viernes, 8 noviembre, 2024
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Bienvenidos al Virtuceno, la nueva era de la Humanidad

La pandemia de la Covid-19 acelera el cambio de época como un hito de final de un período e inicio de otro, del mismo modo que el Antropoceno ha sido la era del homo sapiens

Los últimos grandes cambios, los nuevos fenómenos universales y decisivos son tan recientes que todavía no tienen nombre. El autor de este artículo, un experto en Educación, Innovación y Prospectiva, un pensador, estudioso e investigador del cambio, y un hombre sabio, ha acuñado un término feliz para designar esta nueva era que parece estar empezando ahora para la Humanidad, el Virtuceno. En este esclarecedor trabajo, que muestra la hondura y el alcance de su pensamiento, nos da las claves de este nuevo mundo que ya está aquí, y que el lector podrá identificar sin esfuerzo.

Juan Carlos Casco Casco
Juan Carlos Casco Casco

Acabamos de inaugurar una nueva era: el Virtuceno. Un acontecimiento acelerado por la irrupción del coronavirus. Las eras geológicas y climáticas tardaron miles de millones de años en modificar la faz de la Tierra; la irrupción del ser humano, en una ínfima fracción de tiempo, ha producido cambios extraordinarios a escala planetaria. En los últimos 13.000 años (Holoceno), ha alterado los ecosistemas y la fisonomía de la superficie terrestre. Desde el siglo XVIII, el impacto ha sido brutal, hasta el punto de dejar ya una huella indeleble en sus capas (estratigrafía) y acuñarse el término Antropoceno para este exiguo período. Sin embargo, el cambio más radical es el que se está produciendo en las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, caracterizado por la virtualidad y la creación de realidades inmateriales a partir de ceros y unos. Es el Virtuceno.


En las últimas décadas del Antropoceno empezó otro gran fenómeno civilizatorio sin precedentes: el salto, desde la creación de realidades físicas del Sapiens, a la producción masiva de realidades y mundos inmateriales, una clara deriva hacia la desmaterialización de sus creaciones.


El deseo irrefrenable del Sapiens por habitar mundos imaginarios e inventar realidades que no existen nos traslada al Virtuceno, un universo de espacio sin lugares físicos, donde construimos nuestras identidades, trabajamos, aprendemos, jugamos, viajamos, creamos, tejemos relaciones y nos emparejamos. Una deriva que puede frenar la destrucción del planeta iniciada en el Antropoceno, y evitar así la crisis ecológica.

IMPACTO SOBRE LA TIERRA

La Tierra tiene 4.500 millones de años, la mayor parte de ellos correspondientes a la era Arcaica. Si nos remontamos a tiempos más “recientes”, en los últimos 540 millones de años aparece ya la historia de la vida compleja en el planeta, desde el Paleozoico (era de los peces), Mesozoico (era de los reptiles) y Cenozoico (era de los mamíferos).

En la última fracción del Cenozoico, que representa los últimos 2,5 millones de años (Cuaternario), es cuando aparecemos nosotros, los humanos, aunque el periodo de hominización se iniciara unos millones de años atrás.

Habitaremos espacios carentes de lugares físicos. RTVE
Habitaremos espacios carentes de lugares físicos. RTVE

El Holoceno comienza hace unos 13.700, un período dominado por Sapiens y caracterizado por el desarrollo de la agricultura y la civilización (nacimiento de las ciudades, construcción de edificios, obras de ingeniería, transformación de los ecosistemas naturales, etc.).

Las últimas centurias del Holoceno están marcadas por la irrupción de la Revolución Industrial en el siglo XVIII, produciendo un impacto tremendo sobre la superficie del planeta: extracción masiva de recursos naturales, modificación de cauces naturales, crecimiento de las ciudades, extinción de especies, desaparición de ecosistemas, calentamiento global, etc. Unos acontecimientos que llevan a Paul Crutzen a referirse a esta nueva era geológica como Antropoceno.


Este nuevo universo complejo, en lugar de construirse con acero y hormigón, se hace con ceros y unos.


Pero es en las últimas décadas del Antropoceno cuando empieza a producirse otro gran fenómeno civilizatorio sin precedentes, caracterizado por el salto de Sapiens, como creador de realidades físicas, a la producción masiva de realidades y mundos inmateriales, una clara deriva hacia la desmaterialización de sus creaciones. Todo un universo complejo que, en lugar de construirse con acero y hormigón, se hace con ceros y unos. A esta nueva era la denomino Virtuceno, y aunque algunos de sus rasgos definitorios ya son visibles, aún está por ver el impacto que dejará en el planeta y su estratigrafía.

LOS NUEVOS RASGOS DEL VIRTUCENO

Esta nueva era que llamamos Virtuceno tiene unos rasgos propios que la caracterizan:

– Materias primas inmateriales basadas en los datos, que sustituyen en importancia a otras como el carbón o el petróleo.

– Deslocalización de la producción, pasando de los grandes complejos fabriles a la producción personalizada y la fabricación del producto allí donde se consume (fabricación aditiva).

– Evolución hacia la producción personalizada.

– Digitalización y robotización total de la producción.

– Evolución de la dualidad productor y consumidor a la figura del prosumidor (productor + consumidor).

– Creación de espacios sin lugares.

– Trabajo sin presencia física.

– Aprendizaje sin espacios.

– Experiencias sensoriales inmersivas y virtuales como réplica de todas las actividades humanas.

– Relaciones humanas no físicas.

– Conectividad total entre humanos, humanos y máquinas, humanos y objetos, y en el futuro entre humanos y mundo animal.

– Ubicuidad.

– Identidad virtual de los individuos.

– Propensión al consumo de experiencias antes que de productos o servicios.

– Especialización inteligente.

– Avance de la economía circular (reutilización de productos y utilización de los residuos como materias primas).

CINCO CLAVES QUE MARCAN LA LLEGADA DEL VIRTUCENO

1.- Evolucionamos desde Homo sapiens a Homo cuanticus.

2.- El futuro ya ha llegado y no nos hemos dado cuenta.

3.- Vamos a la desmaterialización de nuestros cuerpos.

4.- La mayor parte de la humanidad trabajará en la Cuarta dimensión.

5.- Evolucionamos a un mundo de gigantes tecnológicos y consumidores zombies.

SALTO EVOLUTIVO

El Virtuceno marca un hito en la deriva imparable iniciada por Sapiens, un salto en el proceso evolutivo de la especie, con implicaciones para el planeta con la suficiente jerarquía para definir una nueva era, que, además de cambiar la fisonomía de las cosas, también está cambiando su forma física, evolucionando hacia la hibridación ser humano/máquina, donde Sapiens cada día está agregando nuevas prótesis a su cuerpo hasta hacerlo irreconocible, e incluso afanándose fascinado por el deseo de trasladar su mente a un software y, de esta manera, abandonar definitivamente su identidad de primate.

El acero, el cemento, el petróleo se sustituyen por ceros y unos. RTVE
El acero, el cemento, el petróleo se sustituyen por ceros y unos. RTVE

La deriva del Antropoceno ha puesto en riesgo el planeta. Aún está por ver el impacto del Virtuceno: ¿Será el punto de inflexión que evite la crisis ecológica? ¿Al convertir una parte importante de nuestras vidas en digitales, seremos capaces de frenar la destrucción y el consumo de recursos finitos? ¿Será la época que marque el fin de una vida predadora y el inicio de un consumo sostenible? Son todavía interrogantes por resolver.

La crisis del coronavirus de 2020 representa un hito importante en este proceso, un acelerador histórico que ayuda a precipitar los acontecimientos que definen el Virtuceno, al someternos a un “simulacro global y forzado”, del que vamos a aprender y sacar conclusiones para iniciar una nueva andadura como especie.


La crisis del coronavirus de 2020 nos somete a un “simulacro global y forzado”, del que vamos a aprender y sacar conclusiones para iniciar una nueva andadura como especie.


El estilo de vida predador practicado por 7.700 millones de personas sobre el planeta nos obliga a crear réplicas virtuales del mundo físico en todas las facetas de la vida (oficinas virtuales, aulas virtuales, asistencia sanitaria virtual, hospitales virtuales, compras virtuales, fabricación de objetos en el lugar de consumo, viajes virtuales, celebraciones virtuales, encuentros virtuales, juegos virtuales, creaciones virtuales de toda naturaleza, recreaciones de mundos virtuales…). La gran industria que está en marcha en este momento se basa en la sustitución de las realidades físicas por ceros y unos, en la antesala ya de un paradigma cuántico.

La velocidad con la que el Virtuceno se abrirá paso dependerá de la calidad de las experiencias inmersivas que seamos capaces de recrear con las tecnologías disponibles, y la capacidad de involucrar en ellas a los cinco sentidos, de su fuerza para construir escenarios seductores que nos enamoren. Y eso no va a ser un problema, porque la mente humana tiene ventanas de seguridad por la que es fácilmente hackeable, al no ser capaz de distinguir entre realidad y ficción cuando una experiencia está bien creada.

Evolucionamos hacia la hibridación ser humano-máquina. RTVE
Evolucionamos hacia la hibridación ser humano-máquina. RTVE

Igual que la realidad virtual es capaz de seducir, captar la atención y robar el tiempo de nuestros jóvenes, que ya han decidido habitar en Internet y vivir en el Virtuceno, lo hará también con los más adultos y los viejos, los trabajadores, los estudiantes, los médicos, los profesores… La convergencia tecnológica (nanotecnología, biotecnología, infotecnología, cognotecnología), junto al big data, los algoritmos, la inteligencia artificial, la realidad aumentada, los videojuegos… Todo eso va a avanzar hacia el desarrollo de mundos y experiencias donde la mente humana no sabrá discernir si son reales o virtuales, y, además, le dará igual. En ese momento, habremos entrado ya en pleno Virtuceno, seremos seres de otra época histórica y hasta de una nueva era geológica, capaz de revertir los efectos devastadores del Antropoceno.

La realidad es que el tiempo histórico y el tiempo geológico se han acelerado; hemos entrado en una deriva en la que los cambios que tardaban millones de años en eclosionar, se precipitan en décadas. Los antiguos griegos tenían un nombre para este tiempo: Kairós (tiempo en el que ocurren las cosas importantes).

Bienvenido al VIRTUOCENO.

Adelante!!!

(Juan Carlos Casco Casco es un experto y consultor en Prospectiva, Educación y Emprendimiento de prestigio internacional y actividad en España y en diferentes países de Europa y Latinoamérica).

SOBRE EL AUTOR

Juan Carlos Casco se incorpora al equipo

Emprendedorex

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