Nadie discute hoy que la conocida como “Generación del 27” fue una verdadera “edad de plata” de las letras españolas, homologable en muchos casos a nuestro mítico “siglo de oro”. Dramaturgos, ensayistas y sobre todo poetas -todos ellos, hombres- de edades próximas, con formación intelectual semejante, se conjuntan bajo la sombra culterana de Góngora para marcar un hito inolvidable en la cultura hispana. Pero contemporánea de ellos hubo una pléyade de grandes escritoras, que han sido silenciadas y excluidas de una generación de apariencia exclusivamente masculina, como si ellas no hubiesen existido.

Badajoz, Extremadura.-
Nadie discute hoy que la conocida como “Generación del 27” fue una verdadera “edad de plata” de las letras españolas, homologable en muchos casos a nuestro mítico “siglo de oro”. Dramaturgos, ensayistas y sobre todo poetas de edades próximas, con formación intelectual semejante, se conjuntan bajo la sombra culterana de Góngora para marcar un hito inolvidable en la cultura hispana.
A todos nos resulta fácil evocar los nombres de P. Salinas, R. Alberti, L. Cernuda, G. Diego, J. Guillén, V. Aleixandre, J. Bergamín, Altolaguirre, E. Prados, J.J. Domenchina, Adriano del Valle, Dámaso Alonso, León Felipe o Miguel Hernández, el epígono de tan magnífica e irrepetible pléyade.
Una antología bilingüe recién publicada en Francia rescata del olvido a las grandes escritoras españolas de aquel tiempo.
¿Pero no tuvieron amigas, compañeras, competidoras, tal vez rivales femeninas?
Una vez más, el ominoso silencio sobre las mujeres. A deconstruir esa falacia contribuyen obras como la recién publicada Anthologie bilingue des poétesses de la Génération de 27 (Burdeos, Éditions Orbis Tertius, 2023). Han coordinado el libro el hispanista Gilles del Vecchio, profesor de la Universidad Jean Monnet de Saint-Étienne y la extremeña Nuria Rodríguez Lázaro ( Garrovillas de Alconétar, Cáceres), catedrática de Literatura española en la Universidad de Burdeos.

Ambos suscriben el esclarecedor preámbulo, mientras que diferentes especialistas asumen el estudio previo de cada una de las poetas (poetisas) seleccionadas, cuyos versos se reproducen en castellano y francés. Nos encontramos con otro grupo espléndido, constituido por las escritoras Pilar de Valderrama, Lucía Sánchez Saornil, Concha Méndez, Rosa Chacel, Margarita Ferreras, María Teresa León, María Cegarra, María Zambrano, Ernestina de Campourcin, Carmen Conde, Josefina de la Torre y Marga Gil Roësset.
Complementarían perfectamente aquel movimiento generacional otras creadoras coetáneas como Luisa Carnés (novelista), Jacinta Landa (pedagoga), Carmen de Burgos (periodista) o las pintoras Maruja Mallo, Remedio Varo, Delhy Tejero, Ángeles Santos y Rosario Velasco, mujeres libres e imaginativas, igual que tantas otras de las “sinsombrero del 27”, que aún siguen ocultas.
(Manuel Pecellín Lancharro, licenciado en Teología y en Filosofía, catedrático de Enseñanza Media, Medalla de Extremadura, Académico de la Real Academia de Extremadura de las Artes y las Letras, es escritor y ensayista, con una copiosa y valiosa obra publicada).
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