El banco de los independentistas, la entidad a la que los separatistas catalanes llevaron sus fondos cuando los grandes bancos catalanes trasladaron su sede fuera de dicha comunidad autónoma, la única entidad bancaria que ha permanecido en Cataluña a pesar del procés, la misma entidad donde los indepes domiciliaron su caja de resistencia, ha sido la elegida –¡qué casualidad!- por Pablo Iglesias e Irene Montero para financiar la adquisición de su lujoso chalé en Galapagar. ¿Por qué han elegido dicho banco, habiendo tantos en España, con mayores garantías y condiciones de financiación tan buenas o mejores, según fuentes del sector bien informadas? Junto a esta información reproducimos la crónica de Joan Picardet sobre la citada entidad bancaria que publicamos el 11 de diciembre pasado.
La Caixa d´Enginyers de Catalunya, fundada en Barcelona en 1967 (el año pasado cumplió 50 años) adoptó hace algunos años una decisión estratégica significativa para su expansión en el resto de España. Tradujo su marca al castellano –Caja de Ingenieros- y por el camino perdió el “de Catalunya”. Hoy día, el Grupo Caja de Ingenieros tiene 26 oficinas en todo el territorio nacional, cerca de la mitad de ellas fuera de Cataluña. El cambio de marca ha hecho que para los clientes del resto de España pase desapercibido el origen de dicha entidad.
Una entrada de 120.000 euros y una hipoteca de 540.000 con la caja catalana, la única entidad bendecida por los independentistas.
Pablo Iglesias e Irene Montero, como todo el mundo sabe ya, se han comprado un casoplón de 660.000 euros (110 millones de las antiguas pesetas), que financian con una entrada de 120.000 euros y una hipoteca de 540.000 con la Caja de Ingenieros (de Cataluña). No vamos a entrar en las contradicciones del líder de Podemos de hablar de una manera y actuar de otra, y de acusar a unos de algo que luego practica él. Pero creo que son de notar algunos aspectos relevantes de esta noticia que no pueden pasar desapercibidos.
DE LA AUSTERIDAD AL CASOPLÓN
En primer lugar, esta no es la vida de austeridad que prometieron los líderes del 15M. Si comparamos el patrimonio del señor Iglesias en 2011, cuando nace el movimiento de los indignados, y en la actualidad, observaremos que este se ha incrementado notablemente. Por supuesto que sus ingresos son lícitos, pero el matiz es que sin el altavoz del 15M –muchos medios le dieron una notoria y bien remunerada acogida, de modo que la indignación ha sido un evidente negocio para él- y sin los pingües beneficios que produce la política –sueldos, dietas, portavocías, participación en comisiones, pluses, planes de pensiones…- su nivel económico hoy no sería el mismo.
Medios catalanes han divulgado los coqueteos de la Caja de Ingenieros de Cataluña con los independentistas.
En segundo lugar, los líderes de Podemos, antes de entrar en las instituciones, argumentaban que la política no es una profesión, que esta debe ejercerse durante un tiempo limitado, y que hay que trabajar en otra cosa antes y después de ser político. Sabemos que el señor Iglesias ha trabajado como profesor y ejerce de presentador y tertuliano televisivo. Pero en el currículum de la señora Montero no consta que haya trabajado en su vida en otra cosa que no sea la política. No hay duda de que esta pareja tiene derecho pleno a comprar una vivienda digna, pero viniendo de donde vienen ideológicamente, diciendo las cosas que han dicho, teniendo en cuenta que sus ingresos conjuntos proceden principalmente de la política en la actualidad, no es de recibo que se hayan comprado una casi mansión de 660.000 euros en una zona estupenda de la sierra madrileña, con una financiación de 1.600 euros al mes durante 30 años –más de dos veces el salario mínimo interprofesional, sin contar otros gastos de mantenimiento de la finca-, a un plazo tan dilatado que todo parece indicar que piensan estar mucho tiempo en política, pues es difícil que una pareja corriente sin los privilegios de los políticos pueda pagar cada mes tal cantidad solo de hipoteca.
La entidad tiene casi la mitad de sus oficinas distribuidas por el resto de España.
Y en tercer lugar no se entiende que en una situación como la actual, con el desafío constante y la burla permanente al Estado –del que ellos forman parte- de los independentistas, el señor Iglesias y la señora Montero no hayan tenido la delicadeza de escoger una entidad bancaria de la que, por ejemplo, no procedan los cheques con los que se abonan las fianzas de los separatistas procesados, una entidad que no haya coqueteado con los independentistas y que no sea para estos el “refugio catalán” de sus fondos -¿cabe mayor chovinismo?- cuando el resto de las entidades catalanas o con sede en Cataluña trasladaron sus sedes a otras regiones españolas, por el temor, ya confirmado, del desastre económico que el procés está causando en aquella castigada tierra.
(Ver información aneja sobre la Caja de Ingenieros de Cataluña).
(José Mª Pagador es escritor, periodista y fundador y director de PROPRONews).
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