jueves, 28 marzo, 2024
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Extremadura hace su gran autocrítica

Un libro excepcional analiza las causas y responsabilidades por el atraso de esta región, empezando por las de los propios extremeños

Pocas veces un territorio ha sido capaz de ser tan autocrítico consigo mismo y con el origen y causa de sus problemas. Normalmente el ser humano tiende a culpar a otros de lo que le ocurre. En este caso pasa todo lo contrario. Un libro excepcional, escrito por extremeños de todas las disciplinas, analiza la problemática histórica y actual de Extremadura, que sigue siendo una de las regiones más atrasadas de Europa, sin rehuir la propia responsabilidad en tal estado de cosas. Una posición que, aunque mejorada, no ha variado después de casi 40 años de gobiernos autonómicos. “El tiempo del pesimismo ya pasó, hemos apostado por el futuro…”, este puede ser el leitmotiv del libro recientemente publicado, A los extremeños qué nos pasa para estar donde estamos. Reflexiones autocríticas mirando al futuro (Club Sénior de Extremadura. Beturia Ediciones, 2018), en el que veinte especialistas de renombre, expertos en diferentes materias, reflexionan sobre el pasado, el presente y el futuro de Extremadura, una obra que puede servir asimismo de espejo y estímulo para esas otras regiones de Europa que viajan también, todavía, en el furgón de cola de la historia, y que debería ser de lectura obligada para los gobernantes extremeños en todos los ámbitos institucionales. Con esta recensión se estrena en nuestras páginas un maestro de periodistas y pensadores.

José Julian Barriga Bravo.
José Julian Barriga Bravo.

El libro es un intento de reflexión plural e independiente sobre un único tema que se somete a la consideración de personas a las que se supone un amplio bagaje de conocimientos para que cada uno, desde su propio ámbito de especialización, reflexione sobre un mismo hecho: por qué la renta per cápita y el PIB de Extremadura son los menores de todas las Comunidades Autónomas y su índice de paro estimado, el mayor de ellas.

Los promotores de la obra exponen en el prólogo que no es un libro de denuncia o pesimista, sino una reflexión en profundidad con el objetivo de que se produzca el cambio estratégico que Extremadura necesita para elevar su nivel de prosperidad. En consecuencia, el volumen trata de explicar desde diferentes ángulos las razones principales que han provocado el retraso de Extremadura a lo largo de los siglos, concretamente desde la vertiente de la historia y la geografía, la cultura, la antropología, la economía, la política, la educación, el pensamiento, las élites, la religión, etc.


¿Por qué la renta per cápita y el PIB de Extremadura siguen siendo los menores de España y su índice de paro, el mayor del país?


El libro consta de 20 capítulos con la firma de especialistas en las diferentes vertientes y se abre con sendos prólogos firmados por María Ángeles Durán, catedrática de Sociología y medalla de Extremadura y por Diego Hidalgo Schnur, fundador de instituciones de gran arraigo nacional e internacional

A los autores se les ha pedido, como Ortega proponía, que abran sus pupilas a la realidad extremeña, “que ha de hacerse -decía el filósofo- con toda pureza, con toda tragedia”. A este grupo plural y diverso se les ha pedido, en la especialidad de cada uno de ellos, que reflexionan sobre Extremadura teniendo en cuenta dos datos incuestionables, y de ahí la oportunidad de lo que Ortega calificaba de “tragedia”. Estos datos son:

A.- Extremadura es un territorio equivalente al 8,6 % del total nacional. Su población significa el 2,37 % del conjunto de España. Su renta per cápita y su PIB son los menores de todas las Comunidades Autónomas (Contabilidad Regional INE a 31 de marzo 2017), y su índice de paro estimado, el mayor de ellas, según datos del INE en la fecha indicada.

Portada del libro.
Portada del libro.

B.- Los pensadores extremeños de los siglos XVIII y XIX ya soñaron con conseguir que Extremadura dejara de ser “la provincia menos desarrollada”. A lo largo del siglo XX, y en lo que va de XXI, ha sido el sueño de todos los extremeños más comprometidos. Y, sin embargo, son muy escasas en los últimos tiempos las reflexiones colectivas y fundamentadas sobre esta materia.

Sobre este particular traigo a colación lo que el inventor del género de los ensayos, Michel de Montaigne, decía al final del capítulo XL de sus Ensayos, el titulado “La Experiencia de los bienes y de los males” citando a Quintiliano y a Séneca. Escribe Montaigne una frase lapidaria, que me produce un enorme escozor: “Nadie -dice- está mal mucho tiempo sino por su culpa”.


Este no es un libro de denuncia o pesimista, sino una reflexión en profundidad para el cambio estratégico que Extremadura necesita.


INFORME ANUAL

El Club Senior viene elaborando todos los años un Informe General de Situación de Extremadura, en el que se analizan en detalle los diferentes ingredientes de lo ocurrido en la región en los aspectos socioeconómicos más sobresalientes. De aquella reiteración nació la idea de provocar la reflexión multidisciplinar que ahora se presenta bajo un titulo tan provocativo como es el de Qué nos pasa a los extremeños para estar donde estamos/Reflexiones autocríticas mirando al futuro.

Al fin y al cabo, la propuesta del Club Senior tiene, en la modestia que le corresponde, dos ilustres antecedentes. El uno, en la esfera de la cultura occidental, el ensayo de Adam Smith Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las Naciones (Londres, 1776) y el otro, un siglo más tarde, de un extremeño nacido en Coria (Cáceres), Julián Antero de Zugasti, con el título Causas del retraso de Extremadura y mejoras que deben introducirse (Madrid, 1862). Observen que nos hallamos en la actualidad a una distancia sideral de uno y otro ensayo. Cuando Adam Smith y Julián Antero de Zugasti se hacían aquellas preguntas ni se había descubierto la energía eléctrica, la revolución industrial estaba en mantillas y las máquinas de vapor todavía no habían hecho acto de presencia. A varios siglos de aquellas fechas, en tiempos de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías, los extremeños seguimos debatiendo aquella formulación. Entre las consideraciones de Adam Smith y las del cacereño no solo ha trascurrido el tiempo en su sentido más literal, también ha transcurrido un fluido de reflexiones con el mismo objetivo –la prosperidad y el desarrollo de Extremadura- en el que habría que situar decenas de libros y opúsculos, hasta el punto de con ellos podríamos crear una especie de biblioteca sobre el retraso de Extremadura.

Plaza Mayor de Cáceres. PROPRONews
Plaza Mayor de Cáceres. PROPRONews

El cauriense Antero de Zugasti colocaba en el arranque de su valiente exposición este ideario: “Todos los pueblos tienen su historia, sus períodos de prosperidad y decadencia; Extremadura, llamada por su fertilidad a ocupar uno de los primeros puestos en la industria agrícola, se halla respecto a sus provincias hermanas en un desequilibrio extraordinario…” Y no debiéramos olvidar aquella sentencia que un extremeño ilustrado, Juan Meléndez Valdés, dejó esculpida para la posteridad con ocasión de la apertura de la Real Audiencia de Extremadura en 1791: «(Extremadura) sin población, sin agricultura, sin caminos, industria ni comercio, todo pide, todo solicita, todo demanda la más sabia atención.»

En definitiva, nos encontramos, avanzado ya el primer cuarto del siglo XXI, ante la misma tesitura. Por supuesto que todo es diferente, que la Extremadura pobre y arcaica del siglo XVIII es hoy una Comunidad con unos índices de prosperidad envidiables para la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo. Pero subsisten dos problemas que nos obligan, por simple compromiso ciudadano, a volver la mirada (la mirada de Ortega y de Goethe) sobre dos circunstancias lacerantes: el desempleo y la emigración de los jóvenes, dos “tragedias” que debieran empujarnos a todos a continuar avanzando en la reflexión sobre el “qué nos pasa a los extremeños para estar donde estamos” ¿Para qué este libro? Si el lugar en el que Extremadura se encuentra, a pesar de todos los afeites y consuelos, es conocido, y hasta es proclamado año tras año por el INE, por Eurostat, por la EPA… Es preferible que la razón y el resultado final de estas reflexiones los interpreten los lectores, porque de poco sirve decir, por quienes hemos promovido esta experiencia, que la edición y la divulgación de esta colección de trabajos trata de colaborar a torcer el signo de la historia o a abreviar los plazos para que Extremadura sea una región sostenible y de verdad autónoma en sí misma. De ningún modo debieran servir para caer en la melancolía o, todavía peor, en ese estado de “quejumbre” que es el mejor aliado para que las cosas sigan así hasta el final de los tiempos. O como se afirma en uno de los trabajos de este libro y que es el mejor resumen de las intenciones de sus promotores: “En Extremadura el tiempo del pesimismo ya pasó, hemos apostado por el futuro”.


Dice Montaigne que “nadie está mal mucho tiempo sino por su culpa”.


LA HISTORIA

Es probable que muchos de los lectores de este volumen, especialmente aquellos que examinan con preocupación la situación socioeconómica de su tierra, se habrán planteado alguna vez la idea, o tal vez la fantasía, de encomendar a un equipo de consultores de la máxima reputación el diseño de un proyecto de desarrollo para Extremadura que tuviera como objetivos fundamentales aminorar su alto nivel de desempleo y la erradicación de la emigración de los jóvenes. ¿Qué datos entregaríamos a ese equipo para ayudarles a formular sus propuestas? Bien, seguro que nos demandarían unos o varios estudios previos acerca de las repercusiones que la historia y la cultura hayan podido producir sobre el presente de los extremeños. Sin ningún afán determinista, ese grupo de expertos nos requerían datos fidedignos de la historia y de la geografía, del territorio, de la etnografía de la región, de su pasado agrícola y del reparto territorial, sobre la educación y sobre la psicología y los comportamientos sociales y sociológicos, sobre cómo son y fueron sus dirigentes y sus élites intelectuales y económicas, sobre el nivel de emprendimiento de sus habitantes, etc., etc. De modo que solo a partir de este conocimiento, de su pasado y de su presente, estarían en condiciones objetivas de formular sus programas de actuación.

Pues bien, en las páginas de este libro encontrarían todo un arsenal de referencias y de datos que facilitarían su trabajo y, en todo caso, antecedentes, referencias, circunstancias imprescindibles para asegurar su acierto y en los que apoyar sus propuestas.

Al fondo, las tierras de Portugal vistas desde Badajoz. La frontera no ayudó. PROPRONews
Al fondo, las tierras de Portugal vistas desde Badajoz. La frontera no ayudó. PROPRONews

Por ejemplo en materia de historia encontrarían estas apreciaciones: “Habría que comenzar aludiendo a las insoslayables constantes históricas que han venido caracterizando al extremeño como un territorio amplio y disperso, irregular y escasamente poblado tanto en términos absolutos como relativos, con un reducido y decreciente peso demográfico en el conjunto de España, una bajísima densidad de población, y siempre amenazado por la despoblación y la emigración; circunstancias todas que desgraciadamente siguen manifestándose en la actualidad y que constituyen posiblemente el mayor factor de preocupación de cara al futuro” (Juan Sánchez González).

“La frontera va a marcar los modos vivenciales de los hombres de toda la región, que ya en los primeros momentos de los tiempos medievales se caracteriza por su condición de tierra de frontera… La presencia de la frontera singulariza toda Extremadura marcada por la violencia que toda frontera conlleva… Las consecuencias para la tierra y las gentes extremeñas son claras: Extremadura se convierte, otra vez más, en escenario de lucha armada, en teatro de operaciones bélicas en el que se van a desarrollar multitud de agresio­nes que transmiten una durísima y prolongada presión sobre la tierra y sus gentes, bien presente en sacas y levas milita­res; en el au­mento de la presión fiscal; en el alojamiento en las casas de los particulares de numerosos con­tin­gentes de soldados, de los que han de soportar sus comportamientos; en la requisa de ali­mentos y gana­dos y en el pillaje de la guerra. Las consecuencias son seguras: Despoblación y ruina, ruina eco­nómica y ruina mate­rial” (Fernando Cortés Cortés).

El acendrado sentimiento de discriminación sentido por los extremeños: “Parte de la “escandalosa” discriminación que padece Extremadura está relacionada, asimismo, con su situación de segregación geográfica, excéntrica en el entorno nacional y contigua a otra región portuguesa de características estructurales y socioeconómicas similares; así como con el bajo peso demográfico de los extremeños en el conjunto del Estado y el escaso poder reivindicativo y fáctico de la política autonómica” (Javier Marcos Arévalo).


La Universidad de Extremadura y las organizaciones empresariales, lejos de impulsar la formación por el emprendimiento, han favorecido un clima de dependencia de la Administración.


LOS RASGOS PSICOLÓGICOS

No deberíamos perder de vista los rasgos psicológicos de los extremeños, desde aquellos recogidos en la contribución de Fernando Cortés Cortés: “(López Prudencio) diferenciaba tres clases de extre­meños: «los que emigran», los inteligentes; «los que gritan», los impulsivos y «los que callan», los más abundantes.”

Entre los caracteres de los extremeños que pudieran de algún modo explicar las razones de su atraso, ninguna otra referencia de mayor dureza que el citado curiense., Julián Antero de Zugasti, profirió en 1862 cuando trataba de explicar las razones del atraso de Extremadura y señaló “el ningún espíritu de asociación” de los extremeños y “el poco interés que han mostrado sus hijos en proteger sus intereses” entre las principales. A él corresponde uno de los veredictos más crueles de cuantos se han señalado en la historia aplicado a los extremeños. “En Extremadura se recuerda la historia, y la holgazanería es tan general que en ninguna provincia de España se siente tanto este defecto” (“Causas del retraso de Extremadura”, p. 21).

Delegación del Gobierno en Extremadura. El Estado, demasiado lejos. PROPRONews
Delegación del Gobierno en Extremadura. El Estado, demasiado lejos. PROPRONews

O estos otros rasgos más sutiles, pero probablemente más determinantes si la opinión del profesor Pecellín se confirmara: “A mí me parece que, repasando la historia moderna y contemporánea de Extremadura, la conducta social más repetida entre nosotros es la desarrollada por dos polos antagonistas, designables con diferentes nombres: amo-esclavo, señor-siervo, patrono-obrero, superior-súbdito, gobernante-gobernado, señorito-sometido, poderoso-débil, rico-pobre, cacique-humilde, etc., etc. (…) En la población residual de Extremadura se han afincado unos arquetipos que nada favorecen al progreso de la Región (…) Estos arquetipos inducen esquemas de pensamiento y formas de conducta, más allá de las condiciones socioeconómicas. Funcionan como patrones emocionales, que labran unos moldes capaces de determinar las sensaciones, imágenes y percepciones de cuantos viven allí, donde tales elementos operan, repitiéndose de generación en generación” (Manuel Pecellín Lancharro).

Porque, en opinión de otro de los colaboradores, hay rasgos, y no precisamente los más positivos, que trascienden a las generaciones; “La desconfianza, el aislamiento físico, el abandono de los centros nacionales de decisión pudieron conformar una especie de pesimismo antropológico paulatino, que como lluvia fina fue calando en las mentes colectivas de que todo era imposible y no merecía la pena ofrecer resistencia. A la sequía (a veces pertinaz) de tres o cuatro años, sucedían tres períodos lluviosos. ¿Quién podía luchar contra las fuerzas de la naturaleza? Y surgió la improductiva resignación, la quejumbre, que se manifestaba en tertulias, bares y casinos, amén del pecado nacional de la envidia, exacerbado por la escasez, cuando no pobreza” (Luis Ángel Ruiz de Gopegui Santoyo).


La dependencia secular ante los poderes feudales ha trasvasado las mismas actitudes de comportamiento a los poderes políticos y administrativos actuales, con sus inevitables secuelas de clientelismo y endogamia.


LA FALTA DE INTELECTUALES COMPROMETIDOS

La ausencia de minorías intelectuales o culturales comprometidas con la población en general es otro factor determinante del retraso en el progreso: Pero este planteamiento pretendidamente interclasista, en el fondo arbitrista, chocó con los obstáculos tradicionales de siempre. Se postulaba una mayor atención del Estado a Extremadura y derivó, en la mayoría de los casos, en la inactividad, cuando no en el ensimismamiento literario y poético (…) En definitiva, el rasgo más destacado fue el protagonismo económico en Extremadura de unas élites patrimoniales, básicamente foráneas. La responsabilidad económica y social de estos colectivos es grande a la hora de explicar las dificultades históricas de la región en su tránsito por la contemporaneidad” (Fernando Sánchez Marroyo).

La sociedad extremeña, eminentemente rural, estará afectada por el caciquismo y la pasividad política, sin apenas clases medias ni burguesía emprendedora, huérfana de obreros cualificados y con diferencias sociales –aparentemente inmutables– que serán fuente de intensos conflictos a lo largo de toda la contemporaneidad (…) Otra seña de identidad del ideario regionalista será el lamento continuo por la postergación en la que el poder central mantiene al pueblo extremeño (…)El individualismo, la indolencia, la desidia, la incultura, la insolidaridad son algunos de los defectos que debemos asumir para su posterior corrección, pues sin autocrítica no hay mejora” (Alfonso Pinilla García).

La disolución del Antiguo Régimen, la implantación del individualismo agrario y la propiedad privada, la abolición del régimen señorial y los decretos desamortizadores condujeron a una sociedad extremeña muy desigual, sin incentivos, injusta, muy polarizada socialmente, conflictiva en algunos momentos críticos, pero esencialmente conformista. Una sociedad en la que alcanzó gran desarrollo el caciquismo, la indiferencia y la pasividad política. Una sociedad proclive al clientelismo, con una muy débil conciencia de pertenencia, y en la que triunfó rápidamente el localismo y el provincialismo” (Juan Sánchez González).

Perviven comportamientos de endogamia y clientelismo. Consejerías de la Junta de Extremadura en Mérida. PROPRONews
Perviven comportamientos de endogamia y clientelismo. Consejerías de la Junta de Extremadura en Mérida. PROPRONews

Indudablemente, la realidad extremeña hay que contemplarla desde una perspectiva objetiva para poder determinar el cambio sufrido en los últimos años e incluso los aspectos más positivos en comparación con otras Comunidades: “En las provincias, la mayoría de los estudiantes no podían estudiar el bachillerato porque suponía un enorme gasto de dinero, al tener que enviar a los jóvenes de internos a localidades distantes de su lugar de residencia. Centros de Salud, hospitales, casas de cultura, carreteras (el esfuerzo inversor fue considerable pero trasformador), todo ello sirvió para, de momento, se frenase el feroz despoblamiento. Y todo ello supuso destinar cuantiosos fondos de la Junta y Diputaciones para mantener la habitabilidad de cientos de municipios, que en otras partes de España no fue necesario. Y, por comparar con toda la intención del mundo, solamente hay que analizar y repasar el despoblamiento que se ha originado en Castilla La Mancha y Castilla y León, donde se han cerrado multitud de localidades. En Extremadura, de momento, no ha ocurrido eso, aunque tuvo su precio, al no poder destinar esos fondos a tareas esencialmente productivas” (Luis Ángel Ruiz de Gopegui Santoyo).

Deberíamos preguntarnos primero, por qué la educación escolar extremeña obtiene tan bajos resultados en las evaluaciones nacionales o internacionales, más allá del análisis crítico que se pueda hacer de alguna de ellas como PISA (…) Los distintos análisis realizados indican que Extremadura se configura como el entorno menos favorable de España para que la interacción universidad-sociedad se desarrolle de forma fructífera; dicho de otro modo, la UEX (Universidad de Extremadura) desarrolla sus actividades en una situación menos favorable que la media de las universidades españolas (…) La UEX se ha convertido en el principal ascensor social de nuestra tierra y en su más importante palanca de cambio y progreso. Y, junto a ello, la UEX ha contribuido a la vertebración de una región que sólo existía en el mapa, facilitando la movilidad de miles de estudiantes, profesores y personal de administración y servicios que ha constituido el principal factor de cohesión de Extremadura” (Teófilo González Porras/Pedro Navareño).


Extremadura está en mejor situación que la media nacional en los indicadores de pobreza severa.


LAS CAUSAS DEL ATRASO

¿Cuáles serían, pues, las causas del atraso de Extremadura? Por ejemplo, éstas:

“Una parte de los males que padece Extremadura tiene su origen en los propios modos de ser de los extremeños, en sus códigos culturales y en la gramática social en la que se fundamentan y expresan sus valores. Ahora bien, tanto los unos como los otros son, además, consecuencia del constructo social que se ha fraguado de Extremadura desde el exterior. El otro factor causal relevante, precisamente, habría que rastrearlo tanto en una peculiar historia como en el tradicional abandono que Extremadura tolera por parte del Estado. En efecto, las secuelas de la gobernanza económica y política estatal se encuentran en algunos de los comportamientos culturales y en sus formas de expresión social. Porque las desigualdades, los impedimentos para el desarrollo social, no tienen tanto una base cultural, como causas políticas, razones económicas e intereses sociales” (Javier Marcos Arévalo).

“Es paradójico que la región extremeña, con más recursos naturales: tanto forestales, como hídricos (1/3 del agua embalsada de toda España) o agrarios, sea incapaz de explotarlos de una manera inteligente y racional. La legislación restrictiva impide numerosas actividades tanto tradicionales como industriales o de ocio y genera una gran inseguridad jurídica (…) Lo de “Circular” es algo minimalista para una región que no ha transitado por la revolución industrial de los siglos XIX y XX, por lo que si se aplican más impedimentos será circular de nuevo al Neolítico (economía agraria y de subsistencia) sin haber gozado de ninguna ventaja previa” (Julián Mora Aliseda/Manuel Díez González/José Castro Serrano).

La Universidad de Extremadura o las Organizaciones de representación empresarial, lejos de impulsar la formación por el emprendimiento ligado a una industria moderna y competitiva, que utilizara esas generaciones de jóvenes mejor formados de la historia de Extremadura, han favorecido directa o indirectamente un clima de dependencia de la Administración; en el caso de la Universidad con un modelo formativo mas cercano a una mentalidad funcionarial y con escasa propensión al riesgo y al emprendimiento, y en el caso de las Organizaciones empresariales, secuestradas por una élite empresarial eminentemente ligada a los presupuestos regionales y con escasa apertura a los nuevos empresarios” (José Antonio Pérez Rubio/José Marcelo Muriel Fernández).

Sin duda la emigración, descrita de forma más o menos severa, es una consideración que se repite en muchas de las reflexiones de los autores:

“Cuántos hijos de este región, ubicados en territorios foráneos, serán figuras sobresalientes en ciencias, letras, filosofía, periodismo, política, sindicalismo, empresas, artes plásticas, cine, deportes…, mientras el terruño propio languidece, a la cola del resto de la Península” (Manuel Pecellín Lancharro).

LA DEMANDA DE OTRA VISIÓN

La demanda de una visión más realista y equilibrada de la situación de Extremadura es una nota que se reivindica en otros trabajos del libro:

“Para comprender la situación social de Extremadura es necesario considerar un conjunto amplio de factores, no solamente la renta per cápita ni la distribución de la producción interior bruta. Es cierto que en términos de empleo y otros indicadores relativos al envejecimiento de la población, las tasa de abandono escolar, etc. la región presenta valores alarmantes, pero nuestro análisis debe considerar todas las variables y ponerlas en la perspectiva adecuada, de manera que no podemos ignorar los estándares de calidad de vida que la región ha ido alcanzando a lo largo de los últimos decenios; ni de la posición relativa de Extremadura en relación con otras regiones del Estado (…) Sin embargo, por diferentes razones esta situación no es sostenible a medio plazo, existen demasiadas incertidumbres y riesgos; pero por encima de todo, la región debe tener ambición para transformar lo que no funciona, y por ser más y mejor” (Marcelo Sánchez-Oro Sánchez).

De los poderes feudales a los políticos y administrativos actuales. Castillo de Trujillo. PROPRONews
De los poderes feudales a los políticos y administrativos actuales. Castillo de Trujillo. PROPRONews

A juicio de algunos de los colaboradores de este volumen, no es justo cargar sobre la agricultura el peso de la situación de Extremadura:

“Creemos que el sector primario no es en absoluto culpable del atraso regional. La agricultura de Extremadura aportó en 2016 al VAB agrario nacional más del 5% y un 5,8% a la Renta Agraria española. Sin embargo, la contribución al VAB nacional de la producción total de la economía extremeña solo se situó en menos del 2%. Por consiguiente nuestra agricultura tiene una participación muy superior a la de otros sectores en el cómputo nacional. Habría entonces quizás, que buscar las razones del atraso regional en la escasa transformación y/o comercialización de nuestras producciones, en la baja o casi nula industrialización y, como consecuencia, en la escasez de los servicios productivos. Precisamente nuestras características demográficas y geográficas también son en cierto modo “culpables” del atraso” (Muslera/Pulido/Coleto).

De una forma u otra, de modo más tenue o severo, todos los colaboradores a este volumen de reflexiones coinciden en señalar que la historia de los extremeños en relación con su propio desarrollo económico o social viene condicionada por su geografía (periferia/frontera) y por su historia, en mucha mayor medida que el resto de los territorios de España.

LAS CONCLUSIONES

Como colofón a todo lo anterior y sirviéndome del símil que encabezaba este repertorio de opiniones y reflexiones, uno se atreve a elaborar las siguientes conclusiones.

  1. La práctica totalidad de los autores de los ensayos de este volumen coinciden en señalar que la tierra y lo rural, en todas sus vertientes, han sido los protagonistas categóricos de la historia y del presente de Extremadura. El factor agrario, más que en ninguna otra región de España, ha condicionado la vida de los extremeños. Paralelamente, el régimen de propiedad de la tierra, basado en latifundios y en el absentismo de sus dueños, ha facilitado la pervivencia de clases sociales sometidas al poder oligárquico que monopolizaba las fuentes de producción y el control de las instituciones.
  2. El poder y prestigio social derivado de la propiedad de la tierra, considerado más como bien especulativo que como fuente de riqueza, ha producido un retraimiento de las actividades industriales y comerciales y, en definitiva, un obstáculo para el desarrollo económico. Extremadura entró en el siglo XX sin industria manufacturera y sin burguesía empresarial, condiciones que aún perviven en la actualidad.
  3. El segundo factor que mejor define y explica la situación de Extremadura es el carácter periférico y de frontera de su territorio, escenario frecuente de guerras fronterizas entre portugueses y españoles que asolaron sus tierras y diezmaron su población. Por otra parte, la dificultad en sus accesos, la lejanía de los mercados, han operado históricamente como una rémora a su desarrollo.
  4. La respuesta histórica a los dos factores descritos –predominio rural y frontera- fue la emigración que, en sucesivas fases y etapas, ha continuado a lo largo de los siglos XX y XXI, provocando una permanente descapitalización social, con especial incidencia sobre los sectores más jóvenes y dinámicos. A lo largo de toda la historia, las minorías intelectuales o más comprometidas con el progreso encontraron en la emigración la solución a sus aspiraciones de prosperidad.
  5. En aspectos más propios de psicología social, la preponderancia de los sistemas oligárquicos han facilitado la pervivencia de una sociedad poco diligente y propensa a adoptar actitudes de subordinación y pasividad. La mayoría de los autores entienden que la dependencia secular ante los poderes feudales ha trasvasado las mismas actitudes de comportamiento a los poderes políticos y administrativos actuales con sus inevitables secuelas de clientelismo y endogamia.
  6. La debilidad de la sociedad civil extremeña frente a la fortaleza del poder político y administrativo es otro elemento que define la realidad extremeña. Ni siquiera la creación de la Universidad ha logrado fortalecer el tejido civil y provocar los cambios estructurales necesarios para remediar el retraso en el desarrollo económico.
  7. La llegada de la democracia en el tercio final del pasado siglo, la excepcional disponibilidad de recursos económicos procedentes de la Unión Europea y la asunción de importantes cuotas de autogobierno mediante del Estado de las Autonomías han determinado un cambio radical en la calidad de vida de los extremeños y en sus derechos sociales, pero no han conseguido disminuir la brecha que separa Extremadura del resto de las Comunidades Autónomas y, en consecuencia, evitar la emigración de los sectores más jóvenes y preparados.
  8. La economía extremeña tiene una clara dependencia de las Administraciones Publicas que, junto a la muy escasa capacidad emprendedora, presentan un cuadro de marcada atonía empresarial. Las organizaciones de representación empresarial no han asumido su papel de defensa de la iniciativa privada y, lejos de impulsar la formación por el emprendimiento ligado a una industria moderna y competitiva, han favorecido directa o indirectamente un clima de dependencia de la Administración.
  9. Los autores de los capítulos con mayor incidencia en las políticas sociales señalan en general los avances producidos en Extremadura en calidad de vida y en políticas asistenciales tanto si se compara con épocas precedentes como con el resto de Comunidades Autónomas del Estado, a pesar del fuerte impacto de la crisis del 2008. En los últimos ejercicios se observa una importante disminución del sector de población en riesgo de pobreza y Extremadura está en mejor situación que la media nacional en los indicadores de pobreza severa y en los de “carencia material severa”.
  10. El línea con el resto de los trabajos elaborados por el Club Sénior de Extremadura, los autores que han participado no se han limitado a analizar y diagnosticar los razones que han impedido la reiterada situación de retraso de Extremadura en comparación con el resto de los territorios de España, sino que señalan las oportunidades de progreso que se abren a nuestra Comunidad. Parece claro que está en juego, en el más inmediato futuro, el modelo de Extremadura como comunidad con autonomía para mantener su actual nivel de población y de servicios.

Me permito finalmente hacer una recomendación al lector extremeño de estos ensayos (que el que no lo es lo hará sin necesidad de sugerírselo): léalos con el mayor distanciamiento posible, como si estuvieran leyendo la historia y la realidad presente de un territorio que no fuera el suyo. Sin prejuicios y sin determinismos. Con la misma actitud que Goethe recomendaba a Eckermann: ejercitar la mirada en derredor para mejor entender Extremadura y sus circunstancias. Pongan pasión y resolución en colaborar, cada uno en lo sepa y pueda, para torcer el curso de la historia y acelerar los tiempos del progreso y de la verdadera convergencia de nuestra tierra con la modernidad.

La solución tal vez la dé esta pintada de una calle cualquiera de Extremadura. PROPRONews
La solución tal vez la dé esta pintada de una calle cualquiera de Extremadura. PROPRONews

(José Julián Barriga Bravo, periodista y escritor, fue el primer director de los Servicios Informativos de la Presidencia del Gobierno, en los mandatos de Adolfo Suárez y ha sido alto directivo de algunos de los principales medios y agencias de información españoles).

MÁS SOBRE EL AUTOR

J.J. Barriga Bravo, uno de los principales periodistas de la Transición, nuevo colaborador de PROPRONews

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