La matanza que no cesa

La mujer padece el mayor genocidio de la historia

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Cada minuto mueren o son torturadas, violadas, vejadas, golpeadas y maltratadas por hombres –esposos, novios, padres, tíos, amigos, compañeros, suegros, yernos, cuñados, primos, desconocidos,…- decenas de millares de mujeres en todo el mundo. Si se calcula el número de mujeres que han sido asesinadas o torturadas por los hombres a lo largo de la historia, tendremos la asombrosa cifra de centenares de millones. Por lo menos. Es el mayor genocidio de la historia, al lado del cual palidece el holocausto. PROPRONews abre esta nueva sección titulada STOP PATRIARCADO, con la subsección, MACHITERRORISMO, para denunciar este crimen masivo, ayudar a evitarlo y apoyar a las víctimas.

Es imposible saber cuántas mujeres son asesinadas o maltratadas por los hombres a diario en el mundo. Solo veintitres países llevan una “contabilidad” de esta problemática entre los alrededor de doscientos que existen. Llevar la cuenta tampoco es que ayude mucho, pero, por lo menos, pone visibilidad a este genocidio invisible. Invisible, primero, porque en 177 países es un problema oculto, ya que las autoridades ni siquiera lo asumen ni, por tanto, contabilizan. Y segundo, porque en esos y en los demás, lo que ocurre dentro de los hogares nadie lo sabe, y son millones las mujeres que sufren en silencio las palizas, las violaciones y los abusos de los hombres, atadas por el terror de morir o de ver morir a sus hijos de manera atroz a manos de estos criminales.

Centenares de millones de mujeres han sido asesinadas por hombres a lo largo de los siglos.

Muchas son las causas de este mal que parece no tener final ni siquiera en los países más avanzados, en esos que llevan el cruento balance de las víctimas (17 de Europa, 5 de América y 1 de Asia, Japón). La desigualdad, la nefasta educación que se imparte, la prepotencia del macho, son algunas de ellas. Pero el origen del problema, la causa principal de todo, es el sistema patriarcal que ha dominado a las sociedades desde el inicio de la historia; un sistema en el que la prevalencia, el poder y los medios económicos se otorgan automáticamente al varón, lo que impide cualquier evolución positiva de la mujer y de las circunstancias de su vida. Salvo en Occidente, eso sigue siendo así en casi todo el planeta; y aun en Occidente la mujer está muy lejos todavía de conseguir la igualdad real y el puesto que merece en la sociedad y en el poder.

Este hombre mató a sus dos hijas con una radial. ELMUNDO.ES
Este hombre mató a sus dos hijas con una radial. ELMUNDO.ES

El sistema patriarcal es, por tanto, el causante de los males que afligen a la mujer desde el principio de la historia. Por eso hay que poner final a esta estructura social. El patriarcado, en cierto sentido, es para las mujeres lo que el nazismo fue para los judíos.

LA PEOR CATÁSTROFE

Durante siglos, el sistema patriarcal ha excluido a la mujer de la cultura y de casi todos los ámbitos de la sociedad. Un sistema patriarcal y machista que durante mucho tiempo consideró a la mujer como un ser imperfecto, situado por debajo del hombre, hasta tal punto que incluso en sociedades avanzadas de nuestro entorno europeo no se reconoció el derecho de la mujer al sufragio hasta bien entrado el siglo XX; y en algunas, como en Suiza, nada menos que hasta 1971.

El sistema patriarcal es el causante de histórico de este mal.

Que durante milenios no se permitiera a la mujer el acceso a la educación, a la cultura, al trabajo científico, a la creación literaria y artística, a la política y a tantos campos como le fueron vedados, y que, además, ese mismo sistema sin corazón, que las segregaba y las apartaba de todo lo relativo al intelecto y al espíritu humano, encima permitiera, e incluso alentara, el trato degradante y criminal que la mujer viene sufriendo desde la noche de los tiempos, eso que hoy llamamos eufemísticamente “violencia de género”; esa doble injusticia, ese doble crimen representa, sin duda, la peor catástrofe que ha padecido la humanidad desde que el primer homínido empezó a caminar erguido.

Repulsa por la muerte de una niña de 8 años a manos de su tío. ATLÁNTICO DIARIO

Esa catástrofe, esa hecatombe sin parangón, al lado de la cual el Holocausto y todos los genocidios habidos y por haber de los que hablan las crónicas parecen un juego de niños, es, sin duda, lo peor que ha ocurrido y ocurre sobre la faz de la tierra. En relación con el maltrato y el crimen machista, podemos hacer un cálculo aproximado de las víctimas que este fenómeno ha causado a lo largo de la historia. Según los demógrafos, en el planeta han vivido ya unos 110.000 millones de personas. Calculando que la mitad hayan sido mujeres, 55.000 millones, y aplicándoles prudentemente los índices de violencia machista actuales conocidos, (en torno a un 15 por ciento; una tasa muy piadosa: en siglos pasados fue mucho peor y en muchos países aún lo es), tendremos que 8.250 millones de mujeres han sufrido maltrato, tortura, vejaciones, violaciones y toda clase de tropelías a manos de los hombres a lo largo del tiempo. De entre ellas, la cifra de las que murieron asesinadas por el macho es inimaginable, probablemente centenares de millones como poco. Este es el genocidio olvidado e invisible, el más antiguo y oculto, y el que todavía pervive aun en las sociedades más avanzadas. Un genocidio perpetrado no por un régimen, no por un Estado, no por un grupo humano determinado, no por una raza, o no solo por ellos –que también-, sino, sobre todo, por el conjunto y la individualidad de los hombres que han existido y existen. Ahora mismo, mientras escribo estas líneas, en numerosos lugares del mundo están siendo maltratadas decenas de millares de mujeres, y centenares o millares están siendo asesinadas. Y si la culpa es individual en cada maltratador y asesino, la persistencia del sistema que lo hacía y aún lo hace posible extiende esa culpa a todos y a cada uno de nosotros, los hombres, que somos los grandes beneficiarios históricos del patriarcado.

PROPRONews quiere ser también un instrumento al servicio de la digniddad y la igualdad de la mujer y de lucha contra el MACHITERRORISMO. Desde aquí convocamos a todos nuestros lectores a que se sumen a la creciente legión de los que combatimos el sistema patriarcal y una de sus peores consecuencias: el asesinato y el maltrato de mujeres. ¡Hay que poner fin a esto de una vez!