El alcalde de Cádiz ha sido sorprendido por la ciudadanía mientras se reunía en un bar de la ciudad con un nutrido grupo de personas que excedía el límite permitido, y sin utilizar las mascarillas ni guardar la obligada distancia de seguridad. Un ciudadano anónimo fotografió al grupo y esa imagen se ha hecho viral en las redes. La repulsa es unánime, y no solo de los ciudadanos, sino también de la propia Policía Local gaditana, cuyo sindicato mayoritario ha hecho público un duro comunicado de condena.
Cádiz.-
El mismo Kichi que el pasado 4 de abril reprendía públicamente a los gaditanos por no cumplir las normas sanitarias decretadas para evitar los contagios y combatir la epidemia de coronavirus (Kichi: «Hoy no puedo sentirme orgulloso de todos los gaditanos»), se saltaba a la torera dichas normas estas Navidades, reuniéndose en bares de la ciudad en compañía de un numeroso grupo de personas que excedían el límite marcado, y sin mascarillas ni distancia de seguridad alguna. Esto ha ocurrido al menos una vez, el 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, cuando el alcalde gaditano compartía copas y estrecha conversación en un bar de la ciudad con su mujer y un grupo de concejales y colaboradores, según pudo captar un ciudadano con su teléfono móvil. La imagen, colgada en las redes sociales, se hizo viral de inmediato, mereciendo la repulsa general y la reprobación pública de la Policía Local, cuyo sindicato mayoritario ha emitido un duro comunicado.
El alcalde ha pretendido justificar su acción con la perogrullada de que sus concejales y colaboradores “son convivientes” suyos.
En la fotografía, tomada en el exterior de un bar del casco histórico de Cádiz, se ve al alcalde, José María González, a Teresa Rodríguez, su pareja y cabeza de “Andalucía no se rinde”, junto al cochecito de bebé con la última hija de ambos, Candela, que nació en septiembre pasado, y a la concejala de Vivienda y Salud, Eva Tubío, al jefe de Gabinete del alcalde, José Vicente Barcia, a la concejala de Medio Ambiente y Participación Ciudadana, Rocío Sáez, a uno de los responsables del gabinete de prensa municipal, David de la Cruz, a uno de los secretarios del PC de Cádiz, Samuel Versaci, y a otras personas hasta un total de doce.
Los reunidos transgredían las normas sanitarias decretadas para luchar contra el coronavirus, pues duplicaban el número permitido, establecido en seis, no llevaban mascarillas y no respetaban la distancia de seguridad de 1,5 metros. La reacción ciudadana e institucional no se hizo esperar. A lo largo de los últimos días, la fotografía de Kichi y del grupo se ha hecho viral en las redes sociales, y aunque hay quien les defiende atacando al mensajero, la mayoría de las reacciones, así como las que se pueden escuchar en las calles de la ciudad. son muy severas con el alcalde.
CONDENA DE POLICÍA LOCAL
Igualmente, la Unión de Policía Local y Bomberos de Cádiz, el sindicato mayoritario local, ha emitido el siguiente comunicado:
“UPLBA-CÁDIZ pide la dimisión del Alcalde y el cese fulminante del grupo de concejales y asesores del ayuntamiento por su grave irresponsabilidad al saltarse a la torera diversas prohibiciones sanitarias encaminadas a evitar la expansión del coronavirus.
Resulta una auténtica vergüenza la imagen que hemos visto, la cual acredita de forma fehaciente una conducta totalmente reprochable del grupo en cuestión, que disfrutaban alegre y relajadamente en la terraza de un bar.
Resulta falaz e indigno que un día antes, en su mensaje público navideño, el Alcalde, haciendo gala de sus habilidades, fomente y quiera hacer partícipe a los gaditanos con las siguientes metáforas «los cuidados deben seguir en el centro…y ahora más que nunca debemos ser y sentir en comunidad», y, por contra, él, junto a su séquito, de forma insolidaria se ríen en la cara de los demás.
Han conseguido tirar por la borda los talleres informativos y la campaña de sensibilización impartida por Policía Local y Protección Civil en los institutos gaditanos, al objeto de concienciar a la población juvenil sobre el riesgo del coronavirus, tanto para su propia salud como para la de sus familiares.
La actitud del Alcalde y de los demás resulta inaudita e indigna, por no predicar con un buen ejemplo cara a los demás y, para colmo, tiene la desfachatez de intentar justificar su torpeza con una gran perogrullada.
La Comisión Ejecutiva de UPLBA-Cádiz.”
La “perogrullada” a la que se refiere el comunicado policial es la explicación peregrina que ha dado el alcalde para justificar su reprobable conducta, al decir que los que trabajan con él “son convivientes”, y por eso están exentos de la norma. Lo cual tampoco sería cierto, porque la norma establece claramente el número máximo de “convivientes”, y siempre respetando la distancia de seguridad. Con lo fácil que hubiera sido admitir el error y pedir sencillamente perdón.
Este y otros episodios y acciones siguen deteriorando la imagen de un alcalde que llegó a contar con una simpatía generalizada, pero que pierde apoyos constantemente a causa de sus cada vez más numerosos errores y flagrantes contradicciones, sin contar el estado cada vez más lastimoso en que se encuentran muchos barrios, vías, acerados y zonas verdes de la ciudad, que en algunos puntos se encuentran en verdadero estado de abandono de meses e incluso años.
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