La especie humana está en un punto crítico, donde se nos engaña y maneja fácilmente sin que seamos capaces de rebelarnos contra un sistema cada vez más corrupto. Nos gobierna una élite, personas situadas en un estrato superior a los políticos y las organizaciones mundiales, sobre los cuales ejercen influencia. También controlan los principales medios de información, publicidad y entretenimiento. ¿Estará esa oligarquía anónima detrás de esta crisis planetaria? Mientras tanto, aquí van unas sencillas recomendaciones para evitar la epidemia.

Son los mismos que, desde un lado o de otro, promueven y financian atentados y guerras. Tal es su poder, que están presentes incluso en la propiedad de la cadena alimentaria o de las grandes industrias farmacéuticas. En cierto modo, son los responsables del movimiento creado en torno al cambio climático, promoviendo, entre otras cosas, los chemtrails o estelas químicas de los aviones en el aire. Pudiera ser que el objetivo primordial de estos oligarcas fuese reducir la población mundial mientras hacen negocio con ello. Para eso nos enferman y luego nos ofrecen sus soluciones, mientras nosotros, ingenuos, caemos en este sistema, olvidándonos de aquello que nos hace realmente fuertes e inmunes a las enfermedades. No es la primera vez que se generan pandemias, pero esta vez, con intereses que van más allá del beneficio económico. Actuando con destreza, han creado un pánico general a través de los medios informativos, que sirve como pretexto y distracción ante una crisis mundial creada artificialmente, en la que nos enfrentaremos a duras pruebas, desde la introducción en nuestros cuerpos de productos industriales, vacunas o nanotecnología (chips o nanorobots) hasta administrar de manera vital nuestro dinero.
Ellos han sabido crearnos emociones negativas y hábitos destructivos que hay que descubrir y cambiar.
En una especie de batalla en la que el enemigo somos nosotros mismos, ellos han sabido crearnos emociones negativas y hábitos destructivos que hay que descubrir y cambiar. Seremos audaces, pues, y usaremos el enfoque “observador del observador”. Eso nos dará ciertas ventajas.
DESPERTAR LA CONSCIENCIA HUMANA
El despertar de la consciencia humana nos da la oportunidad de crear un futuro lleno de amor, paz y felicidad entre nosotros. Para cambiar a mejor, primero tendremos que cambiar ciertas cosas, pensar de la manera correcta y, así, la inmensa mayoría de nosotros vivirá. Al principio eso requerirá de cierta fuerza de voluntad, pero ese esfuerzo es necesario tan solo hasta crear los hábitos. Tómate esto como un desafío en el que la gran prueba es superarte a ti mism@. Lo que hagas a partir de ahora puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte. Disfrutar de una salud excelente va a depender, sobre todo, de nosotros; hagamos las cosas correctas y seamos un ejemplo de cómo comportarse en estos tiempos de crisis. Usa tus talentos a favor del bien. Los supervivientes serán aquellos que mejor se adapten al cambio.
Mantenernos sanos requiere una alimentación óptima, similar a la de los monos salvajes.
Recordemos, además, que mantenernos sanos requiere una alimentación óptima, parecida a la de los monos salvajes, en la que la ingesta de alimentos crudos es superior al 60%, siendo la mayoría frutas frescas, vegetales y semillas, en especial germinadas, pues contienen una gran actividad enzimática que las hace más biodisponibles. Nos atrae comer vegetariano y ecológico, por el respeto a la naturaleza y el aporte nutricional tan elevado que contienen, además de los antioxidantes o principios activos que se unen y apoyan nuestras defensas.
Tómate esto como un desafío, en el que la gran prueba es superarte a ti mism@.
La carne, el pescado y los artrópodos e insectos, tanto del mar (marisco) como de la tierra, siguen siendo una alternativa más en la dieta humana, con sus ventajas y sus inconvenientes, pero solo son adecuados los criados con métodos naturales. Evitaremos los transgénicos, los agroquímicos y los aditivos alimentarios sintéticos (sobre todo sus combinaciones) en los alimentos.

Además de hidratarnos, preferiblemente con agua estructurada, y de respirar profundamente, habrá, a diario, que ejercitarse, descansar bien e incluir, al menos, una exposición solar controlada. Minimizaremos el uso de aparatos con tecnología 5G, ya que su radiación es incompatible con la salud humana. Evitaremos exponernos a las estelas químicas de los aviones que nos “fumigan” desde el aire, pues -aunque otros lo desmienten- se sospecha que han favorecido la propagación de virus, como el SARS-CoV-2 y de otras partículas tóxicas, como el aluminio. Evitaremos todo lo que sabemos que nos perjudica, con más empeño que nunca. Son tiempos difíciles, en los que hay que priorizar lo más importante, tanto en la vida laboral como en la vida personal. Usa técnicas de meditación y visualiza la vida que deseas como un ejercicio diario. Y no olvides nunca que el primero y mayor control sobre nosotros lo tenemos nosotros mismos.
(Carlos Martínez Correa es un profesional multidisciplinar experto en mentalismo, nutricionismo y calidad de vida).
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