Las manifestaciones de la plaza de Colón del pasado domingo 13 de junio, y todas las anteriores, son la expresión de una idea de España que no se corresponde con la realidad sociológica e histórica del país, plasmada en la Constitución de 1978. La España de Colón poco tiene que ver con la España del siglo XXI. Colón es nostalgia y melancolía. La España del siglo XXI es un país en evolución y progreso, a mucha distancia de aquélla.
LA ESPAÑA DE COLÓN
La España de Colón es la España de las Azores, cuando el presidente Aznar imitaba a los vaqueros del lejano oeste poniendo los pies sobre la mesa; la España del Escorial, cuando Aznar casó a su hija en el real monasterio con todo boato y fasto. La España de Colón es la España de Aznar, la de un presidente de gobierno que entonces defendió el voto en contra de la Constitución, junto a otros dirigentes de Alianza Popular.
La España de Colón es la de todo es mío y solo mío: mi bandera, mi pulserita, mi constitución…
La España de Colón es la de los referéndums ilegales y las declaraciones de independencia, realizados bajo mandatos de la derecha, es decir, de la España de Colón.
La España de Colón es la de «la gente de bien» frente a la mayoría, que somos los malos.
La España de Colón es la de todo privado, para que los amigos se repartan el pastel de la Educación, la Sanidad, etc.
La España de Colón es la España de la “libertad” que cede suelo público para construir centros educativos confesionales, que no respetan los principios de laicidad y de gratuidad, y que están siempre encantados de dar y recibir ayudas públicas.
La España de Colón es aquella que, cuando está en juego el interés nacional, se va a Europa a criticar al gobierno, poniéndole palos en las ruedas, como han hecho en relación con los fondos europeos.
La España de Colón es aquella que, cuando hay una crisis internacional, como la reciente con Marruecos, se pone del lado de Marruecos.
La España de Colón es la de la oposición inútil cuando del interés nacional se trata, y hace que el Gobierno de España no reciba el apoyo necesario de la oposición, como ha ocurrido en materia de terrorismo, pandemia, gestión del estado de alarma, etc.
La España de Colón no es, ni de lejos, la oposición útil portuguesa o italiana.
La España de Colón es la España que quiere vivir de los problemas y no quiere ni oír hablar de soluciones, como las que ahora necesita Cataluña.
La España de Colón es la que le gusta seguir hablando de los problemas cuando ya no existen, por ejemplo, de ETA.
La España de Colón es la que da crédito a las teorías conspiranoicas del 11-M, a pesar de las inequívocas y bien fundamentadas sentencias judiciales.
La España de Colón es aquella que cuando ella no gobierna, los demás gobiernos son ilegítimos.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XXI
La España del Siglo XXI es la España de la Constitución de 1978.
La España del Siglo XXI es la España de las libertades, la España que defendieron Riego, Mariana Pineda, Torrijos, por nombrar solo algunos nombres de una larguísima lista.
La España del Siglo XXI es la que combina la unidad con la pluralidad y la diversidad y que es de espíritu federalista, como Estados Unidos y Alemania.
La España del Siglo XXI es laica, donde cada ciudadano es libre de tener, o no, una creencia religiosa y poder practicarla, o no, en libertad.
La España del siglo XXI es la España de la educación, de la cultura(s), de la ciencia.
La España del Siglo XXI es la España de la innovación, del emprendimiento, que quiere crear valor añadido y empleo de calidad.
La España del siglo XXI es la España de los trabajadores esenciales.
La España del siglo XXI, es la España de los servicios públicos, las misiones internacionales del ejército, la UME, Protección Civil, Agencias regionales contra los incendios….
La España del siglo XXI es europeísta, verde, más feminista que nunca en su rechazo de la violencia machista.
La España del siglo XXI es la España de los grandes escritores, artistas, científicos que surgieron a lo largo de su historia.
La España del siglo XXI es la España de la igualdad que crea las condiciones para que cada ciudadano pueda construir libremente su proyecto de vida, independientemente de donde haya nacido y de cómo se haya criado).
La España del siglo XXI es la España solidaria, siempre con una mano tendida frente a los avatares de la vida que afectan a los ciudadanos.
La España del siglo XXI es aquella en la que los símbolos institucionales, incluida la bandera, son de todos y no un monopolio de nadie ni de ningún partido; donde las pulseritas rojigualdas no son necesarias, porque nadie es más español que otro por el simple hecho de tener una ideología diferente.
En la España del siglo XXI no hay “policías patrióticas” sino instituciones que sirven y protegen a todos los ciudadanos.
La España del Siglo XXI es la España de todos, independientemente de la ideología, el sexo, la raza, la religión y la ideología política.
La España del siglo XXI es una España sin supremacismos.
(Iván Cedrón Adam es un profesional con una amplia formación académica en Lenguas extranjeras, Literatura francesa, Derecho, Management y Liderazgo, y un gran conocedor del mundo anglosajón y de Francia y Gran Bretaña, países donde ha vivido durante las dos últimas décadas).
SOBRE EL AUTOR
Iván Cedrón Adam, prototipo de europeo moderno y activo y experto europeísta
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