jueves, 25 abril, 2024
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S.O.S. por el Patrimonio Cultural y Natural

Urge una acción concertada de administraciones, instituciones, entidades y ciudadanos

En esta situación crítica de pandemia mundial, con graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales, las capas más débiles de la ciudadanía y los países menos desarrollados son los que más sufren. Pero la epidemia no solo causa estragos entre las personas. También sufren los bienes materiales e inmateriales más frágiles, entre ellos el Patrimonio Cultural y Natural. En este trabajo el autor alerta de los peligros que acechan al patrimonio, de las necesidades que le afectan, y propone soluciones que nos conciernen a todos.

El profesor Hernández Lavado es Asesor de Europa Nostra.
El profesor Hernández Lavado es Asesor de Europa Nostra.

A finales de diciembre de 2019 la Comisión Municipal de Salud de Wuhan (China) informó sobre la existencia de casos de una “neumonía vírica”. El año 2020 ha comenzado con una nueva enfermedad infecciosa, la Covid-19, que se extiende rápidamente por todo el mundo y provoca una crisis sanitaria, social y económica a nivel mundial, desconocida para las generaciones actuales. Aunque la historia de la humanidad es también la historia de sucesivas pandemias (algunas, dantescas, han asolado el planeta con una enorme mortandad), para las generaciones actuales esta es una situación nueva y extraordinaria, que nos ha pillado por sorpresa.

Una diferencia de esta situación frente a otras del pasado es el seguimiento de la pandemia a través de los múltiples instrumentos de comunicación, lo que nos permite conocer los efectos demoledores que la misma está provocando en el mundo. Nos encontramos en un momento de fragilidad, miedo e incertidumbre, compartido en los cinco continentes. Ello tiene muchas consecuencias para la humanidad, la más evidente es que los más frágiles son los que más sufren. Pero esto no es nada nuevo en la historia de la humanidad, siempre ha sido desgraciadamente así. Y no sólo sufren más las personas más vulnerables en edad, salud, capacidad económica o peor acceso a la sanidad, también sufren más los bienes materiales e inmateriales más frágiles.

Convento franciscano rehabilitado y recuperado desde la iniciativa privada. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO
Convento franciscano rehabilitado y recuperado desde la iniciativa privada. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO

Uno de esos bienes dignos de protección, extremadamente frágil, es el Patrimonio Cultural y queremos dedicar estas líneas a poner de manifiesto esa vulnerabilidad, ese riesgo grave en que se encuentra el Patrimonio cultural en estos momentos.


Son Patrimonio cultural los bienes materiales e inmateriales en los que se refleja la cultura.


¿Qué es el Patrimonio cultural? Nos encontramos con un concepto de enorme amplitud y en constante evolución, que a mí me gusta sintetizar con la expresión “son Patrimonio cultural, los bienes materiales e inmateriales en los que se refleja la cultura”. Patrimonio cultural es nuestra identidad cultural, lo que nos representa, como fruto de la creatividad. Es el acervo cultural, que tenemos la obligación de conservar en las mejores condiciones posibles para nuestros descendientes.

Esta crisis sanitaria que vivimos está impactando fuertemente en los sectores económicos más unidos a la cultura y, por tanto, en el Patrimonio cultural: las actividades artísticas, las personas y entidades del mundo del arte y de la cultura, los gestores culturales, el turismo cultural (no olvidemos que turismo, viene del “Grand tour”, el viaje cultural que la juventud aristocrática hacía en siglos pasados por la vieja Europa, con escala fundamental en Italia) están sufriendo un verdadero cataclismo. Por poner un ejemplo, ¿cuántos museos cerrados por la pandemia no están consiguiendo reabrir sus puertas?

Actividad cultural para niños organizada por los Amigos del Museo Vostell. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO
Actividad cultural para niños organizada por los Amigos del Museo Vostell. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO

CADA VEZ MÁS AMENAZADOS

Que el Patrimonio cultural y el Patrimonio natural están cada vez más amenazados de destrucción no es una novedad, pues ya lo puso de manifiesto la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas celebrada en París en octubre de 1972. Al margen de todos los desastres naturales que provocan el deterioro o destrucción del Patrimonio cultural y natural, está la mano del hombre, su mayor depredador. Proteger adecuadamente el Patrimonio cultural requiere unos recursos económicos, científicos y técnicos cuantiosos, motivo por el que la mayor parte de estos bienes van sufriendo un deterioro cada vez más acelerado.


Esta crisis sanitaria está impactando fuertemente en los sectores económicos más unidos a la cultura.


Cuando a esta situación de precariedad crónica se le suma una crisis del calibre de la que estamos viviendo con la Covid-19, qué duda cabe que su deterioro y pérdida es aún mayor. Las necesidades económicas para luchar contra la enfermedad y cubrir las necesidades de millones de personas, con unos confinamientos masivos a nivel mundial, están devorando los presupuestos económicos en todos los países.

Techo de un convento de Clarisas en Extremadura. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO
Techo de un convento de Clarisas en Extremadura. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO

Ante esta situación, ¿qué podemos hacer? Se precisan, por una parte, necesidades ilimitadas, algunas de ellas perentorias para salvar vidas y el tejido básico empresarial, que da bienestar a los ciudadanos; por otra parte, recursos cada vez más limitados, junto al riesgo de pérdida de bienes únicos e irremplazables, algunos con un valor universal excepcional para la colectividad.

Ante una administración desbordada por la situación creada por la pandemia, y unos presupuestos agotados, ¿de dónde sacar recursos materiales y humanos para proteger los bienes patrimoniales de carácter cultural y natural más valiosos?

A mi criterio, hay que volver la vista a la sociedad, a los ciudadanos, que conocen, aman, valoran la cultura y el Patrimonio cultural y natural. Hay que volver la vista a las personas que son conscientes de que estamos ante una pérdida, no sólo irreparable, sino que nos acerca al precipicio de la destrucción de nuestro entorno vital. No es simplemente la destrucción del testimonio de nuestra cultura, es la destrucción del paisaje, del medio ambiente en que se desenvuelve nuestra vida.

Vidrieras de unos grandes almacenes de París. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO
Vidrieras de unos grandes almacenes de París. ALEJO HERNÁNDEZ LAVADO

LEY DE MECENAZGO

Ahora más que nunca necesitamos una Ley de Mecenazgo Cultural. Una ley que motive, impulse y consiga que la sociedad tome el relevo de los entes públicos, desbordados por las necesidades vitales que ha generado la pandemia. Somos los ciudadanos los que tenemos que dar un paso adelante, salvar nuestra cultura, salvar nuestro Patrimonio cultural, salvar nuestro paisaje, nuestro medio ambiente. Pero para ello, a mi criterio, es fundamental fomentar la iniciativa ciudadana con una Ley de Mecenazgo Cultural. Ley que, desde hace décadas, viene demandado nuestra sociedad. Esperemos que la crisis generada por la Covid-19 sirva para salir mejor preparados para luchar, para trabajar, para construir un mundo mejor. Un mundo donde un nuevo humanismo y un profundo respeto al medio ambiente, recupere el deterioro de nuestro hábitat e impida el desastre hacia el que nos encaminamos. Un desastre del que la Covid-19 es un aviso más.

Presentación del XXII Ciclo de Música Contemporánea del Museo Vostell Malpartida en el entorno del Palacio de Carbajal de Cáceres.
Presentación del XXII Ciclo de Música Contemporánea del Museo Vostell Malpartida en el entorno del Palacio de Carbajal de Cáceres.

En resumen, como la ciudadanía no luche por nuestra cultura, por nuestro Patrimonio cultural y natural, podemos estar dando un paso de gigante en la destrucción del mundo tal y como lo hemos recibido de nuestros mayores. Como los gobiernos de las naciones se concentren exclusivamente en luchar contra la pandemia y no impulsen, ni alienten la participación ciudadana en la protección del Patrimonio cultural y natural, lo van a pagar muy duramente nuestros descendientes.

(Alejo Hernández Lavado es doctor en Derecho, profesor universitario, delegado y asesor de Hispania Nostra y Europa Nostra, y un reconocido defensor del Patrimonio Cultural).

SOBRE EL AUTOR

Alejo Hernández Lavado, ilustre profesor y defensor del patrimonio, nuevo colaborador de PROPRONews

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