El vídeo que mostramos junto a esta información, realizado por uno de los nostálgicos manifestantes, muestra, además del ridículo papel representado por algunos de ellos, el intolerable comportamiento de los revoltosos que trataron de entrar a toda costa en la basílica del Valle de los Caídos, sin conseguirlo gracias a la impecable actuación de la Guardia Civil, que tuvo que soportar toda clase de insultos, empujones y provocaciones.
La actuación del destacamento de la Guardia Civil que procedió al cierre del Valle de los Caídos e impidió a un grupo de exaltados fascistas el acceso a la basílica, dando cumplimiento a las órdenes del Gobierno tras la sentencia del Tribunal Supremo que ha dado día libre a la exhumación de los restos del dictador, no pudo ser más templada, profesional y absolutamente impecable.
Los agentes -hombres y mujeres- contuvieron a los manifestantes con la mayor serenidad y templanza, según se observa en las vergonzosas imágenes del vídeo que acompaña esta información, que fue grabado por uno de los revoltosos. En dichas imágenes se ve a un desnortado individuo con uniforme de legionario, megáfono en mano, pronunciando una arenga que nos retrotrae al peor tiempo de España, y secundado por un pequeño grupo de nostálgicos del franquismo, entre ellos varias mujeres muy alteradas reivindicando un pretendido derecho a ir a misa en la basílica, como si en Madrid y sus alrededores no hubiera centenares de templos donde dar cumplimiento a su violenta devoción.
Los guardias civiles, sin más elementos disuasorios que su firmeza, sin equipo antidisturbios y sin hacer uso en ningún momento de la mínima violencia, pese a las agresiones verbales y los empujones y provocaciones que sufrieron, procedieron a expulsar del recinto a los revoltosos y a cerrar sus puertas, ignorando los gritos de “hijos de puta”, “cabrones” y “traidores” que los manifestantes -desvelando su calaña, su respeto a la legalidad y su educación- les dirigieron.
La Fiscalía debería identificar a dichos individuos y actuar de oficio contra ellos por resistencia a agentes de la autoridad y por sus insultos a los guardias civiles.