jueves, 25 abril, 2024
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El último gudari

Ha muerto a los 100 años José Moreno, tal vez el último de los luchadores vascos históricos contra el fascismo

En la tarde del pasado lunes murió un pedazo de historia viva de Euskadi y de la lucha contra el fascismo. José Moreno, seguramente el último gudari que quedaba vivo, falleció en paz después de una larga vida de lucha, solidaridad y entrega a los demás; una vida en la que, junto a la sencillez y la modestia del gran hombre, brillaron su eterno sentido del humor y su inextinguible alegría de vivir.

Portugalete.-

Tal vez los portugalujos que lean estas líneas me llamen osado porque sea yo, alguien llegado de fuera y que solo trató a José unas pocas veces, quien diga estas cosas. Pero no hace falta demasiado tiempo para conocer a los hombres verdaderos y me creo en la necesidad de expresar lo que él dejó en mi corazón, siempre cariñoso aun con el forastero, siempre amable y caballeroso con todos.


La bondad, el buen humor y la alegría de vivir eran algunas de sus muchas virtudes.


Por mi matrimonio portugalujo y a través de la hermosa convivencia del Elai Alai, una de las más prestigiosas y activas entidades culturales del País Vasco, de la que Susana, mi mujer, siempre ha formado parte, llegué a conocer a José, que fue bedel de la agrupación y que nunca se apartó de ella. Algo me unía a él también íntimamente, porque mientras que como bravo gudari defendía esta tierra del franquismo, mi padre, Fernando, hacía lo propio en las filas del Ejercito Republicano en Madrid, defendiendo la legalidad de la República y luchando, como José, contra el  fascismo.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, con José Moreno.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, con José Moreno.

José Moreno hubiera cumplido 101 años el próximo noviembre, 101 años de una vida colmada de experiencias y generosidades. Los lectores pueden saber más de él, y con más conocimiento de causa que mis palabras, en esta nota del diario Deia Muere José Moreno, uno de los últimos gudaris.

Hasta el final mantuvo un humor envidiable y una contagiosa alegría de vivir. PROPRONews
Hasta el final mantuvo un humor envidiable y una contagiosa alegría de vivir. PROPRONews

Ahora solo puedo expresar el dolor que su muerte me causa, pues desde el primer momento que le vi se metió en mi corazón. Me quedo con los hermosos recuerdos, por ejemplo, de estar bailando uno al lado del otro, casi codo con codo, en el “Baile de la hora” de Portugalete. Él nunca dejó de hacerlo, porque su vitalidad y alegría desbordaban cualquier encuentro. Descansa en paz, admirado gudari y gran hombre. Para nosotros has sido un ejemplo admirable.

J.M.P.

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