El callejón sin salida en el que se había metido Pedro Sánchez con el burdo sainete del debate, cuya responsabilidad cabe atribuir en buena parte a Iván Redondo, y del que informábamos en estas mismas páginas hace poco más de diez horas, se ha sustanciado de la única manera razonable posible para el presidente si es que le quedaba algo de sentido común, tal como pronosticábamos hace escasas horas en nuestra anterior información (El sainete del debate, otra pifia monumental de Iván Redondo). Pedro Sánchez ha rectificado e irá a los dos debates, pero su imagen y la de RTVE han quedado muy tocadas. Veremos cómo sale del atolladero el candidato socialista en ambos encuentros, donde, sin duda, le van a pedir cuentas de sus cambios de palabra y de la utilización partidista del ente público. Pero, de momento, Rosa María Mateo e Iván Redondo deberían dimitir.
La disyuntiva, como exponíamos en nuestra anterior información, no dejaba lugar a dudas: o Pedro Sánchez acudía solo a RTVE el día 23 mientras sus tres oponentes debatían y le atacaban en Atresmedia sin posibilidad de defenderse él, o se desdecía de lo mantenido anteriormente y aceptaba acudir a los dos debates. Para eso tenía que retorcer una vez más la realidad de los hechos con la ayuda inestimable de la jefa “provisional” de RTVE, Rosa María Mateo, que se ha plegado dos veces a las presiones del Gabinete de la Presidencia del Gobierno que dirige el “gurú” Iván Redondo, la primera, aceptando el cambio de fecha original del 22 al 23, pese a que el 23 ya estaba programado con mucha antelación el debate en Atresmedia, y la segunda, y ante la reacción airada de los Consejos Informativos, de los periodistas y los grandes nombres de la TVE actual, de amplios sectores del PSOE y de la propia ciudadanía, volviendo a la fecha primera del 22.
Tras su vergonzoso papelón, Rosa María Mateo e Iván Redondo deberían dimitir.
De cualquier manera el mal ya está hecho y ambos debates, para desgracia de Sánchez y de Redondo, quedan contaminados de partida por una polémica inesperada e innecesaria, que pone en evidencia, en el peor momento para el presidente, la torpeza de sus asesores y la vergonzosa tendencia del aparato de Moncloa, bajo la batuta de Iván Redondo, para utilizar a su antojo los medios públicos, en este caso, RTVE. No hay duda de que, en el primer debate en RTVE, si no en los dos, lo primero que le sacarán a relucir Albert Rivera, Pablo Casado y Pablo Iglesias es la desvergüenza de la utilización de la televisión pública en beneficio exclusivo del presidente. Y tendrán razón. Veremos cómo se defiende el candidato socialista de esta acusación.
VERGONZOSO ITINERARIO
La torpeza con que se han conducido los responsables del desaguisado es colosal. De aceptar el presidente el debate a cinco en Atresmedia, a desdecirse de inmediato, faltando a su palabra, cuando Vox quedó excluido del mismo, y a volver a considerar el debate en RTVE que había negado desde el principio, y a negarse después a la fecha inicial del 22 propuesta por el ente público, y a imponer a RTVE la fecha del 23 sabiendo que ese día celebraba Atresmedia su debate, y a alegar un falso problema de agenda que en realidad no existía para justificar el despropósito, y a aceptar nuevamente el día 22 en RTVE, y a pasar finalmente por la horca caudina de tener que participar ahora en los dos debates, el itinerario de Pedro Sánchez y de su asesor y de la administradora de RTVE en este asunto causa de vergüenza ajena.
Las críticas dentro del PSOE son generalizadas. La militancia y los simpatizantes están perplejos. El Comité Electoral socialista ha sufrido en su seno las consecuencias de tamañas contradicciones y esta madrugada, a última hora, se imponía el criterio del sector más razonable de que el presidente estaba electoral y moralmente obligado a asistir a los dos debates, si no quería recibir un varapalo de consecuencias imprevisibles en el resultado electoral. Las consecuencias ya las conoce el lector. A primera hora de esta mañana, a toda prisa, el PSOE emitía un largo comunicado de casi dos folios para explicar una cosa que, de no ser por este enredo imposible de justificar, podría sustanciarse con un breve párrafo. Es lo que tiene querer hacer pasar lo negro por blanco.
Las voces críticas, dentro del PSOE contra Iván Redondo y Rosa María Mateo aumentan de volumen y se multiplican cada día que pasa. La dimisión de la segunda la piden ya desde los sectores críticos, por esta y por otras actuaciones de la administradora única que tienen soliviantados desde hace meses a los periodistas y a todo el personal del ente público. Y del primero no son pocos los que señalan que esté entregado de pleno actualmente a la campaña electoral del presidente y a su proyección pública de cara al 28A cobrando un sueldo público, y todo para tan negativo resultado, viendo las torpezas y enredos en que hace caer a su asesorado.
Una campaña que iba viento en popa para el PSOE y para Pedro Sánchez, con todo a favor y ninguna nube en el horizonte, se agita de pronto con una inesperada tormenta perfecta de la que es única víctima el presidente y su partido, todo por la falta de previsión, la torpeza, la impudicia y la ausencia del sentido de la realidad de un equipo de asesores que hace aguas por todas partes desde el principio.
(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Su último libro publicado es la novela El Viaje del Tiburón – Caligrama Penguin Random House).
SOBRE EL AUTOR
José Mª Pagador y Rosa Puch, casi 100 años de periodismo
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