lunes, 4 noviembre, 2024
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Euskadi: la historia como futuro

Los fuertes aires de cambio que brinda la Segunda República a nuevas propuestas permiten al PNV negociar a partir de 1931 un Estatuto de Autonomía.

En carta a uno de sus amigos, Sabino Arana, tan proclive a proclamar la excelencia y superioridad del pueblo vasco, reconocía que se avergonzaba de que no tuviera una Historia a la altura de su condición de etnia pura descendiente de Tubal, nieto de Noe. La carta es de 1895 y en ella relata también el éxito logrado por la primera formación de su partido, el Bizkai Buru Batzarra, al conseguir cuatro concejalías en Bilbao.

Xavier Moreno Lara
Xavier Moreno Lara

Lo sentía como un primer paso para recuperar la grandeza natural de un pueblo, Vizcaya, que “desde el año 800, cuando fue coronado Carlomagno, había sido una república soberana hasta 1839, en que pasó a ser una provincia española, una parte de la nación más degradada y abyecta de Europa”.

Arana centra por esas fechas su espacio de transformación en Vizcaya como primera piedra para el despliegue de ese pueblo singular cuya historia le defrauda. No es que se olvide de Álava y Guipúzcoa, pero sabe que han prosperado al amparo inicial de Navarra, para entrar después en la órbita de Castilla para prosperar en ella. Pero en esa visión de pueblo que recupera sus esencias también cuenta con Navarra, tanto el reino español como sus tres provincias que se quedó Francia. De esta forma, Arana ve en el pasado una sólida estructura, la semilla que gracias a la política que él va a poner en marcha y desarrollar en una línea novedosa, propiciará un futuro, cuya grandeza histórica está clara en su mente, especialmente en lo que tiene de negación de la Historia de España. Con toda rotundidad lo afirma el Juramento de Larrazábal celebrado en Guernica en 1893: “Muera España, viva Euskeria Independiente”.


Esa ola de prosperidad material no pudo borrar las reivindicaciones del nacionalismo aranista.


Hacia esa gran Historia y con cierta literalidad en seguir el Juramento fundacional comenzó la andadura del partido aranista, ampliado a todo el universo vascongado con el nombre de Partido Nacionalista Vasco. Con él sí empieza y hace culminar una Historia relevante con el viento de cola que propiciaban la revolución industrial y el nuevo marco político creado por la pérdida de las colonias españolas. Los fuertes aires de cambio que brinda la Segunda República a nuevas propuestas permiten al PNV negociar con ella, a partir de 1931, un Estatuto de Autonomía. Las esperanzas de progresar por este camino abierto movería al PNV a proclamarse fiel al Gobierno de Madrid al estallar el golpe de Estado del 36 y protegerse tras un Cinturón de Hierro frente a los rebeldes navarros y alaveses. No tuvo nada de extraño que una de las pocas ofensivas que lanzaron los gudaris fuera dirigida, sin ningún éxito, contra Vitoria.

Las ruinas devastadoras causadas por bombardeos como los de Guernica y Durango y la ruptura del Cinturón de Hierro facilitaron la rápida derrota de la República en el Frente del Norte. Pero estas pérdidas fueron compensadas por la Dictadura franquista con un decidido apoyo a la oligarquía vasca que propició la recuperación económica de su tierra y en buena medida de toda la nación. Pero esa ola de prosperidad material no pudo borrar las reivindicaciones del nacionalismo aranista. Ponerlas en marcha no partió, sin embargo, del Gobierno Vasco en el exilio sino de un grupo de estudiantes que encontraron en amplios niveles de la población los apoyos y las bendiciones necesarios para lanzar una ofensiva terrorista, tan cruel como capaz de conseguir una simpatía generalizada, tanto por parte de quienes comulgaban con su proyecto como quienes les justificaban con aquello del “algo habrá hecho” que acompañaba a la noticia de un nuevo asesinato.

¿QUÉ HISTORIA NOS HACE GRANDES?

Un amante de la Historia como “luz de la verdad” se pregunta que opinaría hoy el señor Arana al tener noticia de la rendición de ETA. ¿Tienen los 855 asesinatos perpetrados algún valor para compensar aquel déficit de notoriedad histórica vascongada que él -injustificadamente- echaba en falta? No se lo podemos preguntar a él, pero sus herederos, que no dudaron en sacar ventaja de lo que pasaba, siguen haciendo equilibrios por aquello de que aún quedan muchas nueces bajo el árbol que tan sin provecho para ellos sacudieron los asesinos. Es evidente que ese no es ya un camino de prosperidad para la mayoría de los habitantes de Euskadi. Pero sí es de considerar para un número relevante de sus ciudadanos.

Sabino Arana. PNV
Sabino Arana. PNV

Lo ponen de relieve los datos que nos ofrecen el reciente sondeo del Euskobarómetro: el 26% de los vascos considera que la banda terrorista ETA fue un «movimiento de liberación» que utilizó la violencia como un medio político. Este porcentaje desborda los datos conseguidos por EH Bildu, opción expresa de izquierda abertzale, que fue apoyada por un 21,23 en las últimas elecciones al Parlamento Vasco.

Por lo que se refiere a esta corriente, bien asentada en el Parlamento de Vitoria, tiene una larga experiencia en dominar la calle y de ello nos han ofrecido una muestra incuestionable el 10 de junio con la operación Gure Esku Dago una movilización ciudadana que, con el apoyo de una cadena humana de 171.000 personas, superó el reto de enlazar los 201.9 kilómetros que separan a las tres capitales de Euskadi como muestra de un deseo de avance hacia esa mayor autodeterminación que se debate en el Parlamento Vasco.


Según el Euskobarómetro, un 44% quiere un referéndum sobre soberanía, pero solo el 23,6% votaría a favor mientras que un 41% lo haría en contra de la independencia.


Tales dimensiones y la participación de representantes del independentismo catalán hicieron que desde Sabin Etxea se moderase el entusiasmo de aquellos cargos del Partido que había alentado y participado en la convocatoria al considerarla “un ejercicio de la libertad de expresión en un ambiente festivo». Su portavoz destacó que «no todo el mundo está de acuerdo» en Euskadi con los objetivos de la movilización e insistió en que aún queda mucho debate en el Parlamento vasco”.

Quizás el bosque de esta respuesta masiva no deja ver el árbol de la operación de recaudación económica que hicieron los organizadores de Gure Esku Dago. La carta que entregaron a restaurantes y otros negocios del Casco Viejo de Vitoria, durante la semana previa a la marcha, pedía un 10% de la recaudación, como parte de las ganancias extra derivadas de la fiesta y el buen ambiente que ellos iban a organizar. Aunque esté lejos del tamaño de los que fructificaron durante los años de plomo, este árbol no deja de ser de la especie Impuesto Revolucionario.

EL RETO DE LOS NACIONALISMOS HISTÓRICOS

Los datos del último Euskobarómetro que hemos citado son significativos en otras líneas, especialmente al cuantificar hacia qué HISTORIA se inclinan los consultados para la encuesta. Nada menos que un 44% de los participantes quiere que se celebre un referéndum sobre la soberanía. Pero hay matices: en esa consulta, solo el 23,6% votaría a favor mientras que un 41% lo haría en contra.

Con el comunicado de alto fuego llegó la rendición. RTVE
Con el comunicado de alto fuego llegó la rendición. RTVE

Pero estos datos no son más que la punta del iceberg. En su fondo el nacionalismo, en sus diversas variantes, es una corriente subterránea de gran calado que tiene como denominador común las aspiraciones de los Territorios Históricos. Son una figura que no aparece en las Historias de España que, hasta ahora, tenían como argumento los hechos que han fundado la grandeza o las quiebras de nuestra nación. Las consagra el escudo de España al repartir sus cuarteles entre León, Castilla, Aragón, Navarra y Granada. En cambio, el actual Presidente del Gobierno, en su primera entrevista televisada del pasado día 20, al enumerar los Territorios Históricos que reclaman su interés preferente citó a Cataluña, Euskadi, Galicia y Andalucía. Al oírle hacer esa síntesis de la Historia de España se me hacía evidente que esos Territorios se habían ganado esta prioridad ante el nuevo Gobierno por sus protestas, no por la relevancia de los hechos testificados por sus respectivas historias.

Por otro lado recordé las peripecias del Cantonalismo de 1873 que durante la I República hacía a ciudades y regiones una invitación a desarrollar sus aspiraciones de autonomía, adelantándose al debate en las Cortes Constituyentes… Creó pequeñas historias en Cartagena y Alcoy pero lo que tenía como fondo una aspiración a revivir la Polis griega, terminó en una siembra de la ideología anarquista…

Cadena humana uniendo las tres capitales vascas por el derecho a decidir, pero los independentistas son una clara minoría. RTVE
Cadena humana uniendo las tres capitales vascas por el derecho a decidir, pero los independentistas son una clara minoría. RTVE

Algún día también nosotros y los tiempos llenos de novedades que ahora vivimos pasaremos a la Historia, Y, aunque tengamos el buen propósito de dejar un legado valioso a nuestros descendientes, la primera de nuestras obligaciones es hoy dar forma a una HISTORIA que haga más positiva nuestra relación con quienes nos rodean. Así lo describe Vicente Aleixandre en un poema “En la plaza” que él consideraba el mejor de los suyos:

Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,

con los ojos extraños y la interrogación en la boca,

quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,

en un extinto diálogo en que no te oyes.

Baja, baja despacio y búscate entre los otros.

Allí están todos, y tú entre ellos.

Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

(Xavier Moreno Lara es periodista, escritor y filósofo).

MÁS SOBRE EL AUTOR

El prestigioso periodista, filósofo y escritor Xavier Moreno Lara, nuevo colaborador de nuestro periódico

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