martes, 19 marzo, 2024
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Llamadme antimilitarista…

…y sí, lo soy, incluso podéis llamarme buenista…

Llamadme antimilitarista, y sí, teniendo en cuenta que soy una de ese escaso 17% que votó NO a la OTAN, en aquel famoso referéndum que convocó el PSOE en 1986, que, confieso, fue mi primer desengaño amoroso, perdón, quise decir político, y siguiendo, como sigo, en la misma línea descreída, podéis llamarme también buenista y contestaré «a mucha honra».

La periodista, con su perro Killer
La periodista, con su perro Killer

Ideó, entonces, el gobierno un slogan, tan mono cómo sutil e inquietante : «OTAN, de entrada no», y yo lo malinterpreté. Entramos, vaya que si entramos, y ahora 40 años después, recibimos a nuestros socios con alegría, cómo a los de Bienvenido Mister Marshall. Nos sentimos, honrados al acoger esta cumbre que, por lo visto, evaluará y generará estrategias contra la guerra, la de Ucrania, aclaro, porque parece que no existiera otra, y son 68 los conflictos bélicos activos en este momento en el mundo.

Pero no, no voy a hablar de lo que supone política y estratégicamente este evento. Yo, ante la impotencia y la resignación, no precisamente cristiana y por tanto más dolorosa, me fijo en la intrahistoria, que a veces es tan reveladora o más que la que nos venden, y así, al menos, me entretengo.

Para empezar, hay dos fotos, de esas que se hacen para la ocasión, que me tienen loca. Por un lado, la de las/los mandatarios, 27 señores y 2 señoras; por el otro, la de los/las acompañantes, que en el colmo de la modernidad ya no se denominan cónyuges, 17 señoras y 2 señores.


No encuentro frases adecuadas para describir lo que me genera la contemplación de esas imágenes; es lo más cateto que he vivido en años de profesión.


No encuentro frases adecuadas para describir lo que me genera la contemplación de las imágenes; es lo más cateto que he vivido en años de profesión, si exceptuamos Sálvame y programas similares.

Ambas fotos, y las noticias en torno al evento, me retrotraen a la Edad Media, solo que sin juglares; ellos a dirimir lo militar, ellas al descanso del guerrero.

Los mandatarios OTAN y sus acompañantes. RTVE
Los mandatarios OTAN y sus acompañantes. RTVE

¿QUÉ PINTAN AHÍ?

Y no es lo único, me pregunto qué pintan las/los acompañantes, o cónyuges lo mismo me da, se llamen como se llamen, en un cónclave de trabajo, se supone que histórico y necesario para la «paz» mundial (risas) , y sobre todo imprescindible para evitar que nos invadan los rusos (más risas).

¡Y otra! Qué enchufe o privilegio tienen estos y estas acompañantes, para que les den permiso en sus trabajos, trabajos de los que suelen alardear para intentar convencernos de que no son jarrones chinos sin utilidad (y no me refiero a chinos de la dinastía Ming, sino a la tienda de los chinos de la esquina).

Ahí tenemos a la reina, de anfitriona, luciendo modelitos e incluso repitiendo alguno, porque ella es muy apañada y recicla, llevando a la señora de Biden a estrechar manos a un centro de acogida para personas ucranianas ¿le habrá enseñado, de paso, algún vídeo de lo sucedido en Melilla?

Y lo que me remata es el asunto de las nietas. Biden se las ha traído de vacaciones, aprovechando el viaje, no sé si con dinero público o privado, y en el Air Force One o en Ryanair. Y las muchachas se han ido de compras, para luego presentarse a saludar a Letizia, que llevaría un Carolina Herrera o similar, en chándal, provocando un seísmo en la prensa rosa.

Bueno, por abreviar, que sospecho que estoy aguantando payasadas por encima de mis posibilidades.

¡Y menos mal que no los han llevado a los toros! que si por Ayuso fuera, encierran a Morante de la Puebla con seis astados y tenemos a Biden y a sus nietas pidiendo las dos orejas y el rabo desde la tribuna.

¡Ole la grasia!

(Elisa Blázquez Zarcero es periodista y escritora. Su último libro publicado es la novela La mujer que se casó consigo misma. Diputación de Badajoz).

SOBRE LA AUTORA

Una colaboradora muy especial

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Llamadme desconsolada y horrorizada…

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Llamadme confusa…

Llamadme nostálgica…

Llamadme puta…

Llamadme antitaurina y olé…

Llamadme desesperada…

Llamadme rara…

Llamadme vaga…

Llamadme lo que os dé la gana…

Llamadme cabreada…

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