jueves, 28 marzo, 2024
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La importancia de la autogestión en el sector pesquero

La buena gobernanza es esencial para la preservación de la pesca y el futuro de la actividad y Conil de la Frontera es pionero en la introducción de buenas prácticas

La experiencia de un sector pesquero que busca su supervivencia, pero al mismo tiempo su fortaleza, pasa por defender el espacio donde desarrolla su actividad y también por tomar medidas que lo protejan desde un ejercicio sereno y firme, a través de medidas de autocontrol o, dicho de otra forma, de autogestión. Esta política es fruto de aplicar la experiencia (conocimiento empírico) atesorada por la práctica y por la tradición; así como por la incorporación de informaciones recibidas del conocimiento científico, especialmente del Instituto Español de Oceanografía, tras muchas horas de encuentros y diálogos; pero también, incorporado desde 2009 a la sociedad civil a través de las ONGs, que también busca colaborar con una realidad muchas veces olvidada por la sociedad.

Nicolás Fernández Muñoz
Nicolás Fernández Muñoz

Conil de la Frontera, Cádiz

Muchas de las medidas que los pescadores pusieron en marcha deberían haber sido asumidas por las administraciones públicas, especialmente aquellas normativas que deben ordenar el espacio para el desarrollo de estas actividades, tanto las que ejercen los profesionales, a nivel general, como específicas para determinadas pesquerías, así como las que realizan otras flotas, al ser un espacio público. Todo funcionaría mejor si se dispone de un ordenamiento coherente y éste se cumple por todas las partes.

¿Qué puede suceder con la aplicación de las medidas de autocontrol? Me parece que esto merece una reflexión, porque las medidas de autocontrol causan a mi juicio dos efectos; uno de ellos positivo, al denotar la demostración de madurez de un colectivo, que viendo la vulnerabilidad del medio se pone en marcha para ayudar desde su corresponsabilidad a sostenerlo: no será mucho lo que pueda hacer, pero suficiente para proteger aquello que ama porque es el sustento de su familia.


Todo funcionaría mejor en la pesca si se dispone de un ordenamiento coherente y éste se cumple por todas las partes.


Pero, por otra parte, también hay un efecto negativo, porque lleva a la decepción cuando, por tiempo muy ilimitado, se quedan solos defendiendo un espacio, que comparten con otros “compañeros” y usuarios, a los que parece pueda importar poco esa sostenibilidad.

Puerto de Conil.
Puerto de Conil.

Esta situación conduce a tener un pensamiento que podríamos traducir en una frase usualmente oída a estos pescadores: “parecemos imbéciles porque cuidamos lo que otros destrozan, ellos ganan mientras nosotros dejamos de ganar por el simple hecho de proteger para lucro de ellos”. A este pensamiento se suma la rabia, cuando determinados partidos políticos con responsabilidades de gobierno, especialmente a nivel local, se dedican a hacer aquello que muchos podríamos denominar “política barata”, porque se dedican a reivindicar derechos o a autorizar actividades, mediante medidas carentes de sustento científico ni normativo, hundiendo más en la miseria a los que actúan meridianamente bien en pro de la sostenibilidad, solo por el simple hecho de buscar un puñado de votos, votos que, estoy convencido, incluso tienen perdidos de partida, y es algo que conozco de buena tinta.

Clasificación y etiquetado. El secreto está no en pescar más, sino en vender mejor.
Clasificación y etiquetado. El secreto está no en pescar más, sino en vender mejor.

EL EJEMPLO DE CONIL

Volvamos a la responsabilidad de las medidas de autorregulación o autogestión a las que hacía referencia. El sector pesquero de Conil de la Frontera ha aprobado, entre otras, las siguientes medidas y ha puesto en marcha estas iniciativas para colaborar en la gestión de su actividad, tanto la extractiva como la comercial:

  • Aumento del tamaño de los anzuelos (1988), lo que significó que toda la flota pesquera de Conil que utiliza el palangrillo debía usar un tamaño de anzuelo del número tres o superior (recordemos eso que no estaba legislado por entonces), lo que suponía la captura de ejemplares de un tamaño más óptimo para una mejor comercialización.

Es esencial la responsabilidad de las medidas de autorregulación o autogestión de la actividad pesquera, en lo que Conil es pionero.


  • Veda del arte de tripilla y de trasmallo (1990). Esta medida fue controvertida y se adoptó por un escaso margen de votos, pero en decisiones democráticas fue cumplida por unanimidad del puerto de Conil, como corresponde. Ha tenido algunas modificaciones, pero su veda se extiende desde el primero de diciembre hasta el 28 de febrero de cada año; si bien en las modificaciones se estableció desde el primero de noviembre, o tras el primer temporal de mar de leva o mar de fondo que pusiera las aguas turbias y así evitar la captura indiscriminada de especies de escaso tamaño. Es una medida que sigue existiendo hasta la fecha, sin que se haya percibido un gesto para que ésta se implemente por resolución para todos los pescadores, independientemente que sean del puerto de Conil o no, si bien cabe resaltar el interés de la Junta de Andalucía por conocer esta norma, que tiende a asegurar la sostenibilidad de los recursos pesqueros; más, en un momento en los que éstos andan escasos por efectos de la invasión del alga invasora, el cambio climático y la presencia permanente del atún rojo en el Estrecho.
  • Existen especies con especial relevancia para la flota artesanal, como es el caso del pulpo, por lo que se limitó el tamaño mínimo del pulpo, para la captura y su posterior comercialización, a un kilogramo. Y para facilitar su cumplimiento, se establecieron fechas para el inicio de la campaña de pulpo, una vez que se hubiese comprobado que la mayoría de los ejemplares estaba en el tamaño establecido, por lo que se variaba su inicio de mitad de noviembre a finales de diciembre, según correspondía (1991-1993). Fue una medida tan importante, que la Junta de Andalucía la adoptó más tarde, prohibiendo su captura inferior a un kilo y con posterioridad lo hizo una normativa estatal. Aun así, podemos afirmar que hoy siguen capturándose por otras flotas, incluida la furtiva, multitud de toneladas sin que se ejerza un control adecuado para esta especie; y las malas praxis que nos han precedido, y las injerencias políticas de entonces y ahora, por parte de “políticos municipales” están ocasionando un grave perjuicio a la pesca en general y a la del territorio en particular. No puedo olvidar que, en 1996, ante la llegada de un barco procedente de la provincia de Huelva que se afincó en Conil, tenía como costumbre la pesca con alcatruces o vasijas (cántaros), lo que llevó a regular internamente su pesca. Finalmente, este armador se adaptó a los usos y costumbres en un breve tiempo, siendo un pescador ejemplar en todo y compañero de todos, al entender que la protección de los recursos es fundamental en un futuro mejor para quienes viven de la pesca.
  • Conil de la Frontera, una localidad pionera en materia de pesca sostenible.
    Conil de la Frontera, una localidad pionera en materia de pesca sostenible.

    En el año 2006, en base a los usos y costumbres de las flotas de la zona, se prohibía la pesca con nasas y alcatruces al sur del paralelo de Sancti Petri, permitiéndose la captura del pulpo para la flota artesanal con el chivo o pulpera. Un par de años antes un barco de hierro de mayores dimensiones que los de nuestra zona, intensificó la pesca con trampas en la misma, dificultando que los barcos autóctonos pudieran pescar con los artes tradicionales (enmalle y anzuelo), dado que las trampas quedan permanentemente caladas, incluidos los fines de semana. Para afianzarse en este modo de pescar, fue haciendo campaña sobre la importancia de tener este tipo de artes, para lograr unos ingresos superiores, sin importar los demás perjuicios que se pudiesen ocasionar, pues todos conocemos lo sucedido en otras zonas donde esta práctica llevó a la desaparición de la utilización de los artes tradicionales, por su ocupación de espacio. Ello provocó que algún otro armador comenzase a calar trampas, iniciándose un conflicto inexistente hasta aquel momento. En el año 2013 tras la injerencia de la política municipal, un grupo de cinco barcos (merecería otro capítulo aparte) logró su objetivo, al autorizar el Gobierno de España por resolución el otorgamiento de cinco licencias para la pesca con nasas al sur del paralelo durante un periodo de tiempo al año, en un privilegio sin base para ello, a tenor de la base de los barcos y sus armadores; es decir, de su lugar habitual de sus faenas de pesca.


La parte perjudicial de la normativa andaluza para la pesca de pulpo está recurrida ante el Tribunal Supremo por la Organización de Productores Pesqueros de Conil.


En el año 2017, el Gobierno de la Junta de Andalucía, y en base a las competencias autonómicas, mantuvo esta medida, trasponiéndola en una Orden, de modo que cada año dichas licencias las obtienen los mismos barcos, sin un criterio claro de otorgamiento. En 2022 la OPP72 hizo una petición de amparo al Presidente de la Junta de Andalucía que llevó a Pesca de la Junta de Andalucía a estudiar en profundidad la situación, y mediante resolución estableció el criterio de otorgamiento de estas licencias. Quiero aclarar que la Disposición Transitoria Segunda de la Orden del Pulpo de Andalucía está recurrida ante el Tribunal Supremo por parte de la Organización de Productores Pesqueros de Conil. No obstante, si la resolución adoptada por la Junta de Andalucía en septiembre último no satisface a ninguna de las partes, vengo a suponer que debe estar bien adoptada, pues ha sido resuelta en base a equidad y justicia.

  • En el año 2010 el sector pesquero de Conil, a través de la Cofradía de Pescadores, y con el apoyo inicial de Ecologistas en Acción, solicitó formalmente por escrito la creación de una Reserva Marina de Interés Pesquero. Considero que nunca se mostró interés alguno por la autoridad competente para la creación de esta reserva y, pasados varios años, recibió un nuevo impulso con la celebración de un taller en abril de 2017, donde participó prácticamente la totalidad de las partes implicadas en el territorio, con la presencia de las administraciones nacional y autonómica y el apoyo al sector pesquero de su organización OPP72, acompañado de entidades como WWF y Soldecocos. De aquella reunió salió el compromiso de aportar datos e informes económicos y biológicos que avalaran la petición. Este hecho hizo que se pusiera en marcha el proyecto Mar de Gades, financiado por la Unión Europea a través de la Fundación Biodiversidad, liderado por WWF, Soldecocos y, obviamente, la OPP72 de Conil. El proyecto, exhaustivo y laborioso, vino a mostrar distintas informaciones claves sobre la situación del ecosistema, su vulnerabilidad, la debilidad de especies en especial situación de desaparición, las huellas de las flotas que intervienen en la zona, la interacción de las distintas flotas y un apéndice de las prácticas ilegales, más bien furtivas, que vienen a poner en riesgo el ecosistema marino.
El Alga asiática es otro problema.
El Alga asiática es otro problema.

Tras esta información la Secretaría General de Pesca informó públicamente en 2020 la intención de crear la Reserva, para recabar alegaciones por las partes, sin que previamente se hubiese informado convenientemente a todas las partes, a tenor de las respuestas y de las manifestaciones a favor y en contra emitidas, lo que llevó a mantener unas reuniones informativas, donde se constataron estas diferencias, pues pocos son los que consideran el ecosistema un medio al que cuidar para seguir manteniendo actividades profesionales y de ocio. En la actualidad, se sigue sin dar solución, esperando un consenso que no puede venir pues los intereses son demasiados dispares, y se está perdiendo la oportunidad de dar respuesta a una petición que nace de abajo arriba y no como suele ser habitual de arriba abajo. La administración debe romper el miedo que sostiene a implicarse más activamente, y no excusarse en la búsqueda de un consenso que en algunos casos será imposible, precisamente por los intereses contrapuestos y por la intoxicación informativa de determinados sectores interesados, ejerciendo su responsabilidad para aplicar los principios de protección del ecosistema como objetivo fundamental.


La debilidad de la situación pesquera en la zona está llevando a algunos pescadores del territorio a renunciar a la sostenibilidad por la urgencia económica.


La debilidad de la situación pesquera en nuestra zona está llevando a algunos pescadores del territorio a renunciar a la sostenibilidad por la urgencia económica. Éstos no logran ver el bosque porque los árboles de la crisis se lo impiden (escasez de recursos, alga asiática, presencia masiva de atún sin poder pescar por no disponer de cuotas, etc.), y ante esto están los gobiernos, que deberían orientar y legislar desde el conocimiento científico y empírico. En tanto se llega a resolver, un importante sector de pescadores y de la sociedad siguen desencantados y aburridos, desesperanzados, hartos de tomar medidas para fortalecer un ecosistema que hace aguas y viendo peligrar su futuro por la desidia gubernamental.

  • La comercialización es la otra palabra clave, pues un sector que ha sido pionero en la informatización de la subasta, en la creación de marcas de calidad y colectivas, en hacer posible que los niños y jóvenes conozcan la mar con acciones de acercamiento, etc., viene a poner un broche de oro en los principios que han ido jalonando el proceder del sector pesquero de Conil: “No se trata de pescar más, sino de vender mejor” y “Te lo marcamos para que no te confundan”, procurando un comercio de proximidad, robustecido por la comercialización online y la Custodia Alimentaria, adelantándose a la estrategia europea “del barco a la mesa”.
Pescadores de Conil, un colectivo muy concienciado.
Pescadores de Conil, un colectivo muy concienciado.

HACER LAS COSAS BIEN

Como se comprenderá, desde el sector pesquero, que busca hacer las cosas bien, con el paso de los años solo va quedando frustración, mientras se da la impresión de que se sigue premiando por las administraciones a aquellos que hacen las cosas erróneamente. Hace unos días se hablaba de la buena disposición de la Junta de Andalucía para con la flota artesanal, y solo esperamos que los intereses de la política local de turno, y la guerra fratricida de un puñado de votos, no frenen el buen hacer en aquello en lo que se busca el beneficio de todos y no de solo unos pocos, al igual que pasa con la Ley de Pesca Sostenible, donde se espera que los derechos sean de verdad públicos y no propiedades particulares de aquellos que más poder económico tienen.

Todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad y cada uno debe tomar la que le corresponde, pero nunca habrá una buena gobernabilidad si no se pone en la mesa otra manera de gestionar, sin imposiciones y desde la cogestión; es decir, la gestión participada del sector, los científicos, la sociedad civil y las administraciones públicas. No nos dé miedo y respondamos a tiempo, ante los desafíos que están acarreando las modificaciones y crisis que acompañan en el medio marino al cambio climático.

Profesionales de la pesca en el puerto de Conil.
Profesionales de la pesca en el puerto de Conil.

(Reportaje fotográfico del autor)

(Nicolás Fernández Muñoz es un reconocido experto en asuntos marinos y pesqueros de proyección internacional, profesor, articulista, Secretario de la Cofradía de Pescadores de Conil y de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz, y Presidente de la Red Iberoamericana de Pesca Artesanal de Pequeña Escala).

SOBRE EL AUTOR

Nicolás Fernández Muñoz, una autoridad internacional en asuntos de la pesca y la mar, nuevo colaborador de PROPRONews

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