Con la incorporación de Blas Curado García a la nómina de colaboradores de PROPRONews el periódico se enriquece con una nueva faceta de nuestros contenidos, la que tiene que ver con la psiquiatría y la mente, además de otros campos de la actividad y del saber humanos que el autor también domina, incluyendo la historia o la crónica de viajes, pues Blas es asimismo un gran investigador y un viajero empedernido. El periódico se honra en contar con un articulista de tanta autoridad y prestigio.
Su inmensa formación humana, profesional y académica y la inquietud por conocer son las dos facetas básicas de un intelectual que entra de lleno –por conocimientos, investigación y experiencia, y desde luego, por su humildad– en el concepto clásico de sabio. El motor de su actividad multidisciplinar es, sin duda, una indeclinable curiosidad, un afán que se mantiene intacto a sus estupendos 72 años, llenos de fecundidad, creatividad y empuje. Actualmente sigue trabajando, escribiendo y viajando, con Mary-Chel, su mujer, su gran ayuda en muchas de sus actividades.
Es un gran estudioso de la locura y está recorriendo el mundo para definir su ámbito geográfico e histórico.
Médico psiquiatra, articulista y conferenciante, y autor de libros como ABC del alcoholismo, El otro yo, Alrededor de la locura o La medicina visigoda en Mérida, entre otras obras, está inmerso actualmente en un fabuloso proyecto: La vuelta al mundo en 80 manicomios, un viaje por la locura en el tiempo y en el espacio, con el que ha recorrido ya numerosos países, que verá la luz en forma de libro a no tardar mucho y de cuya primicia empezarán a ser partícipes muy pronto nuestros lectores. Obtuvo un accésit al Premio de la Sociedad de Médicos Escritores de Madrid, con un trabajo titulado La historia clínica de Hernán Cortés, que fue publicado por la Editora Regional de Extremadura (1992), y que con el título de Cortés, se publicó en la colección La Centena (1996). Igualmente, ha colaborado con diferentes publicaciones y revistas de dentro y de fuera de Extremadura y ha dado numerosas conferencias sobre temas de su especialidad.
“Blas Curado García, cuatro generaciones con el nombre de Blas: mi padre, mi hijo y mi nieto. Nombre desperdigado por todos los géneros literarios. Soy emeritense, de familia de Mérida de toda la vida. Me crié en el meollo de la ciudad, entre la Puerta de la Villa, la actual calle de Cervantes y el callejón de los Telares. La ciudad nos marca: somos «pecholatas». Nací un 6 de enero de hace muchos años (1945), menudo regalito para mi madre”, dice de sí mismo nuestro nuevo compañero, en un sucinto retrato lleno de modestia.
GRAN FORMACIÓN Y HUMANIDAD
Estudió el bachillerato en el instituto público “San Eulalia” de Mérida y enseguida marchó a Sevilla a estudiar Medicina. Terminada la carrera obtiene una beca de la Diputación de Asturias para realizar el MIR de Psiquiatría, “y durante tres años –explica- vivo en el manicomio de la Cadellada de Oviedo, volviendo a Mérida para trabajar en el manicomio de mi pueblo, algo que no consigo y me marcho de inspector médico a Don Benito”.
Compagina durante tres años la dirección del ambulatorio dombenitense con la creación de un Aula Médica, de la que es su presidente. Organiza desde la Inspección Médica la asociación APROSUBA (http://www.plenainclusiondonbenito.org/) de la ciudad, dedicada a los discapacitados psíquicos, que todavía funciona. Tras su traslado a Badajoz colabora con la Fundación FUTUEX de Olivenza (http://www.futuex.es/), en numerosos congresos y reuniones sobre los temas de la discapacidad.
Su afán de servicio a los demás, acreditado a lo largo de toda su vida, le llevan incluso a la política. Así lo recuerda él: “Los avatares políticos de la Transición me lanzan a las primeras elecciones nacionales tras la muerte del régimen (franquista), como senador por la provincia de Badajoz, en un partido socialdemócrata, y me votan más de 22.000 electores. Todo un éxito con un mínimo gasto, pues lo teníamos que pagar de nuestro bolsillo. Luego los cambios políticos me colocaron en la diana del golpe de Estado militar (del 23F), y estuve en la lista nacional de los posibles eliminados”.
PASIÓN POR LA MEDICINA
Médico con las especialidades de Psiquiatría, Neurología y Gerencia de Hospitales, durante dos años estudió Dirección y Gerencia de Hospitales en la desaparecida Escuela Nacional de Sanidad, en Madrid, dependiente del Ministerio de Sanidad, donde fue profesor. Ejerció de auditor de hospitales para el Ministerio de Sanidad, durante un tiempo, auditando los Hospitales de Huelva, Córdoba, Badajoz, Cáceres y Don Benito. “Pero –dice- el modelo sanitario no da cabida a los que vamos de técnicos, así que me dedico al trabajo de la consulta, que me ha dado la libertad global, para dedicarme a escribir artículos en prensa sobre el análisis de la actualidad vista por un alienista, o simplemente a no hacer nada”.
Actualmente lleva a cabo su más ambicioso proyecto: La vuelta al mundo en 80 manicomios.
Su interés por el problema del alcoholismo, descubierto por él cuando estudiaba Medicina Interna, en la sala de infecciosos del Hospital La Macarena de Sevilla, llamado también o de las Cinco Llagas, y con el rotatorio por el servicio de alcoholismo del manicomio de Oviedo, constituye una experiencia que plasma en el libro ABC del Alcoholismo (1972), siendo un adelantado en la lucha contra esta lacra social. Igualmente, el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, en los números 49, 50 y 51 de Cuadernos para la Educación en Salud Mental, publican sendos trabajos suyos sobre este asunto: Alcohol y alcoholismo; Alcoholismo y sociedad y Prevención y tratamiento del alcoholismo (1979). Igualmente colabora en los libros San Juan Macías (2015) y Derecho y discapacidad I y II (2014-2015).
MEDICINA VISIGODA
Entre sus aportaciones historiográficas al mundo de la medicina destacan sus investigaciones sobre la medicina visigoda. Así lo cuenta él: “ Patrocinado con una beca del Ministerio de Cultura, colaboro con el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida en la colección Cuadernos Emeritenses, número 25: La medicina visigoda en Mérida según los santos padres emeritenses (2004); analizando los primeros locos emeritenses que se conocen, siendo una aportación a la medicina visigoda y extremeña curiosa, pues descubro un brote de peste no catalogado en la ciudad, la gestión de un hospital por médicos y su existencia en la ciudad, así como el primer centro de enseñanza o facultad de medicina en la región extremeña”.
Actualmente vive en Badajoz, donde trabaja en la medicina privada y con una jubilación parcial, “por si las moscas…“
Cuando termine La vuelta al mundo en 80 manicomios, que espera terminar en breve (y de cuyo contenido y aventura tendrán próximamente un adelanto en primicia los lectores de Propronews), Blas Curado ya piensa en otro libro, titulado Psicopatología literaria, “o algo así, siempre que la salud nos responda, la economía no se resquebraje y los sobrevenidos no nos desplacen del placer de escribir y viajar, como le ocurre a Mark Twain en su cabreante libro Guía para viajeros inocentes”.
HOMBRE DE FAMILIA
Como hombre de familia y orgulloso de sus vástagos, Blas Curado se refiere así a su descendencia: “Tengo cuatro hijos, un profesor de universidad en Cáceres, un “americano” gerente civil en Albuquerque (Nuevo México), una subinspectora de Hacienda en Barcelona y un ingeniero de montes con una empresa en Don Benito. Y son ya cuatro los nietos también. Estoy a la par con la huella poblacional”.
¿Y animales domésticos? Por supuesto. “Me gusta tener perros en casa, siempre los he tenido. Ahora Blasito y Paul me hacen más dulce el trabajo de salir y hacer los cumplidos ejercicios perrunos y similares. Me ayudan a escribir, calentándome los pies cuando me pongo en el ordenador. Son una delicia. Y tengo un jardín que mantengo en un gran tanto por ciento del trabajo, lo que me obliga a estar en forma. Me considero un vegetariano imperfecto, pero todo se andará”.