jueves, 16 mayo, 2024
spot_img
InicioPolíticosEl Waterloo del procés

El Waterloo del procés

Un sueño fracasado por el descalabro napoleónico de Puigdemont

Incluso con lo imprevisto de sus juegos nos sorprende la Historia como gran valedora de la realidad. Por eso pone ahora en ridículo a Puigdemont al llevarle a elegir las colinas de Waterloo como el escenario más acorde con el final de su sueño republicano. Son imagen perfecta de la derrota de unas aspiraciones tan grandiosas como descaminadas: el asalto cerril a la legalidad de la Constitución y el desprecio de la mitad más uno de aquellos a quienes soñaba convertir en pueblo elegido.

Xavier Moreno Lara
Xavier Moreno Lara

Menos mal que a los adeptos les queda -por boca de la Secretaria General de Esquerra– un despertar a la realidad: cuidado con no incurrir en propósitos y acciones que acarreen “consecuencias penales”.

Puigdemont nos quiso suspender con su puesta en escena de un personaje de impacto internacional a través de un itinerario de huidas y mentiras que, etapa tras etapa, se convertía, en un camino de autodestrucción. Todo ello sin el más mínimo asomo de grandeza ni en el contenido ni en los gestos de su deambular. Su instinto le ha llevado finalmente a actuar como el toro malherido que busca querencia en el burladero antes de recibir el descabello: eso ha sido el diálogo en que se sincera con su correligionario y mozo de espadas Toni Comín… Nada más lógico que esa confesión de su derrota tuviera como escenario de proyección no los noticiarios de prime time internacional sino el desenfadado programa light de Ana Rosa


No hay el más mínimo asomo de grandeza ni en el contenido ni en los gestos de su deambular.


¿Para qué detallar el itinerario de su pretensión de verse convertido en un Josué que derribaba con la magia de su trompetería las murallas de Jericó? Su cierre nos lo dice todo: Waterloo. Un Waterloo en el que, según las últimas noticias, reitera su fracaso, al no poder alquilar ya –no sabemos si por la presión popular, por la indiscreción de su pretendido escondite o porque el propietario se ha echado atrás, visto lo visto-, el lujoso palacete con el que pretendía dar un halo de notoriedad histórica a su derrota: ni siquiera en Waterloo le admiten. Una vez más la imagen de la lujosa finca con la que buscaba sorprendernos ha sido un espejismo. En ella aspiraba a convertirse en anfitrión y ejemplo de tantos otros desterrados de la tozuda realidad que insisten en dejarse presidir por quien parece aspirar a merecer el título que Dominique Lapierre dio a la aventura de El Cordobés: … Llevarás luto por mí.

CON ESOS AMIGOS NO HACÍAN FALTA ENEMIGOS

En mi primera referencia a este personaje en PROPRONews lo veía retratado en el Pequeño Príncipe de Saint Exupery, y no tanto porque se había aventurado por caminos que se perdían en las estrellas cuanto porque estaba fracasando en su intento por tener como amigo al zorro, imagen sugestiva de sus compañeros de aventura… Y adiviné que iban a ser los suyos quienes le impidieran ponerse al frente de un procés que no estaba formado por grupos de amigos sino por rivales que disimulaban sus luchas de intereses tras unos lacitos amarillos.

Napoleón-Puigdemont, visto, en su derrota, por ELDIESTRO.ES
Napoleón-Puigdemont, visto, en su derrota, por ELDIESTRO.ES

Hasta en eso ha resultado ridículo todo este espectáculo que nos han regalado los que soñaban en convertirse en demoledores de esa larga y profunda historia de la que puede estar orgullosa Cataluña. Aquellos condados de la Marca Hispánica carolingia que entraron en la Historia con mayúsculas gracias a su unión con el Reino de Aragón. Reino de Aragón es una realidad que deja sin fundamento la historicidad de un Reino Catalano Aragonés… La boda de Petronila con Ramón Berenguer no hizo que los condados se convirtieran en Reino, aunque sí se integraron en la Corona de Aragón, al igual que lo harían más tarde otros Reinos como Mallorca y Valencia. En cualquier caso, esa apropiación de títulos es poco significativa, aunque pueda molestarnos a algunos aragoneses respetuosos de la realidad histórica. La aventura del procés tiene otro calado y al ser una casa construida sobre arena, se está derrumbando.

Una ruina que han visualizado con hiriente relieve las empresas que han buscado horizontes más firmes, los turistas que eligen horizontes de acogida sin discriminaciones. En este desafecto se incluyen muchos hinchas del futbol, que hicieron evidente su rechazo de la apuesta nacionalista del Barcelona al dejar amplios vacíos en el Camp Nou en la reciente semifinal de Copa contra el Valencia.

Batalla de Waterloo, pintura de William Sadler que representa el ocaso de Napoleón.
Batalla de Waterloo, pintura de William Sadler, que representa el ocaso de Napoleón.

Vuelvo a una de las imágenes iniciales: los debeladores del procés son como el toro malherido que se arrincona en el burladero… Han conseguido que este fuera de grandes dimensiones. Y ha sido precisamente esta “superdimensiación” -hasta se hablaba de la voluntad de crear un ejército- la que, con los ladrillos del fervor republicano ha ido construyendo una Torre de Babel, imagen significativa del distanciamiento. Lo dicho, a Carles le ha llegado su Waterloo.

(Xavier Moreno Lara es periodista, escritor y filósofo).

MÁS SOBRE EL AUTOR

El prestigioso periodista, filósofo y escritor Xavier Moreno Lara, nuevo colaborador de nuestro periódico

OTROS ARTÍCULOS DEL AUTOR EN PROPRONEWS

El «procés» en el laberinto de la antihistoria

El reto de la autorrealización

Esperando al votante lúcido

Euskera, català, galego, valencià… y ahora, bable

Artículo anterior
Artículo siguiente
ARTÍCULOS RELACIONADOS

Últimas Noticias