jueves, 25 abril, 2024
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Una sola muerte, cada muerte, es la peor tragedia

Las estadísticas están bien, pero no pueden ocultar el inmenso dolor de cada caso

Cuando el muerto, fallecido por la causa que sea, es un hijo o hija, su pareja, su padre o madre, su abuelo o abuela, un hermano o hermana, cualquier familiar o amigo. o uno mismo, las estadísticas, al menos para esa persona o su familia, se vuelven totalmente irrelevantes. Para esa persona o familia esa muerte es una tragedia, un caos sin límites. Y en las estadísticas, las grandes cifras no pueden ocultar el terrible dolor de cada caso.

El doctor Francisco Telémaco Talavera Siles
El doctor Francisco Telémaco Talavera Siles

Uppsala, Suecia.-

Para ilustrarlo de manera sencilla, si durante el desarrollo de la vela de un fallecido o fallecida alguien se acercara a la familia y les dijera: “No se preocupen que es el único muerto”, lo menos que eso causaría sería una tremenda indignación entre la familia y las amistades. Aunque a la familia de la víctima no le sea indiferente lo que pase con otras personas y con la sociedad, para ellos la tragedia, la angustia y la tristeza es total, indistintamente si hay o no más víctimas.

Indistintamente de que haya más de siete mil setecientos millones de habitantes en el planeta, cada persona es única, cada persona tiene su propio valor, indistintamente del color de su piel, su raza, su condición social y económica, su ideología o credo.


Es esencial mantener la calma y actuar con determinación, pero con serenidad y con seriedad.


Indudablemente, las estadísticas sobre el número total de víctimas y muertos por una enfermedad, por un desastre natural, por una guerra o violencia de cualquier tipo, por el hambre y a pobreza, etc., son importantes para definir las medidas a tomar para mitigar o reducir el impacto, para determinar los recursos requeridos para atender la crisis, cualquiera que sean el origen y las causas, y para superar la crisis promoviendo la resiliencia y el desarrollo.

De igual manera, para quien su empresa quiebra o entra en bancarrota, es su empresa, y lo que ello significa para él, su familia y su entorno.

Para quien pierde su empleo y deja de disponer de los recursos necesarios para atender sus necesidades básicas y las de su familia, vivienda, alimentación, salud, vestuario, etc., eso es una tragedia personal y familiar, indistintamente de que sea el único o que haya decenas, centenares, miles o incluso millones en la misma condición.

Por tanto, no debemos escatimar esfuerzos ni medidas y acciones a nivel internacional, regional, nacional, local, familiar y personal, para proteger la salud, la calidad y condiciones de vida y la vida misma.

Esquelas en una calle del País Vasco. Cada muerte, al margen de su causa, es una tragedia. J.M. PAGADOR
Esquelas en una calle del País Vasco. Cada muerte, al margen de su causa, es una tragedia. J.M. PAGADOR

SI SE PIERDE LA VIDA

Si se pierde la vida, la macro y microeconomía, la inversión, el turismo, los sistemas de salud, la educación y el propio empleo no tienen ningún sentido. Es determinante que se atienda lo que corresponda hoy en tiempo y forma para reducir el impacto de la crisis sanitaria mundial por causa de la Covid-19 y las consecuencias presentes y futuras del “economivirus” que está afectando ya seriamente a millones de personas y familias después que se supere la crisis sanitaria y podría afectar a muchas más.

Aunque no es fácil hacerlo, es esencial mantener la calma y actuar con determinación, pero con serenidad y con seriedad. Cuanto más compleja sea la situación, mayor tiene que ser la calma y la serenidad, aunque no se escatimen acciones y esfuerzos de primera hora para vencer la situación actual.

En el mundo entero se habla de una condición de guerra por la crisis sanitaria de la Covid-19, pero ninguna guerra se gana si se pierde la calma y el control personal y colectivo. Actuar con prontitud, pero con serenidad y calma, es lo que permite definir e implementar las tácticas y estrategias necesarias para vencer y avanzar.

CON FE, OPTIMISMO, DETERMINACIÓN, ESFUERZO Y ABNEGACION SALDREMOS ADELANTE COMO PERSONAS, COMO FAMILIAS Y COMO SOCIEDAD, a pesar de las irreparables e invaluables pérdidas humanas y de los elevadísimos costos económicos y sociales.

En honor a las víctimas directas de la crisis sanitaria y de los millones de víctimas que hay y podría haber a causa de los estragos económicos y sociales derivados de la pandemia, estamos obligados a convertir la crisis en oportunidad para enmendar, corregir, reflexionar, pero, como sea, salir adelante.

(Telémaco Talavera es Doctor Ingeniero Agrónomo, Rector Emérito de las Universidades Nacional Agraria y Nacional Autónoma de León (Nicaragua), Doctor Honoris Causa por las Universidades de Ciencias Agrícolas (Suecia) y Dubna International University (Rusia), entre otras, e investigador, escritor y articulista de prestigio internacional).

SOBRE EL AUTOR

Telémaco Talavera, un intelectual de proyección mundial, nuevo colaborador de PROPRONews

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