La sentencia de los ERE, aunque no afecta a la actual dirigencia nacional del PSOE, que cuando sucedieron los hechos no ostentaba responsabilidad alguna, sí concierne al partido desde el punto de vista histórico y ético. Entre quienes cometieron los graves delitos por los que ha sido condenada toda una red ilegal amparada desde el poder, algunos llegaron a ser presidentes de Andalucía, presidentes del PSOE nacional y ministros del gobierno central. Es decir, el asunto no concierne únicamente a personas individuales sino también a la organización. Eso lo ha entendido perfectamente Odón Elorza, secretario de Transparencia y Democracia Participativa del PSOE, y por eso ha pedido públicamente perdón de manera inequívoca, una reacción que se ha echado en falta en quienes están por encima de él en el organigrama socialista. Muchos ciudadanos entienden que Pedro Sánchez debería dar una explicación y hacer lo mismo que Elorza.
El PSOE que yo conozco es un partido que tiene la ética por bandera y que basa su actuación pública y privada en la honestidad. Pero en su seno creció una red corrupta en Andalucía que dilapidó cerca de 700 millones de euros. Y si el PSOE ha sido implacable en denunciar la corrupción ajena, y si el actual presidente del Gobierno lo fue en primera instancia gracias a una moción de censura que castigaba la corrupción del PP, no cabe ahora desentenderse de la sentencia de los ERE como si eso fuera algo que no atañe en absoluto a la organización ni en el tiempo ni en el espacio.
El presidente debe dar una explicación a los ciudadanos y hacer propia y colectiva esa petición de perdón.
A excepción de Odón Elorza, prácticamente no se ha escuchado una sola voz autocrítica con la actuación de un partido que durante muchos años y a lo largo y ancho de un territorio enorme, tejió una red corrupta que saqueó impunemente cantidades ingentes de dinero público. No cabe argumentar que sus principales responsables, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, hoy condenados, no se enriquecieron con la trama de los ERE, principal excusa que esgrimen algunos responsables socialistas de hoy. No hace falta enriquecerse personalmente para cometer delitos perfectamente tipificados en el Código Penal, máxime cuando esa actuación irresponsable propicia la comisión del atraco monumental y duradero que cometieron los que ocupaban escalones inferiores. Porque es seguro que si Chaves y Griñán hubiesen vigilado atentamente lo que sucedía y hubiesen atendido los avisos de la Abogacía y la Intervención de la propia Junta de Andalucía -por lo que no pueden alegar ignorancia- el caso no habría tenido lugar o habría sido abortado desde el principio.
FALTA AUTOCRÍTICA
Todo eso es ya pasado, ciertamente, un pasado que no afecta al PSOE actual en materia de responsabilidades directas, pero eso no quiere decir que el partido no asuma la parte de responsabilidad indirecta que le toca como heredero de un ayer colectivo, del que se asumen gustosamente las luces y del que no se pueden obviar las sombras. El PSOE alude con frecuencia y orgullo a sus 140 años de historia, pero es evidente que en ese tiempo han sucedido también cosas negativas que hay que reconocer y evitar en lo sucesivo.
La militancia socialista y la ciudadanía española esperan todavía una declaración de Pedro Sánchez, en la que el presidente y líder máximo del PSOE haga la necesaria autocrítica, pida perdón por lo sucedido en nombre de su histórica organización, anuncie medidas internas y externas para que tal cosa no se vuelva a repetir, y formule un mensaje de entendimiento y reconciliación con los ciudadanos y las ciudadanas de este país. Solo así el PSOE podrá pasar página con la mínima dignidad a uno de los episodios más negros y vergonzosos de su historia.
(José Mª Pagador es periodista y escritor, y fundador y director de PROPRONews. Sus últimos libros publicados son 74 sonetos (poesía, Fundación Academia Europea de Yuste), Los pecados increíbles (novela, De la Luna Libros), Susana y los hombres (relatos, Editora Regional de Extremadura) y El Viaje del Tiburón (novela, Caligrama Penguin Random House).
SOBRE EL AUTOR
José Mª Pagador y Rosa Puch, casi 100 años de periodismo
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