“La Masonería se parece mucho a la paella, donde sabores muy diversos enriquecen a cada uno de sus granos, transformándolo profundamente. Requiere su tiempo, ni mucho ni poco, como el paso por nuestros grados, y tiene su método ancestral, sus landmarks fuera de los cuales quizás puedes hacer un arroz, pero no será paella. Brasil, con casi 3.000 Logias y más de 126.000 miembros activos, constituye uno de los referentes indispensable de la Masonería en Iberoamérica” dijo el Gran Maestro de la Masonería Española en el transcurso del reciente ágape.
El alcance internacional de la paella parece no tener límites. Si hace unos meses pasó a formar parte del alfabeto de los emoji de todo el mundo, hace unos días protagonizó un nuevo hito: fue el plato elegido por la Gran Logia Masónica del Distrito Federal de Brasil (Grande Loja Maçônica do Distrito Federal) con motivo de la celebración de las relaciones masónicas entre Brasil y España. Más de doscientos comensales participaron en este banquete ritual que contó con la supervisión en la cocina del Muy Respetable Hermano Óscar de Alfonso Ortega, Gran Maestro de los masones españoles y presidente de la Confederación Masónica Interamericana. La peculiaridad de este ágape entre hermanos masones es que se realiza con los trabajos abiertos. Se trata del segundo banquete fraternal de este tipo organizado por la Gran Logia de Brasilia, lo que da cuenta de su excepcionalidad.
El alcance internacional de la paella no tiene límites pero sí un curioso parecido con la Masonería.
El primero en probar el resultado fue el Gran Maestro de la Masonería Brasiliense, el Muy Respetable Hermano Cassiano Teixeira de Morais, el más joven Gran Maestro del mundo en ejercicio a sus 37 años, un prestigioso psiquiatra y escritor. Los masones de la capital brasileña honraron a Óscar de Alfonso con su mayor distinción, el rango de Gran Maestro de Honor, similar al que le fue concedido por la Gran Logia Masónica del Estado de Goiás en una etapa previa del viaje.
MASONERÍA Y PAELLA
En su intervención en el acto, el Gran Maestro español explicó que «la Masonería se parece mucho a la paella, donde sabores muy diversos enriquecen a cada uno de sus granos, transformándolo profundamente. Requiere su tiempo, ni mucho ni poco, como el paso por nuestros grados, y tiene su método ancestral, sus landmarks fuera de los cuales quizás puedes hacer un arroz, pero no será paella. Brasil, con casi 3.000 Logias y más de 126.000 miembros activos, constituye uno de los referentes indispensable de la Masonería en Iberoamérica. Sabéis que soy Gran Maestro en uno de los países donde, con mayor virulencia, se ha perseguido a la Masonería, que hace cuatro décadas partimos de cero, que la Masonería Española a la que represento (Gran Logia de España), con sus 3.000 hermanos, apenas supone unos pocos granos de esta paella. Pero unidos fraternalmente a todas los demás Grandes Logias y Orientes del mundo, unidos a vosotros en la cadena de unión, formamos una de las instituciones universales icónicas de los principios y valores que se han hecho universales en el horizonte humano. La Masonería, como la paella, aporta sabor, alegría y esperanza al mundo«.
En Brasil hay 3.000 logias con más de 126.000 miembros activos.
RENACER MASÓNICO EN BRASIL
Fundada en 1963, la Gran Logia Masónica del Distrito Federal está constituida por las 37 Respetables Logias masónicas que se reúnen en la capital de Brasil. Este país inmenso cuenta con una Gran Logia en cada uno de sus Estados que se agrupan en la Confederación de la Masonería Simbólica de Brasil (Confederaçâo da Maçonaria Simbólica do Brasil-CMSB). La Gran Logia de Brasilia agrupa a todas las Respetables Logias de la capital del país. La institución es también miembro de la Confederación Masónica Interamericana (Confederación Masónica Interamericana-CMI), que reúne a 79 Grandes Logias y Orientes de 25 países y preside en la actualidad la Masonería Española.
La primera Respetable Logia de Brasil se constituyó en 1797. Orientadas al reconocimiento de los derechos y libertades que hoy otorgamos a todos los seres humanos, el virrey de Brasil prohibió todas las actividades masónicas en el país en 1806. En 1815 se fundó la Respetable Logia Comercio y Artes en Río de Janeiro que jugó un importante papel en la independencia del país.
