Este año se cumplen trescientos del nacimiento de la Masonería como hoy la conocemos, aunque sus orígenes se remontan muchos siglos atrás. Las ideas masónicas han sido uno de los pilares del Renacimiento y de la Revolución Francesa.
LOS INICIOS
El origen de la Francmasonería es uno de los mayores rompecabezas de la historia. El oficio operativo de los constructores, los caballeros templarios, los arquitectos o, yendo más atrás en la historia, los artesanos que construyeron el Templo del rey Salomón, e incluso los cultos misteriosos del mundo antiguo: todos se han propuesto como orígenes de la Orden.
Las primeras logias se organizan en los gremios de los oficios medievales.
Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que gran parte del fundamento filosófico de la francmasonería procede del Renacimiento, una intrigante mezcla de tradiciones místicas como la Cábala y el hermetismo, con una estructura simbólica derivada de los gremios de los oficios medievales.
Fue en los gremios de los oficios medievales donde comenzó la organización de las Logias (Masonería Operativa), para enseñar y mantener el secreto de los oficios. Estas Logias, aparte de la enseñanza y el aprendizaje de los oficios de los constructores, comenzaron a ser lugares donde se trabajaba “tu piedra bruta”, en sentido metafórico. El interior de cada uno. Por ello, estas organizaciones, fueron muy atractivas para los ilustrados de la época, los cuales, en algunos casos, ingresaron en estas organizaciones sin tener nada que ver con el oficio de constructor.
Imitando a estas organizaciones, y con la utilización de los elementos y las herramientas de la construcción en su sentido simbólico, comenzaron en Inglaterra a crearse Logias donde ya solo se trabajaba “La piedra bruta”, acompañada de trabajos humanistas, filosóficos y filantrópicos. A partir de este momento, comenzó la Masonería Especulativa
Fue en 1717 cuando, en una taberna de Londres, se reunió un grupo de Logias masónicas que hasta esa fecha trabajaban de forma individual. Aquí comenzó la creación de la primera Gran Logia de Inglaterra. Treinta años después, la masonería se había diseminado por casi todos los países de Europa occidental, y, poco después, por las colonias de ultramar, incluida India, China y, quizás la más importante, América del Norte.
DE INGLATERRA A EUROPA Y ESPAÑA
En 1726 se crea la primera Logia francesa y en 1735, nueve años después, se formó en Paris la Gran Logia de Francia. Fue a partir de 1771, cuando la masonería toma su mayor fuerza en ese país. Pertenecieron a la masonería francesa, La Fayette, Voltaire y Montesquieu. Las grandes divisas de la masonería, la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, fueron los principios de la revolución francesa.
Las grandes divisas de la masonería, la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, inspiraron la Revolución Francesa.
En otros países de Europa. como por ejemplo Alemania, la masonería también tuvo una importante implantación; en este caso, porque incluso personas de la nobleza alemana de la época pertenecieron a logias masónicas.
La primera Logia que inició trabajos en España, en 1728, fue la Logia Matritense, de la cual, su primer Venerable fue Lord Wharton, enterrado en el monasterio de Poblet. Fue a partir del siglo XIX cuando la masonería experimenta un gran auge en España. Concretamente, con la invasión napoleónica. El hermano de Napoleón, José Bonaparte, fue nombrado rey de España por su hermano. Y José Bonaparte era el Gran Maestre de la masonería francesa.
Los masones trabajan “su piedra bruta”, es decir, su interior.
Algunos masones españoles llegan al poder en el llamado “Trienio constitucional” (1820-1823). En 1824 es prohibida la masonería en España. De 1854 a 1868 se activa de forma muy significativa en la vida española. En 1868 adquiere nuevo protagonismo, con ocasión de la revolución producida ese mismo año.
En la I República Española, 1873-1874, tres de sus cuatro presidentes eran masones: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall y Nicolás Salmerón. Con la Restauración, es prohibida de nuevo en 1874. A raíz de la proclamación de la Segunda República Española alcanza su mayor esplendor. De los 470 diputados de las Cortes Constituyentes, 183 eran masones. Algunos nombres importantes de la política española masones son Diego Martínez Barrio, Alejandro Lerroux, Fernando de los Ríos, Largo Caballero, Manuel Azaña o Llopis.
Con la dictadura de Franco la masonería vuelve a ser ilegalizada, hasta que, posteriormente, recuperó su actividad con la llegada de la democracia a nuestro país.
En la actualidad, existen en España, distintas organizaciones masónicas que agrupan aproximadamente a unos 5.000 masones. Entre estas organizaciones, se encuentran: La Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano, que, como su nombre indica, es una Orden internacional mixta y laica. Esta organización tiene su sede central en París. La Gran Logia Simbólica de España. La Gran Logia Femenina de España y el Gran Oriente de Francia.
(José Alberto Hidalgo Piñero es Maestro Masón de la Federación Españoña de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano).