta Edad Media se asentó en el Baztán.

LA HISTORIA NOS AVISA

No tengo que hacer un arriesgado ejercicio de prospectiva histórica para alertar sobre los riegos que hacen correr a nuestra nación quienes apuestan por repartirla en trozos de tan falsas raíces históricas como poderosos motivos para fomentar la corrupción económica. Estas guerras divisorias ya las denunció Tucídides hace 24 siglos en su relato de las que enfrentaron a las distintas ciudades/estado de Grecia en la Guerra del Peloponeso. Al definirlas el fundador de la Filosofía de la Historia como “lección para siempre”, nos invita a tomarlas hoy como un aviso que insiste en no repetir una historia basada en los enfrentamientos de pueblos que ven en su crecimiento la justificación de cualquier forma de dominio.

¿Qué celebrarán nuestros herederos dentro de quinientos años, cuando les toque ver cómo han resultado los zurcidos nacionalistas que hoy pretenden recoser la piel de toro que es nuestra geografía histórica, cultural, social y económica?

Habrá ciertamente grandeza que festejar, incluso si los nacionalismos persisten en sus sueños de nuevas formas del cantonalismo que acabó con la Primera República. Pero se vivirá, sobre todo, el despertar de nuevas formas de concebir las fronteras y progresar en nuevas dinámicas geopolíticas…, con fórmulas de creatividad e interrelación en las que nos ha iniciado la pandemia…

Santiago y la Inmaculada, patronos de España. Si ellos no arreglan esto...
Santiago y la Inmaculada, patronos de España. Si ellos no arreglan esto…
ORACIÓN POR ESPAÑA

(Esta es la oración que están pronunciando actualmente numerosos creyentes españoles:)

Señor Jesús, luz del mundo y Rey del universo, guarda a España de todo peligro y fortalécela frente a toda adversidad, guía a los españoles al fulgor de tu luz, protege a nuestras Fuerzas Armadas, defiende a nuestras Fuerzas de Seguridad, preserva la unidad de la nación y ampáranos bajo el manto de Nuestra Madre Inmaculada y con la intercesión del apóstol Santiago, patronos del pueblo español.

Líbrala de sus enemigos, confunde a sus adversarios y convierte a nuestra patria España en una antesala de la patria celestial. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

(Xavier Moreno Lara es periodista, escritor y filósofo).

SOBRE EL AUTOR

El prestigioso periodista, filósofo y escritor Xavier Moreno Lara, nuevo colaborador de nuestro periódico

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